Guaidó se prepara para volver a Venezuela con un liderazgo revitalizado

La gira internacional ha fortalecido su reconocimiento como Presidente interino, mientras Maduro amenaza con tomar acciones en su contra a su regreso

Gabriel Bastidas
Infobae
Justo en el momento en que la dictadura venezolana parecía avanzar con la aplanadora autoritaria sobre la Asamblea Nacional, el último bastión democrático que queda en el país, Juan Guaidó logró hacer una movida estratégica y dar un giro inesperado en su ruta por el rescate de la democracia.



El presidente del Parlamento -y presidente encargado de Venezuela- consiguió burlar la prohibición de salida de Venezuela impuesta por el régimen y escapar del férreo control por parte de los organismos represores y de inteligencia que lo persiguen las 24 horas. Una maniobra desafiante que demuestra el poco control interno que tiene el régimen de Maduro.

Hace una semana Guaidó apareció en Colombia, dando así inicio a una gira internacional para afianzar los apoyos conseguidos un año atrás y aumentar la presión sobre lo que ha insistido es un “conglomerado criminal” comandado por Nicolás Maduro.

Con una intensa agenda, en solo una semana Guaidó visitó Colombia, Reino Unido, Bélgica, Suiza, Francia y España, reuniéndose con importantes dignatarios mundiales.

Esa gira internacional alcanzó objetivos concretos. El primero, aunque simbólico, es de gran impacto. Fue recibido con honores de Jefe de Estado en un momento en que, internamente, en Venezuela parecía mermar su liderazgo con la confabulación adelantada por el régimen con la denominada “Operación Alacrán” para sobornar a diputados opositores con el objetivo de que dejaran de respaldar a Guaidó.

A pesar de las dudas que pudo haber generado el intento de golpe parlamentario del 5 de enero, los aliados internacionales han reafirmado el reconocimiento a la legitimidad de Guaidó. Por eso los principales líderes europeos abrieron espacio en su agenda para recibir a quien reconocen como Presidente interino de Venezuela. Una consideración que Maduro jamás podrá tener.

Emmanuel Macron, presidente de Francia; el Primer Ministro de Reino Unido, Boris Johnson; la canciller de Alemania, Angela Merkel; los primeros ministros de Países Bajos y de Grecia, Mark Rutte y Kyriakos Mitsotakis, respectivamente; el canciller de Austria, Sebastian Kurz; el Alto Representante de la Unión Europea, Josep Borrell; son algunos de los dignatarios con los que Guaidó pudo conversar.

Solo el jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez, no lo recibió –seguramente preso de su alianza con Pablo Iglesias y Podemos, partido vinculado al chavismo-. En su lugar, se reunió con la ministra de Asuntos Exteriores de España, Arancha González Laya. Esa visita se desarrolló en medio de una crisis diplomática generada por la vicepresidenta de Maduro, Delcy Rodríguez, quien quiso ingresar a territorio español, burlando las sanciones que la Unión Europea impuso sobre ella por su responsabilidad en el socavamiento de la democracia. España, sin embargo, sigue reconociendo a Guaidó como el Presidente interino de Venezuela.

Durante esta semana, la gira internacional ha permitido contrastar cómo mientras la Europa democrática abría sus puertas a Guaidó, en Venezuela Maduro agrupaba a representantes del Foro de Sao Paulo, y se reunía con unos pocos embajadores, los de Siria, Palestina y Corea del Norte, a la vez que su canciller viajaba a Teherán para afianzar sus nexos con el régimen de Irán.

El segundo logro de Guaidó es poder hacer llegar su mensaje, no solo a estos mandatarios, sino a otros importantes líderes mundiales reunidos en el Foro Económico Mundial 2020. Después de 28 años, un Presidente venezolano volvió a Davos. Al hacer referencia a su mensaje, es necesario resaltar el giro que ha tomado su discurso: “Solos no podemos. Enfrentamos a un conglomerado internacional criminal. Necesitamos de su ayuda”.

