Algo pasa con João Félix
El delantero pasó inadvertido por la Supercopa y, aunque nadie duda de su talento, hay cierta preocupación, mientras Simeone trata de pulirlo.
Jesús Colino
As
Nadie duda que João Félix es un futbolista con algo especial. Cualquier aficionado, colchonero o no, ve que cuando coge el balón y lo doma posee un talento enorme que si explota puede llevarle a ser un supercrack. Pero también es cierto que en la Supercopa se esperaba más de él. En un escenario para lucir, ante dos rivales del más alto nivel, pasó prácticamente inadvertido. Detalles, alguna conducción, buenos toques... pero sin peso real en los encuentros. Algo pasa con João, al que por momentos se ha visto con cierta desconexión, incluso apático. Es joven (20 años) y la confianza en él es plena para ayudar entre todos a que el futbolista crezca de rojiblanco, porque aún quedan tres títulos en juego. Pero él tiene que dar un puñetazo en la mesa.
En la final jugó 101 minutos y dejó un tiro fuera (cruzó el balón demasiado tras un fallo de Ramos) y otro bloqueado. En la semifinal del jueves no remató, aunque participó en la combinación del 0-1. Pero realmente no estuvo acertado en la mayoría de las acciones en las que se espera que, por su calidad, mejore la jugada. El foco que debería ser sobre todo para él en las últimas semanas se lo está ganando Correa, un futbolista que pierde más balones y que es más imprevisible, pero que es más eléctrico, está siendo más determinante y que, haciendo balance de cada partido, genera más peligro al rival incluso partiendo desde más atrás.
João lleva este curso cuatro goles (Eibar, Mallorca y dos al Lokomotiv) y una asistencia, ante el Leganés. Poco bagaje para un futbolista de su enorme calidad, aunque es cierto que un esguince de tobillo le frenó cuando mejor se encontraba y le dejó fuera de seis partidos. Y Simeone aún trata de potenciarlo por su bien y el del equipo, aunque suele ser también uno de los sustituidos habituales para su disgusto. En la final ante el Madrid empezó en punta junto a Morata, aunque durante algún tramo ocupó la banda derecha. Son las dos posiciones que ha ido desempeñando desde que llegó al Metropolitano, aunque el portugués prefiere estar más cerca del área y menos exigido en defensa. En ese sentido también explicó el Cholo que buscarían la fórmula para que la fatiga no castigue al jugador y pueda resultar más decisivo en ataque.
"Aparte de talento hace falta compromiso. Cuando aparece el sentir porque están en el Atlético, las cosas salen solas. Cada futbolista necesita su tiempo", explicaba el técnico preguntado por el joven crack antes del Barça-Atlético. El futbolista no encontró sus mejores sensaciones en Arabia, aunque sí se esforzó. Por ello y porque antes del parón cuajó buenas actuaciones y dejó grandes jugadas que demuestran lo que tiene, desde el club tienen intacta su fe en él, aunque sí hay una cierta preocupación, igual que en parte de la afición, esperando que en lo que queda de curso sea mucho más que un futbolista de chispazos.
La fuerte inversión realizada ha generado cierta impaciencia alrededor del futbolista y también que se le juzgue probablemente con mucha severidad. No obstante, el delantero es consciente de su rol y de las expectativas y no rehúye la responsabilidad. Desde el vestuario advierten que sólo necesita un par de goles y de buenos partidos para liberarse y quitarse toda la ansiedad que pueda tener. En Yeda no pudo ser. Algo ocurre con João, pero tiene tiempo para disipar todas las dudas. La temporada se acerca al tramo decisivo y el Atlético y su gente esperan lo mejor del crack que más ha ilusionado en muchos años...
Jesús Colino
As
Nadie duda que João Félix es un futbolista con algo especial. Cualquier aficionado, colchonero o no, ve que cuando coge el balón y lo doma posee un talento enorme que si explota puede llevarle a ser un supercrack. Pero también es cierto que en la Supercopa se esperaba más de él. En un escenario para lucir, ante dos rivales del más alto nivel, pasó prácticamente inadvertido. Detalles, alguna conducción, buenos toques... pero sin peso real en los encuentros. Algo pasa con João, al que por momentos se ha visto con cierta desconexión, incluso apático. Es joven (20 años) y la confianza en él es plena para ayudar entre todos a que el futbolista crezca de rojiblanco, porque aún quedan tres títulos en juego. Pero él tiene que dar un puñetazo en la mesa.
En la final jugó 101 minutos y dejó un tiro fuera (cruzó el balón demasiado tras un fallo de Ramos) y otro bloqueado. En la semifinal del jueves no remató, aunque participó en la combinación del 0-1. Pero realmente no estuvo acertado en la mayoría de las acciones en las que se espera que, por su calidad, mejore la jugada. El foco que debería ser sobre todo para él en las últimas semanas se lo está ganando Correa, un futbolista que pierde más balones y que es más imprevisible, pero que es más eléctrico, está siendo más determinante y que, haciendo balance de cada partido, genera más peligro al rival incluso partiendo desde más atrás.
João lleva este curso cuatro goles (Eibar, Mallorca y dos al Lokomotiv) y una asistencia, ante el Leganés. Poco bagaje para un futbolista de su enorme calidad, aunque es cierto que un esguince de tobillo le frenó cuando mejor se encontraba y le dejó fuera de seis partidos. Y Simeone aún trata de potenciarlo por su bien y el del equipo, aunque suele ser también uno de los sustituidos habituales para su disgusto. En la final ante el Madrid empezó en punta junto a Morata, aunque durante algún tramo ocupó la banda derecha. Son las dos posiciones que ha ido desempeñando desde que llegó al Metropolitano, aunque el portugués prefiere estar más cerca del área y menos exigido en defensa. En ese sentido también explicó el Cholo que buscarían la fórmula para que la fatiga no castigue al jugador y pueda resultar más decisivo en ataque.
"Aparte de talento hace falta compromiso. Cuando aparece el sentir porque están en el Atlético, las cosas salen solas. Cada futbolista necesita su tiempo", explicaba el técnico preguntado por el joven crack antes del Barça-Atlético. El futbolista no encontró sus mejores sensaciones en Arabia, aunque sí se esforzó. Por ello y porque antes del parón cuajó buenas actuaciones y dejó grandes jugadas que demuestran lo que tiene, desde el club tienen intacta su fe en él, aunque sí hay una cierta preocupación, igual que en parte de la afición, esperando que en lo que queda de curso sea mucho más que un futbolista de chispazos.
La fuerte inversión realizada ha generado cierta impaciencia alrededor del futbolista y también que se le juzgue probablemente con mucha severidad. No obstante, el delantero es consciente de su rol y de las expectativas y no rehúye la responsabilidad. Desde el vestuario advierten que sólo necesita un par de goles y de buenos partidos para liberarse y quitarse toda la ansiedad que pueda tener. En Yeda no pudo ser. Algo ocurre con João, pero tiene tiempo para disipar todas las dudas. La temporada se acerca al tramo decisivo y el Atlético y su gente esperan lo mejor del crack que más ha ilusionado en muchos años...