El Barça dio 1.005 pases, pero sólo 203 hacia delante
Barcelona, As
Quique Setién no engañó a nadie en su debut. Un dato lo certifica. La temporada pasada, el Betis batió el récord de posesión en LaLiga con un 82,5 por ciento. Fue en un partido ante el Leganés, que los verdiblancos ganaron 1-0. En su primer partido como entrenador del Barça, el equipo azulgrana batió el récord de posesión en esta Liga 2019-20. Tuvo un 82,5% de posesión. El Barça también ganó 1-0 el partido contra el Granada.
En una cosa no se puede discutir a Setién. Cree en esa manera de jugar de manera radical. Uno de los déficits que ha querido cortar de raíz a su llegada al Barça es el de los goles encajados después de pérdida. Lo observó en el partido de la Supercopa ante el Atlético y lo llevaba analizando tiempo en esas tardes delante del televisor que pasaba viendo a ese equipo que ha admirado la última década. Setién considera que la única manera de evitar esas transiciones es asegurar radicalmente la posesión de balón. Tal vez esa sea una de las explicaciones de los 1.005 pases, récord de la temporada, que el Barça dio ante el Granada. El Granada amenazó poco a Ter Stegen, apenas el disparo de Eteki. Eso sí, le pudo costar el partido al Barça. Pero un dato resulta impresionante. De los 1.005 pases que dio el Barça, sólo 203 fueron hacia delante. Eso significa que sólo un 20,2 por ciento de los toques que dio el equipo fue para avanzar.
Setién ha sido bien recibido entre los fundamentalistas del toque y la posesión, que no es lo mismo que ser fundamentalista de Cruyff o Guardiola aunque los reduccionistas intenten simplificarlo así. Pero el Barça exigirá algo más. Los 1.005 pases que, según datos de OPTA, dio el Barça en el partido contra el Granada, se tradujeron poco en acciones de gol. El Barça sólo tiró seis veces entre los tres palos, demasiado poco para tener un 82,5 por ciento de posesión. Este asunto ya generó un encendido debate en Sevilla. El Betis de Setién tuvo personalidad, pero radicalizó la manera de jugar hasta el punto de dividir a su afición, que pese a tener buen gusto por el toque llegó a pensar en buena parte que se abusaba de él. En el Barça eso no será suficiente. Además de toque, se pide energía y verticalidad, no horizontalidad. Fútbol y toque con sentido, no aburrimiento. Un buen sector de la afición aplaudió el primer día de Setién pese a que sólo fue capaz de ganar 1-0 y cuando el Granada se quedó con diez. Otro, sin embargo, pide mucho más. Y ve un sacrilegio poner en el mismo plano a Setién y a Guardiola. Con lógica, claro.
Quique Setién no engañó a nadie en su debut. Un dato lo certifica. La temporada pasada, el Betis batió el récord de posesión en LaLiga con un 82,5 por ciento. Fue en un partido ante el Leganés, que los verdiblancos ganaron 1-0. En su primer partido como entrenador del Barça, el equipo azulgrana batió el récord de posesión en esta Liga 2019-20. Tuvo un 82,5% de posesión. El Barça también ganó 1-0 el partido contra el Granada.
En una cosa no se puede discutir a Setién. Cree en esa manera de jugar de manera radical. Uno de los déficits que ha querido cortar de raíz a su llegada al Barça es el de los goles encajados después de pérdida. Lo observó en el partido de la Supercopa ante el Atlético y lo llevaba analizando tiempo en esas tardes delante del televisor que pasaba viendo a ese equipo que ha admirado la última década. Setién considera que la única manera de evitar esas transiciones es asegurar radicalmente la posesión de balón. Tal vez esa sea una de las explicaciones de los 1.005 pases, récord de la temporada, que el Barça dio ante el Granada. El Granada amenazó poco a Ter Stegen, apenas el disparo de Eteki. Eso sí, le pudo costar el partido al Barça. Pero un dato resulta impresionante. De los 1.005 pases que dio el Barça, sólo 203 fueron hacia delante. Eso significa que sólo un 20,2 por ciento de los toques que dio el equipo fue para avanzar.
Setién ha sido bien recibido entre los fundamentalistas del toque y la posesión, que no es lo mismo que ser fundamentalista de Cruyff o Guardiola aunque los reduccionistas intenten simplificarlo así. Pero el Barça exigirá algo más. Los 1.005 pases que, según datos de OPTA, dio el Barça en el partido contra el Granada, se tradujeron poco en acciones de gol. El Barça sólo tiró seis veces entre los tres palos, demasiado poco para tener un 82,5 por ciento de posesión. Este asunto ya generó un encendido debate en Sevilla. El Betis de Setién tuvo personalidad, pero radicalizó la manera de jugar hasta el punto de dividir a su afición, que pese a tener buen gusto por el toque llegó a pensar en buena parte que se abusaba de él. En el Barça eso no será suficiente. Además de toque, se pide energía y verticalidad, no horizontalidad. Fútbol y toque con sentido, no aburrimiento. Un buen sector de la afición aplaudió el primer día de Setién pese a que sólo fue capaz de ganar 1-0 y cuando el Granada se quedó con diez. Otro, sin embargo, pide mucho más. Y ve un sacrilegio poner en el mismo plano a Setién y a Guardiola. Con lógica, claro.