Frenazo de la Generación Z

Vinicius, Rodrygo, João Félix y Ansu Fati viven un periodo decreciente después de las expectativas generadas. Solo Ferran Torres se revela como un pilar sólido en su equipo.

Jorge García
As
La Generación Z de LaLiga pasa por el peor de sus momentos del ejercicio. Los jóvenes que comenzaban la temporada dispuestos a dar un golpe sobre la mesa para posicionarse como personajes principales de los equipos más poderosos de la competición han entrado en una fase crepuscular. Podría observarse como ese Muro del Novato propio de la NBA, cuando las consistencias mental y física todavía no son capaces de envolver con regularidad la calidad y el arrojo que atesora el jugador en cuestión. Sea como fuere Rodrygo y Vinicius no alcanzan una velocidad de crucero en el Real Madrid. João Félix, por su parte, ha regresado de la Supercopa en Arabia con la peor cara desde que fichara por el Atlético. En ese torneo Ansu Fati únicamente disputó dos minutos, nueve si atendemos al último mes y medio del Barcelona. Únicamente Ferran Torres en el Valencia mantiene su versión más firme, siendo indiscutible para Celades y aportando tangibles e intangibles de futbolista de jerarquía.


Vinicius (12-07-200). 17 partidos; 735 minutos y 2 goles.

Su fútbol sigue sin ofrecer convicciones a Zidane. Su irrupción durante el depresivo final de temporada pasado en el Real Madrid hacían presagiar más, pero su debilidad de cara al gol y su inconsistencia le aparcan. Así, de titular en la segunda parte de la campaña anterior ha pasado a interpretar un papel de agitador en las partes finales de los partidos. Poco para lo que se presagiaba. Necesita mejorar.

Rodrygo. (9-1-2001). 15 partidos; 844 minutos y 6 goles.

El brasileño quiere rebelarse en un momento en el que cada minuto es oro. Hazard sigue de baja. Empezó la temporada en el Castilla y protagonizó una puesta en escena majestuosa a finales de octubre y principios de noviembre. Con el Madrid titubeando en la Champions, vacunó al Galatasaray con un hat-trick secundado con el gol abrelatas ante el Leganés. Su instinto de cara a portería le situaba claramente por delante de Vinicius. La baja de Hazard le abría las puertas del once, pero no termina de ser un fijo para Zidane. Necesita más argumentos. La personalidad con la que tiró el penalti en la tanda ante el Atlético podría ser uno de ellos.

João Félix. (10-11-1999). 21 partidos; 1.571 minutos y 4 goles.

El portugués es el fichaje más caro de la historia del Atlético, una inversión que tiene en vilo al club. Ha gripado y la Supercopa fue la prueba más evidente de ello. Sus asombrosas andanzas de la pretemporada corren peligro de quedar en fuegos de artificio. Transmite señales y sensaciones de no haber todavía acabado de digerir el estilo de Simeone y, jugándolo todo, no decide con frecuencia ni inclina con regularidad los partidos del lado rojiblanco. Viene pasando de puntillas en muchos partidos, con destellos cada vez menos frecuentes. Necesita ser activado con urgencia para no correr la misma suerte que otros talentos que pasaron últimamente por el equipo. Hay materia prima.

Ansu Fati. (31-10-2002). 14 partidos; 442 minutos y 3 goles.

Su rutilante aparición propició un terremoto allá por agosto. Fueron 12 minutos contra el Betis que unidos a los goles contra Osasuna y el Valencia dibujaban la aparición de una nueva estrella. En diciembre conseguía convertirse en el jugador más joven en marcar en un partido de la Champions, pero solamente ha jugado 34 minutos desde el 9 de noviembre y suma dos meses sin ser titular. Un frenazo en toda regla. Es cierto que un par de percances físicos han condicionado su final de año, aquejado, principalmente de molestias en el tendón rotuliano, resultado de encontrarse aún en periodo de crecimiento. El tridente, además, ha empezado a carburar con un Griezmann que se ha esforzado por encajar. Habrá que ver a partir de ahora la confianza que su talento recibe de Quique Setién.

Ferran Torres. (29-02-2000). 23 partidos; 1.590 minutos y 4 goles.

La excepción que confirma la regla. Comienza a ser un jugador de jerarquía en el Valencia, a pesar de su juventud. Indiscutible y sólido, para Celades es tan importante como Rodrigo o Parejo. Hace apenas un año lograba su primer gol oficial con la camiseta del Valencia y su evolución no cesa. Asentado, el club trabajará en una ampliación de contrato con la que afianzar a uno de sus pilares de futuro.

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