1x1 del Madrid: Courtois, Valverde y Ramos, titanes del desierto

El belga paró todo, incluido un penalti a Thomas en la tanda decisiva. Ramos hizo el suyo, el último, con mimo. El Pajarito, expulsado al evitar un gol en el 118’, fue el MVP de la final.

Carlos Forjanes
As
El Madrid se lleva la Supercopa de Yeda apelando esta vez no a la sinfonía del fútbol de la semifinal contra el Valencia, en el derbi en suelo arábigo recurrió a la cimitarra y a la resiliencia. Apagados Isco y Kroos, pero aferrados a Courtois, esa fuente inagotable de gasolina que es Valverde y la insolencia de Rodrygo, Ramos volvió a clavar un puñal en corazón atlético. Esta vez, de penalti, el último.


COURTOIS: Sigue de dulce y jugar ante el Atlético no le provoca sentimentalismos. No picó en la trampa de Morata, que se dejó caer en un mano a mano, y en la segunda parte volvió a ganarle la partida al delantero atlético con una manopla en un remate casi a bocajarro, la mejor ocasión rojiblanca. También apareció en la prórroga, especialmente con una mano increíble de puros reflejos en un rechace envenenado de Mendy que iba dentro... En la tanda, fue el muro de Yeda. Primero a Thomas.

CARVAJAL: Más pendiente de no perderse nada atrás, especialmente tras la entrada de Vitolo. Falló en la jugada que le costó la roja a Valverde y se llevó la amarilla por enzarzarse en una discusión con Savic. Eso sí, tomó la responsabilidad del primer penalti y lo convirtió.

VARANE: Gran parte de la pelea contra Morata le cayó a su compañero de zaga. No hubo oportunidad de sacarle partido al reciente acierto del galo a balón parado.

RAMOS: Empezó con un fallo clamoroso. En el minuto 13 quiso sacar jugado un balón raso en el propia área blanca y le dejó la pelota franca a Joao Felix, que por suerte para el Madrid disparó fuera. Pero la historia le había reservado otro hueco poner su nombre: esta vez no de cabeza ni en el minuto ‘Noventa y Ramos’, fue penalti. Con pausa, con mimo, un penalti que fue un puñal y le dio la Supercopa al Madrid.

MENDY: Uno de sus mejores partidos, si no el mejor, como madridista. Tuvo su mejor jugada en un buen regate a Trippier pegado a la cal cerca del descanso. Pero el británico aún le busca. Mucho más suelto en ataque (y certero) que de costumbre. Vio la amarilla por un golpe a Morata.

CASEMIRO: Fue el único que supuso una amenaza a balón parado, con un muy buen remate de cabeza al filo del descanso que se fue por encima del travesaño de Oblak por milímetros.

VALVERDE: Pegado a la banda derecha por mandato táctico de Zidane, aún así fue el mejor del Madrid en la primera media hora. Le hizo un destrozo a Lodi. Tuvo la mejor ocasión en el 67’ para cabecear un centro de Jovic a placer pero el remate, que no es lo suyo, fue esperpéntico. Su gran final terminó cuando tuvo que zancadillear en el 118’ a Morata para evitar el gol rojiblanco. Una roja justa.

KROOS: Muy incómodo y apenas presente en las acciones a balón parado. Hasta la prórroga tampoco encontró grieta por la que colar un chut lejano. En el 102’ dejó su puesto a Vinicius.

MODRIC: Fue el primero en probar seriamente los guantes de Oblak. Se jugó la roja con una plancha fuerte y a destiempo al tobillo de Trippier. Menos brillante que ante el Valencia, pero dio una lección de pundonor con 34 años.

ISCO: Apenas pudo sacarle partido a su habilidad entre líneas porque el Madrid no pudo jugar entre líneas. Fue el sacrificado de Zidane, en el 60’, para adelgazar el número de centrocampistas.

JOVIC: Como la semifinal ante el Valencia, fue un náufrago. Ni sus compañeros le buscaron ni el serbio supo buscarse por sí mismo la vida. Pero la segunda parte fue otra película. De repente, en dos acciones en cinco minutos, se convirtió en un incendio que el Atleti no sabía cómo contener… hasta que se extinguió por sí solo. El Madrid tiene un problema en el papel de suplente de Benzema.

RODRYGO: Zizou le utilizó para abrir el campo y darle chispa a un amuermado ataque blanco. Se notó y en su diestra estuvo la Supercopa en el 92’ pero el derechazo fue raso y centrado a más no poder. Mostró arrojo pidiéndose un penalti y lo clavó por la escuadra.

MARIANO: De futbolista en barbecho durante toda la temporada a elemento sorpresa de Zidane. Salió en el 82’ para ser un tormento. Lo fue y hasta tuvo un cabezazo en el 87’ que buscó pero no terminó de encontrar la escuadra de Oblak. En la segunda parte de la prórroga volvió a amenazar con el mismo método y después un rechace obligó al portero esloveno a lucirse. El hispano-dominicano fue una tormenta en el desierto.

VINICIUS: Zidane le dio paso pensando en la segunda parte de la prórroga, pero fue intrascendente.

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