CULTURAL 2 - ATLÉTICO 1 / Historia en León
Una Cultural enorme dio la sorpresa al eliminar al Atlético en la Copa. Marcó Correa pero remontaron los leoneses por empuje y las paradas de su portero, Lucas Giffard.
Patricia Cazón
As
A la hora en la que comenzaba a caer la cencellada que despertaría al día siguiente a León, con los árboles desnudos jaspeados de hielo en el río Bernesga, Simeone se desnudaba en el Reino de León. En el banquillo no se dejaba nada. Salía con lo mejor que tenía más Manu Sánchez, el único de cantera. Simeone había leído el aviso del Barça desde Ibiza. Enfrente, Aira levantaba un espejo: la Cultural con su saber jugar replegado pero agresivo en el correr. Buscaba repetir lo del Huesca, el abrigo para luego, Dioni y Kawaya, y al verde la cara B. Iba con héroes: Lucas, portero suplente, Sergio Benito, delantero.
Todo comenzó como establecía la diferencia de categorías. Mandaba el Primera, João Félix como falso ‘9’ y libertad de movimientos. Un pase suyo en profundidad a Vitolo fue el primer ‘uy’ del partido. La Cultural no sabía cómo marcarles. Ni ellos ni a Correa. El tiro del canario se cruzaba demasiado, Correa no lograba rebañar ese pase, el Atlético dominaba sin sudar. La espera de la Cultural replegada nunca terminaba en robo, a Sergio Benito no le llegaba un balón. Lo único a favor de Aira era el tiempo, que seguía pasando en el 0-0. En la grada, intercambio de cánticos. Trece mil con el ‘Cultural’ a ritmo del bombo de Magín, un córner de leoneses rojiblancos con el ‘Ole, ole, ole”:
Fue después de una rosca de Herrera que sacó Lucas con la puntera del guante que todo cambió para siempre. Como de si pronto las piernas de João hubiesen comenzado a congelarse en el frío que caía sobre el Reino, estadio acostumbrado al invierno. Ya no encontraba a Vitolo, tampoco a Correa, nadie era capaz de pasarse bien la pelota. Se alargó el campo, se acercó la Cultu a Adán córner a córner, con intensidad en el choque y mucha gente en las ayudas. Simeone pateaba balones invisibles en un área técnica que parecía ir menguando a cada minuto. El descanso llegó donde Aira quería. En el 0-0. Por delante, 45 minutos de posibilidades para el Segunda B y la oscuridad trepando por los cuerpos rojiblancos como el miedo. Ibiza, Albacete.
La segunda parte comenzó con un enfado del Cholo. Seguía su equipo impreciso y eso que había abrigado su centro del campo con la entrada de Thomas. La Cultural, muy solidaria en las ayudas con un comandante, el argentino Gudiño. “Sí se puede”, gritaba el Reino mientras Sergio Benito cabeceaba un córner un palmo por encima de la portería de Adán y Lucas sacaba ante Vitolo una mano por bajo de las de Oblak. Aira metía pólvora, Kawaya. Simeone dejaba para la historia un cambio en León: debutaba Saponjic. Dos minutos después, João Félix volvía a frotarse la bota para quitarle la escarcha y buscar a Correa con otro pase filtrado. El argentino remató de primeras para soplarle el negro a la noche. Se quedó con la capa de Griezmann.
Aira le dio la última media hora a su mejor goleador Dioni, como ante el Huesca, para buscar heroica y la encontró en los córners. Simeone le regaló todos los metros. Los forzaba Gudiño, los lanzaba Kawaya, lo llevó Castañeda a la red. Quedaban seis minutos para el final cuando a la Cultural le entraron las prisas. El partido se rompió. Lucas paró ante Saponjic, Adán lo hizo ante Sergio Benito. Y otra vez Adán, con el pecho, como podía, que la Cultural no se iba de su área. La prórroga llegó después de que el portero suplente de la Cultural, Lucas, sacara otras dos manos milagro de las de Oblak ante Felipe y Lucas. Hasta la cencellada dejó de caer en León. Calentaba ese grito. Cul-tu-ral, ahora altísimo.
Siguieron los guantes de Lucas sosteniendo a la Cultu en la primera parte de la prórroga. Y eso que Simeone le sumaba a Correa, Saponjic y João Félix a Riquelme y Camello. Antes de que llegara la segunda parte, varios de los hombres de Aira quedaban tendidos en la hierba, los calambres, las piernas pesaban todo. Entonces esa contra al comenzar la segunda parte de la prórroga. Dioni a Gudiño, Gudiño a Sergio Benito y Sergio Benito que bate a Adán de primeras. Un gol que quedará para siempre en la historia leonesa. El de la noche en que la Cultural se comió al Atlético de los 515 millones mientras de fondo sólo sonaba esa canción: "Sí se puede".
