La situación de Pogba en el United empeora todavía más
Manchester, AS
El Manchester United volvió a caer ayer (2-0), esta vez ante un Arsenal que estaba tan herido como ellos y que con la llegada de Arteta parece tener esperanzas de remontar el vuelo. Pero en Old Trafford no han cambiado de entrenador a pesar de que Ole Gunnar Solskjaer está en la cuerda floja desde hace tiempo (son quintos en la clasificación y el juego del equipo no demuestra solidez). Incluso admitió que se podrían fichar a "uno o dos jugadores" en enero.
Ayer nadie entendía el motivo por el que sonreía en rueda de prensa a pesar del resultado, pero a todo el mundo le llamó la atención lo que dijo sobre su estrella, Paul Pogba: "Su gente ya le ha avisado de que necesita una operación y probablemente es lo que haga".
El centrocampista francés, que lleva casi toda la temporada en el dique seco por una lesión de tobillo, ha reacaído y ayer se perdió su segundo partido consecutivo desde su corto regreso. El propio técnico reconoció que estará fuera de los terrenos de juego otras cuatro semanas aproximadamente. El técnico noruego dejó caer que depende de su entorno que pase o no por el quirófano, insinuando que la decisión no tiene mucho que ver con el propio club (incluso estando de acuerdo) y agravando aún más las relaciones con la directiva.
A eso habría que sumarle que su agente, Mino Raiola, no hace lo posible por ayudarle, sino que intenta que la brecha sea todavía más grande, quién sabe si con vistas a que salga en un futuro (el Real Madrid es el mejor colocado para hacerse con sus servicios pero el crecimiento de Fede Valverde ha frenado el interés): "Arruinarían incluso a Maradona, Pelé o Maldini. Paul necesita un club, un equipo, uno como lo fue la Juventus". De las palabras de su representante se desprende que ya buscan una salida como primera opción, porque no parecen tener confianza en que los refuerzos que puedan llegar en invierno vayan a revertir la situación del conjunto inglés.
Por si fuera poco, los pesos pesados recientemente retirados tampoco están de su parte. Por un lado está Robin van Persie, que no termina de creerse que la lesión sea el único problema del jugador: "Todo esto es un misterio para mí porque no hay respuestas completas. Paul debe preguntarse a sí mismo si realmente quiere quedarse o si se quiere ir". Por otro lado está Rio Ferdinand, que está harto de que el futbolista francés se esconda detrás del representante italiano en lugar de dar la cara ante sus seguidores: "Que salga y hable. Eres un hombre. Tu voz va a ser la que se escuche más alto. No dejes que hable tu agente y cállale. Si hablas y arrojas algo de luz sobre la situación, tu afición, tus compañeros, tu club y tu entrenador sabrán cómo estás".
Su lesión se alarga, su entrenador señala a su entorno, su agente culpa al equipo mientras habla de una salida y los exjugadores le dan la espalda mientras el centrocampista no sale a dar explicaciones sobre lo que le ocurre. La situación cada vez se complica más para la estrella del Manchester United (su balance esta temporada es de ocho partidos y cero goles) y parece claro que su destino está cada vez más lejos del club inglés.
El Manchester United volvió a caer ayer (2-0), esta vez ante un Arsenal que estaba tan herido como ellos y que con la llegada de Arteta parece tener esperanzas de remontar el vuelo. Pero en Old Trafford no han cambiado de entrenador a pesar de que Ole Gunnar Solskjaer está en la cuerda floja desde hace tiempo (son quintos en la clasificación y el juego del equipo no demuestra solidez). Incluso admitió que se podrían fichar a "uno o dos jugadores" en enero.
Ayer nadie entendía el motivo por el que sonreía en rueda de prensa a pesar del resultado, pero a todo el mundo le llamó la atención lo que dijo sobre su estrella, Paul Pogba: "Su gente ya le ha avisado de que necesita una operación y probablemente es lo que haga".
El centrocampista francés, que lleva casi toda la temporada en el dique seco por una lesión de tobillo, ha reacaído y ayer se perdió su segundo partido consecutivo desde su corto regreso. El propio técnico reconoció que estará fuera de los terrenos de juego otras cuatro semanas aproximadamente. El técnico noruego dejó caer que depende de su entorno que pase o no por el quirófano, insinuando que la decisión no tiene mucho que ver con el propio club (incluso estando de acuerdo) y agravando aún más las relaciones con la directiva.
A eso habría que sumarle que su agente, Mino Raiola, no hace lo posible por ayudarle, sino que intenta que la brecha sea todavía más grande, quién sabe si con vistas a que salga en un futuro (el Real Madrid es el mejor colocado para hacerse con sus servicios pero el crecimiento de Fede Valverde ha frenado el interés): "Arruinarían incluso a Maradona, Pelé o Maldini. Paul necesita un club, un equipo, uno como lo fue la Juventus". De las palabras de su representante se desprende que ya buscan una salida como primera opción, porque no parecen tener confianza en que los refuerzos que puedan llegar en invierno vayan a revertir la situación del conjunto inglés.
Por si fuera poco, los pesos pesados recientemente retirados tampoco están de su parte. Por un lado está Robin van Persie, que no termina de creerse que la lesión sea el único problema del jugador: "Todo esto es un misterio para mí porque no hay respuestas completas. Paul debe preguntarse a sí mismo si realmente quiere quedarse o si se quiere ir". Por otro lado está Rio Ferdinand, que está harto de que el futbolista francés se esconda detrás del representante italiano en lugar de dar la cara ante sus seguidores: "Que salga y hable. Eres un hombre. Tu voz va a ser la que se escuche más alto. No dejes que hable tu agente y cállale. Si hablas y arrojas algo de luz sobre la situación, tu afición, tus compañeros, tu club y tu entrenador sabrán cómo estás".
Su lesión se alarga, su entrenador señala a su entorno, su agente culpa al equipo mientras habla de una salida y los exjugadores le dan la espalda mientras el centrocampista no sale a dar explicaciones sobre lo que le ocurre. La situación cada vez se complica más para la estrella del Manchester United (su balance esta temporada es de ocho partidos y cero goles) y parece claro que su destino está cada vez más lejos del club inglés.