Guaidó ha denunciado claramente los vínculos del régimen de Nicolás Maduro con el crimen organizado, con el narcotráfico y con organizaciones terroristas como Hezbollah, el ELN y las disidencias de las FARC. Precisamente su gira inició con su participación en la Tercera Conferencia Hemisférica de Lucha contra el Terrorismo, que se realizó en Bogotá. Allí se reunió con el secretario de Estado de los Estados Unidos, Mike Pompeo, quien sentenció que “el régimen de Irán, con su brazo armado Hezbollah, está en Venezuela". "Esto no es aceptable”, remarcó.

Guaidó ha denunciado en Europa que la dictadura venezolana utiliza la extracción ilegal de oro y otros minerales para patrocinar a estos grupos terroristas. “Hoy en Venezuela asesinan nuestro Amazonas. Ciento once mil kilómetros cuadrados para financiar a grupos irregulares, mientras en el mundo debatimos para controlar las emisiones de carbono. Hoy tenemos que tomar acción para detener el ecocidio en Venezuela, para garantizar el futuro, para preservar la humanidad”, instó el mandatario interino, con una petición concreta: que se declare el oro venezolano como “oro de sangre” y prohibir su comercialización.

El presidente de la Asamblea Nacional venezolana espera conseguir aumentar la presión internacional, con sanciones coordinadas entre Estados Unidos, Europa y Latinoamérica, para lograr una salida a la crisis venezolana y poder realizar elecciones presidenciales libres y transparentes.

Pero Guaidó también es consciente de la necesidad de reactivar la presión interna, la movilización de los ciudadanos en las calles de Venezuela. Y para ello también es necesaria la unidad de las diferentes fuerzas democráticas que en los últimos meses habían estado distantes ante la imposibilidad de lograr el cese de la usurpación prometido para 2019.

El tercer acierto de esta gira internacional va en este sentido. Guaidó consiguió reunirse con el exalcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, quien había sido uno de sus principales críticos. El encuentro quedó registrado en una fotografía que muestra un fuerte abrazo entre los dos.

La reunión fue recibida con agrado por ciudadanos venezolanos, pero también por aliados internacionales. La vicepresidenta de Colombia, Marta Lucía Ramírez, expresó que esa imagen es “lo que quería toda Venezuela y los demócratas del mundo: que dos líderes comprometidos con libertad del pueblo venezolano demuestren que el país está por encima de todo y que la oposición a Maduro transparente y limpia está totalmente unida para recuperar su país”.

Ledezma acompañó el acto en la Puerta del Sol en Madrid, donde Guaidó se reunió con la diáspora venezolana en España. Ante miles de venezolanos, en un emotivo discurso, Guaidó anunció su pronto regreso a Venezuela para continuar la lucha por la libertad; y entre lágrimas y de rodillas, pidió perdón a todos los venezolanos que han perdido la vida esperando un cambio que se ha tardado en llegar.

“Les pido unión, sé que hemos cometido errores, pero unidos tenemos más oportunidad de lograr la libertad. Primero hay que hacer la tarea, para luego hacer maletas para regresar a Venezuela. Que el mundo nos vea unidos, activos y movilizados dentro y fuera de Venezuela”, dijo.

Guaidó continuará su gira este lunes en Canadá, donde lo recibe el Primer Ministro progresista, Justin Trudeau. Hay expectativas también en que antes de retornar a Venezuela pueda reunirse con el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump.

El dictador Nicolás Maduro ya ha ordenado a la justicia, controlada por él, que tome las decisiones que tenga que tomar contra el presidente de la Asamblea Nacional a su regreso a Venezuela. Y ante ello, la Casa Blanca ha advertido que “la integridad física de Juan Guaidó es sumamente importante”.

En pocos días veremos cómo será esa vuelta a casa de Guaidó: si como el 4 de marzo de 2019, cuando fue recibido por miles de ciudadanos y escoltado por el Cuerpo Diplomático, o si el régimen avanzará con su aplanadora y lo encarcelará, pudiendo escalar aún más la crisis política en Venezuela.

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