As
A la hora en la que comenzaba a caer la cencellada que despertaría al día siguiente a León, con los árboles desnudos jaspeados de hielo en el río Bernesga, Simeone se desnudaba en el Reino de León. En el banquillo no se dejaba nada. Salía con lo mejor que tenía más Manu Sánchez, el único de cantera. Simeone había leído el aviso del Barça desde Ibiza. Enfrente, Aira levantaba un espejo: la Cultural con su saber jugar replegado pero agresivo en el correr. Buscaba repetir lo del Huesca, el abrigo para luego, Dioni y Kawaya, y al verde la cara B. Iba con héroes: Lucas, portero suplente, Sergio Benito, delantero.
Todo comenzó como establecía la diferencia de categorías. Mandaba el Primera, João Félix como falso ‘9’ y libertad de movimientos. Un pase suyo en profundidad a Vitolo fue el primer ‘uy’ del partido. La Cultural no sabía cómo marcarles. Ni ellos ni a Correa. El tiro del canario se cruzaba demasiado, Correa no lograba rebañar ese pase, el Atlético dominaba sin sudar. La espera de la Cultural replegada nunca terminaba en robo, a Sergio Benito no le llegaba un balón. Lo único a favor de Aira era el tiempo, que seguía pasando en el 0-0. En la grada, intercambio de cánticos. Trece mil con el ‘Cultural’ a ritmo del bombo de Magín, un córner de leoneses rojiblancos con el ‘Ole, ole, ole”:
Fue después de una rosca de Herrera que sacó Lucas con la puntera del guante que todo cambió para siempre. Como de si pronto las piernas de João hubiesen comenzado a congelarse en el frío que caía sobre el Reino, estadio acostumbrado al invierno. Ya no encontraba a Vitolo, tampoco a Correa, nadie era capaz de pasarse bien la pelota. Se alargó el campo, se acercó la Cultu a Adán córner a córner, con intensidad en el choque y mucha gente en las ayudas. Simeone pateaba balones invisibles en un área técnica que parecía ir menguando a cada minuto. El descanso llegó donde Aira quería. En el 0-0. Por delante, 45 minutos de posibilidades para el Segunda B y la oscuridad trepando por los cuerpos rojiblancos como el miedo. Ibiza, Albacete.
La segunda parte comenzó con un enfado del Cholo. Seguía su equipo impreciso y eso que había abrigado su centro del campo con la entrada de Thomas. La Cultural, muy solidaria en las ayudas con un comandante, el argentino Gudiño. “Sí se puede”, gritaba el Reino mientras Sergio Benito cabeceaba un córner un palmo por encima de la portería de Adán y Lucas sacaba ante Vitolo una mano por bajo de las de Oblak. Aira metía pólvora, Kawaya. Simeone dejaba para la historia un cambio en León: debutaba Saponjic. Dos minutos después, João Félix volvía a frotarse la bota para quitarle la escarcha y buscar a Correa con otro pase filtrado. El argentino remató de primeras para soplarle el negro a la noche. Se quedó con la capa de Griezmann.
Aira le dio la última media hora a su mejor goleador Dioni, como ante el Huesca, para buscar heroica y la encontró en los córners. Simeone le regaló todos los metros. Los forzaba Gudiño, los lanzaba Kawaya, lo llevó Castañeda a la red. Quedaban seis minutos para el final cuando a la Cultural le entraron las prisas. El partido se rompió. Lucas paró ante Saponjic, Adán lo hizo ante Sergio Benito. Y otra vez Adán, con el pecho, como podía, que la Cultural no se iba de su área. La prórroga llegó después de que el portero suplente de la Cultural, Lucas, sacara otras dos manos milagro de las de Oblak ante Felipe y Lucas. Hasta la cencellada dejó de caer en León. Calentaba ese grito. Cul-tu-ral, ahora altísimo.
Siguieron los guantes de Lucas sosteniendo a la Cultu en la primera parte de la prórroga. Y eso que Simeone le sumaba a Correa, Saponjic y João Félix a Riquelme y Camello. Antes de que llegara la segunda parte, varios de los hombres de Aira quedaban tendidos en la hierba, los calambres, las piernas pesaban todo. Entonces esa contra al comenzar la segunda parte de la prórroga. Dioni a Gudiño, Gudiño a Sergio Benito y Sergio Benito que bate a Adán de primeras. Un gol que quedará para siempre en la historia leonesa. El de la noche en que la Cultural se comió al Atlético de los 515 millones mientras de fondo sólo sonaba esa canción: "Sí se puede".
