El virus de Wuhan salta a Europa mientras China refuerza el control y busca a los infectados

Las autoridades chinas elevan a 41 las víctimas mortales. Francia confirma los tres primeros de la UE. El Gobierno asiático planea construir un hospital de 1.000 camas en 10 días y clausura 70.000 cines

Macarena Vidal Liy
Pekín, El País
El coronavirus de Wuhan ya ha llegado a Europa, donde Francia confirmó este viernes los dos primeros positivos registrados en el continente. Y ello a pesar del esfuerzo chino por aumentar e intensificar sus medidas para atajar lo antes posible la rápida expansión del patógeno, que ya ha dejado al menos 41 muertos y más de un millar de infectados en ese país, según las últimas cifras ofrecidas por Bloomberg, además de otros 20 enfermos diagnosticados en ocho países —EEUU, Tailandia, Vietnam, Singapur, Japón, Corea del Sur, Nepal y Francia—; y uno en Taiwán.


Los primeros casos en Europa los anunció en París la ministra de Salud francesa, Agnès Buzyn. Dos han sido diagnosticado en un hospital de la capital francesa y aparentemente están relacionados entre sí y el otro en un centro sanitario de Burdeos, al suroeste de el país. Aunque los tres pacientes están ingresados, no han trascendido más detalles sobre su estado de salud. Buzyn pronosticó que probablemente sean diagnosticados más casos en Francia en los próximos días. En España, Sanidad descartó por la mañana dos casos en estudio, pero por la noche, el departamento de Salud del País Vasco notificó que tenían una paciente con algunos síntomas sospechosos que estaba bajo vigilancia y que recientemente había visitado Wuhan.

Mientras tanto, en el epicentro del brote, China combate la crisis con medidas de lo más espectacular a lo más básico. Desde la búsqueda de posibles casos mediante la tecnología más moderna, hasta el tradicional chivatazo para localizar casos no detectados. Quizás la medida más espectacular, por colosal, es construcción a toda máquina de un hospital de campaña con capacidad para mil camas y que estará terminado en 10 días, el 3 de febrero. No se ha reparado en medios: los trabajadores reciben un sueldo que triplica el habitual para que progresen con la mayor rapidez posible, según el periódico hongkonés South China Morning Post. Para acelerar los trabajos se ha optado por módulos prefabricados.

La idea de levantar un hospital de nueva construcción y derivar allí a los infectados por el coronavirus reproduce lo que se hizo en 2003 durante la epidemia del Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS, por sus siglas en inglés) que dejó más de 700 muertos. Entonces, Pekín ordenó edificar una clínica especializada, la de Xiaotangshan, en las afueras al norte de la capital. Cerca de 7.000 trabajadores tardaron solo una semana en construirla.

Además, nueve provincias y municipalidades, entre ellas las megalópolis de Pekín y Shanghai y la provincia de Hubei, epicentro de la infección, han declarado el nivel más alto de emergencia de salud pública. Ello deja la respuesta a la crisis en manos del Consejo de Estado —el Ejecutivo chino—, que este viernes ha advertido que “no se ha cortado la difusión del virus” y “las autoridades locales deben asumir más responsabilidad y darse más prisa”.

Los esfuerzos se van a concentrar, en parte, en localizar a quienes hayan podido salir de Wuhan, la ciudad donde se ha originado el contagio, y otras aledañas en la zona de riesgo, para determinar si son portadores del patógeno conocido provisionalmente como 2019-nCoV. El gobierno provincial de Hubei ha asegurado que investigará cómo se ha propagado y cómo los infectados salieron de Wuhan y hacia dónde.

Pekín, donde se han detectado al menos 29 casos, también ha comenzado a inspeccionar a las personas que han pasado por Wuhan. Sus aeropuertos comenzarán a tomar la temperatura corporal de cada pasajero. El gobierno local de la capital china y el de Shanghái han rogado a quienes hayan pasado por “zonas clave” de riesgo que permanezcan en casa o en cuarentena durante 14 días.

El Consejo de Estado, por su parte, ha solicitado al público información sobre posibles casos en los que se oculte la enfermedad o se manipule la cifra de infectados. Quienes sepan algo podrán dejar detalles de forma anónima en una plataforma de Internet que habitualmente se utiliza para denuncias de casos de corrupción. El Ejecutivo también ha anunciado que enviará equipos de investigadores para examinar violaciones en los procedimientos de control y prevención.

Las autoridades chinas han extendido ya a 14 ciudades de Hubei la cuarentena que empezó a imponerse este jueves en Wuhan. En total, casi cuarenta millones de personas, la mitad de la población de esta provincia, tienen restringida su libertad de movimiento, en una medida sin precedentes en estas dimensiones.

En Pekín han cerrado hasta nueva orden tramos de la Gran Muralla y la emblemática Ciudad Prohibida. En Shanghai, Disneylandia ha cesado temporalmente sus operaciones. Han echado la llave también 70.000 cines y las productoras han suspendido los estrenos que guardaban para esta época del año, una de las de mayor asistencia a las salas por las vacaciones del Año Nuevo Lunar. La federación de baloncesto china también ha anunciado el aplazamiento de sus partidos.

Sobre el terreno la situación dista de ser halagüeña. Los hospitales de Wuhan se encuentran desbordados y sus suministros están a un nivel muy bajo. Los principales centros de atención sanitaria han pedido este viernes públicamente donaciones de todo tipo de material protector, desde mascarillas sanitarias desechables a gafas y batas quirúrgicas. Según publica el periódico de propiedad estatal The Paper los hospitales solo cuentan con este tipo de equipación para apenas cinco días. Para paliar esa saturación, el Ejército chino enviará médicos militares para reforzar al personal sanitario local.

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