El Atlético vuelve a los errores pasados: otra primera parte nula

El equipo rojiblanco salió dormido y encajó un gol muy rápido contra el Eibar. Saúl y Simeone se mostraron críticos con el papel del equipo en la primera mitad.

Sergio Picos
As
El Atlético volvió a cometer en Ipurua los errores que durante octubre y noviembre le alejaron de la pelea por el título de Liga, con la distancia actual de ocho puntos con el Real Madrid que parece muy difícil de salvar pese a que todavía hay tiempo. Ante el Eibar regresaron unos fallos que parecían haber remitido en las últimas semanas y que habían vuelto a situar a los rojiblancos en la pomada por el título.


Asomó la cara B y el Atlético saltó campo sin intensidad para prácticamente desperdiciar toda la primera mitad. El equipo armero sí tuvo la determinación que impone siempre en su casa y a los 10 minutos se adelantaba en el marcador con el gol de Burgos en su cuarta llegada al área de Oblak, donde la zaga se durmió por completo en tres focos, el salto, la entrada al segundo palo y la línea del fuera de juego. Los de Simeone buscaron salir de la presión a base de balones largos, que eran misión imposible para Morata ante las dos torres atrás del Eibar y que no beneficiaban lo más mínimo a Correa, Vitolo y João Félix, un trío ofensivo que sólo pudo sentirse cómodo en las pocas ocasiones que jugaron el balón por abajo.

Saúl señalaba a la conclusión del partido que "ya van muchas veces esta temporada que no entramos bien a los partidos. Es problema de cada uno entrar fuerte y después de que nos hagan el gol siempre vamos con una marcha menos con el resultado en contra y con el miedo de que te puedan hacer un segundo tanto. Creo que la final de la primera parte y el inicio del segundo tiempo ha sido bueno, pero ellos se han defendido bien, no hemos conseguido crear ocasiones claras a pesar de llegar varias veces a línea de fondo y no hemos tenido certeza y ganas de marcar el camino al equipo. Nos han faltado muchas cosas, después de la buena dinámica que llevábamos es un palo duro. En la segunda parte intentamos mejorar la intensidad, porque perdíamos todas las segundas jugadas y así no se puede atacar".

Un problema que en las últimas fechas parecía desterrado o cuando menos enterrado, pero que volvió a hacerse patente en Eibar, las primeras partes desaprovechadas por completo. Una primera mitad pobre en un equipo sin identidad, sin presión y en apariencia con poca intención de marcar. Algo que pasó contra el Valladolid, el Bayer Leverkusen, el Alavés y el Sevilla en apenas un mes entre octubre y noviembre y que también se había vivido en el inicio de temporada contra el Leganés y el propio Eibar. Después el equipo siempre acabó despertando, en ocasiones más tímidamente, como en Zorrilla, Mendizorroza o Ipurua y en otras con un vendaval de ocasiones como ante el Sevilla o el Eibar en la primera vuelta.

Pero disputar 45 minutos a merced del rival es una desventaja muy difícil de solventar. En esos cuatro partidos prácticamente consecutivos sin presencia del equipo durante toda la primera parte, tan sólo en el encuentro contra el Leverkusen el cambio de cara sirvió para acabar ganando por 1-0 con un tanto de Morata después de salir desde el banquillo. En el resto la reacción no ha ido acompañada de triunfos. Ante el Valladolid (0-0) llegó un palo de Correa, pero no hubo goles, contra el Alavés Morata adelantó al equipo, pero Lucas empató con un golazo y en Sevilla el '9' puso el empate, pero no llegó la remontada pese a disponer de un penalti que falló Diego Costa.

Con una plantilla muy mermada por las lesiones, con tan sólo 15 jugadores del primer equipo en la convocatoria contra el Eibar, desaprovechar tantos minutos tienen una difícil solución. Sin cambios en el banquillo para manejar la desventaja, Simeone recurrió a Camello y Clemente del B para intentar dar otro aire al equipo en los últimos 10 minutos, pero la desventaja se amplió a dos goles. Un problema de intensidad que el propio Cholo ya ha remarcado en múltiples ocasiones y que había conseguido remitir, pero que vuelve a aparecer para complicar aún más LaLiga. Si el Atlético pierde la intensidad muchas de sus grandes cualidades se evaporan. El equipo tendrá que volver a trabajar para que no siga ocurriendo uno de los grandes males de la temporada.

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