Andrés Oppenheimer: Añez traicionó su mandato, ¡qué vergüenza!
EEUU, AFP
“Justo cuando pensábamos que Bolivia estaba haciendo una transición a la democracia después del fraude electoral del expresidente Evo Morales, la presidenta interina Jeanine Áñez ha traicionado su mandato al anunciar que se postulará para la presidencia en las elecciones del 3 de mayo. ¡Qué vergüenza!”, escribió el periodista Andrés Oppenheimer en su columna el Nuevo Herald publicada este lunes.
El periodista y escritor argentino manifiesta en su columna del medio norteamericano que el anuncio de Añez sobre su postulación para las Elecciones Generales “es la decisión más egoísta y miope que podría haber tomado. Básicamente, deslegitima a su gobierno interino, y dará nuevos argumentos a quienes afirmaban que el ex gobernante (Evo) Morales fue víctima de un “golpe”.
Para Oppenheimer no se supone que produjera este giro en los eventos políticos de Bolivia. Después de la renuncia del expresidente, Evo Morales, y la del exvicepresidente, Álvaro García Linera, en medio de las denuncias del fraude electoral, que fueron corroboradas por la Organización de Estados Americanos (OEA), lo que correspondía era que asuma la presidencia para convocar a elecciones transparentes dentro de los 90 días.
No obstante, ahora con el anuncio de su candidatura, el escritor sostiene que “ha traicionado su promesa”, ya que como presidenta, podrá utilizar recursos estatales para ayudar a su candidatura. “Y si gana, dejará dudas sobre las credenciales democráticas de lo que debería ser el primer gobierno democrático boliviano después de casi 14 años de autocracia”.
Por lo planteado, “esto deslegitima al gobierno de transición”, me dijo Eduardo Gamarra, un experto en Bolivia que enseña ciencias políticas en la Universidad Internacional de Florida (FIU). “La percepción no será que es un gobierno de transición, sino que es un gobierno que está tratando de mantenerse en el poder”, destaca el periodista.
Por lo tanto, sugiere que Añez retire su candidatura presidencial, ya que de lo contrario, será vista como “otra política hambrienta de poder que se preocupa más por sí misma que por las formas democráticas, igual que Morales”.
“Justo cuando pensábamos que Bolivia estaba haciendo una transición a la democracia después del fraude electoral del expresidente Evo Morales, la presidenta interina Jeanine Áñez ha traicionado su mandato al anunciar que se postulará para la presidencia en las elecciones del 3 de mayo. ¡Qué vergüenza!”, escribió el periodista Andrés Oppenheimer en su columna el Nuevo Herald publicada este lunes.
El periodista y escritor argentino manifiesta en su columna del medio norteamericano que el anuncio de Añez sobre su postulación para las Elecciones Generales “es la decisión más egoísta y miope que podría haber tomado. Básicamente, deslegitima a su gobierno interino, y dará nuevos argumentos a quienes afirmaban que el ex gobernante (Evo) Morales fue víctima de un “golpe”.
Para Oppenheimer no se supone que produjera este giro en los eventos políticos de Bolivia. Después de la renuncia del expresidente, Evo Morales, y la del exvicepresidente, Álvaro García Linera, en medio de las denuncias del fraude electoral, que fueron corroboradas por la Organización de Estados Americanos (OEA), lo que correspondía era que asuma la presidencia para convocar a elecciones transparentes dentro de los 90 días.
No obstante, ahora con el anuncio de su candidatura, el escritor sostiene que “ha traicionado su promesa”, ya que como presidenta, podrá utilizar recursos estatales para ayudar a su candidatura. “Y si gana, dejará dudas sobre las credenciales democráticas de lo que debería ser el primer gobierno democrático boliviano después de casi 14 años de autocracia”.
Por lo planteado, “esto deslegitima al gobierno de transición”, me dijo Eduardo Gamarra, un experto en Bolivia que enseña ciencias políticas en la Universidad Internacional de Florida (FIU). “La percepción no será que es un gobierno de transición, sino que es un gobierno que está tratando de mantenerse en el poder”, destaca el periodista.
Por lo tanto, sugiere que Añez retire su candidatura presidencial, ya que de lo contrario, será vista como “otra política hambrienta de poder que se preocupa más por sí misma que por las formas democráticas, igual que Morales”.