Bombonera renovada: el Sector K volvería a ser popular
La nueva dirigencia sigue planeando obras que podrían concretarse en un futuro no muy lejano. ¿El objetivo? Ganar más lugares para aumentar capacidad.
Juampi Reynoso
As
Lo primero que prometió Jorge Amor Ameal tras ganar las elecciones fue abrir las puertas del club para los socios y socias. La idea de la nueva comisión directiva es que Boca sea mucho más social que los últimos años, para que los que mes a mes contribuyen con su cuota social se sientan más identificados con la institución.
Y una de las medidas que podría transformar a Boca en un club aún más popular todavía es la eliminación de las butacas del Sector K, donde hoy en día asisten abonados y abonadas a platea. La idea que tienen puertas adentro es que este lugar se convierta en tribuna general, como en los viejos tiempos.
Todavía no hay nada confirmado pero el proyecto está en etapa de análisis. Si la Seguridad lo aprueba y el Club tiene las garantías, hay muchísimas chances de que el Alberto J. Armando recupere más de 2 mil lugares para sus fieles peregrinos que asisten cada vez que el equipo hace de local. Pasan los años, pero la Bombonera no pierde su encanto.
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Lo primero que prometió Jorge Amor Ameal tras ganar las elecciones fue abrir las puertas del club para los socios y socias. La idea de la nueva comisión directiva es que Boca sea mucho más social que los últimos años, para que los que mes a mes contribuyen con su cuota social se sientan más identificados con la institución.
Y una de las medidas que podría transformar a Boca en un club aún más popular todavía es la eliminación de las butacas del Sector K, donde hoy en día asisten abonados y abonadas a platea. La idea que tienen puertas adentro es que este lugar se convierta en tribuna general, como en los viejos tiempos.
Todavía no hay nada confirmado pero el proyecto está en etapa de análisis. Si la Seguridad lo aprueba y el Club tiene las garantías, hay muchísimas chances de que el Alberto J. Armando recupere más de 2 mil lugares para sus fieles peregrinos que asisten cada vez que el equipo hace de local. Pasan los años, pero la Bombonera no pierde su encanto.
