Christian Eriksen ya es del Inter
El danés cobrará 8 millones de euros anuales y el Tottenham recibe alrededor de 20 millones de euros, como siempre había demandado, 18 fijos más variables.
Mirko Calemme
As
Tras una larga negociación ha llegado a buen puerto uno de los fichajes más esperados de este mercado de invierno: Christian Eriksen es un nuevo futbolista del Inter. El danés llegó este lunes, a las 10 de la mañana, al aeropuerto de Linate, y se desplazó poco después a la clínica Humanitas de Milán, donde pasó el reconocimiento médico. Luego, el jugador se fue a la sede del CONI, donde se sometió a otros test físicos y saludó, desde una ventana, a los de tifosi que le esperaban, sacándose un selfie con ellos. "¿Si estoy feliz? Claro", dijo el exobjetivo del Real Madrid a los periodistas, y mostró su alegría también a los hinchas que le siguieron por la ciudad.
Los nerazzurri encontraron rápidamente un acuerdo con el mediocampista, que cobrará en San Siro 8 millones de euros netos más variables, pero le costó mucho más convencer al Tottenham. Daniel Levy confirmó ser un negociador durísimo y no dio su 'ok' hasta percibir lo que siempre había pedido: alrededor de 20 millones de euros, los que los milaneses desembolsarán entre parte fija (18 millones) y variables. La llegada de Eriksen confirma el gran crecimiento del proyecto del Inter, que está peleando por el scudetto con la Juventus y en este mercado ya había firmado a Ashley Young y Victor Moses. Antes del viernes, además, los italianos intentarán cerrar también a un punta: hay contactos avanzados tanto con Giroud del Arsenal como con Llorente del Nápoles.
El Inter lleva semanas negociando con el Tottenham el fichaje de uno de los futbolistas más cotizados del continente. Una operación en la que la voluntad del propio jugador de salir de los Spurs rumbo al Giuseppe Meazza ha sido clave.
Este fin de semana su ausencia en la convoctaria para el encuentro de FA Cup entre Tottenham y Southampton dejaba ya pistas sobre lo que podía ocurrir. Tras ese encuentro el propio Mourinho reconoció estar molesto con el Inter, no tanto por arrebatarle a una de sus estrellas como por el momento en el que lo hace, casi al final del mercado de fichajes.
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Tras una larga negociación ha llegado a buen puerto uno de los fichajes más esperados de este mercado de invierno: Christian Eriksen es un nuevo futbolista del Inter. El danés llegó este lunes, a las 10 de la mañana, al aeropuerto de Linate, y se desplazó poco después a la clínica Humanitas de Milán, donde pasó el reconocimiento médico. Luego, el jugador se fue a la sede del CONI, donde se sometió a otros test físicos y saludó, desde una ventana, a los de tifosi que le esperaban, sacándose un selfie con ellos. "¿Si estoy feliz? Claro", dijo el exobjetivo del Real Madrid a los periodistas, y mostró su alegría también a los hinchas que le siguieron por la ciudad.
Los nerazzurri encontraron rápidamente un acuerdo con el mediocampista, que cobrará en San Siro 8 millones de euros netos más variables, pero le costó mucho más convencer al Tottenham. Daniel Levy confirmó ser un negociador durísimo y no dio su 'ok' hasta percibir lo que siempre había pedido: alrededor de 20 millones de euros, los que los milaneses desembolsarán entre parte fija (18 millones) y variables. La llegada de Eriksen confirma el gran crecimiento del proyecto del Inter, que está peleando por el scudetto con la Juventus y en este mercado ya había firmado a Ashley Young y Victor Moses. Antes del viernes, además, los italianos intentarán cerrar también a un punta: hay contactos avanzados tanto con Giroud del Arsenal como con Llorente del Nápoles.
El Inter lleva semanas negociando con el Tottenham el fichaje de uno de los futbolistas más cotizados del continente. Una operación en la que la voluntad del propio jugador de salir de los Spurs rumbo al Giuseppe Meazza ha sido clave.
Este fin de semana su ausencia en la convoctaria para el encuentro de FA Cup entre Tottenham y Southampton dejaba ya pistas sobre lo que podía ocurrir. Tras ese encuentro el propio Mourinho reconoció estar molesto con el Inter, no tanto por arrebatarle a una de sus estrellas como por el momento en el que lo hace, casi al final del mercado de fichajes.
