1x1 del Barcelona: Neto no es Ter Stegen
El portero brasileño, que encajó tres goles, no dio nunca seguridad bajo los palos. En el primer gol pudo hacer mucho más, forzó un penalti en el segundo y en el tercero Piqué le dejó vendido.
Javier Miguel
As
Neto: Su primer partido ante el Inter en Champions levantó oleadas de aplausos, en el segundo ante el Espanyol ya se oyeron las primeras críticas, que desgraciadamente se han multiplicado en el tercero frente al Atlético en la Supercopa de España. Apenas una acción destacada a un remate de Morata a bocajarro, el meta brasileño tuvo buena parte de culpa en los tres goles, sobre todo en los dos primeros: en el de Koke no estiró el brazo lo suficiente a un remate mordido y en el segundo no llegó a tiempo y provocó un penalti. En el tercero llegó a tocar el balón pero sin poder despejarlo lo suficiente. Es evidente que Neto no es Ter Stegen, ni por carisma ni por actitud bajo los palos.
Sergi Roberto: El de Reus ocupó la banda derecha con resolución y presencia, sobre todo en sus incursiones en el ataque. En defensa tuvo algún problema de marca, sobre todo a la hora de vigilar las espaldas. Le sigue faltando un poco más de decisión para subir arriba con más verticalidad.
Piqué: Lástima que un error puntual le señale como uno de los culpables de la eliminación. El tercer gol de Correa llegó tras un imperdonable error a la hora de despejar un balón, dejando el balón muerto para que el argentino se marchara solo ante la portería de Neto. Marcó un gol, pero el VAR se lo anuló porque Vidal estaba apenas un centímetro más adelantado. Su partido, si quitamos del disco duro el fallo en el tercer gol, fue simplemente perfecto.
Umtiti: No está al nivel de aquel central francés que revolucionó la defensa con su contundencia y capacidad de sacar el balón, pero poco a poco se va acercando. Su gran lastre en el juego es su lentitud y su gran virtud es que sabe anticiparse mejor que nadie a las acciones del delantero. Si la rodilla derecha se lo permite se merece más minutos y continuidad.
Alba: El lateral sirvió un balón de oro en el segundo gol del Barcelona con una asistencia a Suárez perfecta que acabó rematando Griezmann. Sin embargo, su juego se vio encharcado por sus pertinaces discusiones con los rivales a pie de campo, que acabaron desquiciándole.
Sergio Busquets: Acabó exhausto y teniendo que ser sustituido en los minutos finales. Aguantó 70 minutos realizando un ejercicio soberbio de temple y control del ritmo de juego, sacando el balón con precisión y buscando siempre la mejor solución. Sin embargo, empañó su gran partido en los últimos diez minutos, cuando el físico ya no le aguantaba y estuvo perdiendo balones en zonas de alto riesgo.
Arturo Vidal: El chileno completó un partido superlativo, seguramente el mejor de esta temporada. Contundente sin el balón y preciso con la pelota, se comió él solito a buena parte de los centrocampistas del Atlético. Dio un pase enorme a Piqué tras un lanzamiento de falta de Messi, pero el VAR acabó anulando la jugada. Su ímpetu y garra son innegociables. Es imposible que el Barcelona acepte que marche en invierno a Milán por muchas demandas que interponga.
De Jong: Buen partido del holandés, pese a alguna pérdida de balón intolerable en zonas de alto riesgo. Soberbio en la conducción y a la hora de romper líneas de presión. Le sigue faltando un poco más de ambición para mirar arriba.
Messi: Lo dio todo para llegar a la final, pero a veces la calidad y el talento no son suficientes. Marcó un gran gol, le anularon otro por unas manos casi inapreciables, dio la asistencia de otro que también anularon y galvanizó todo el juego de ataque de los blaugrana. Sigue comiendo aparte.
Luis Suárez: El charrúa no marcó, pero estuvo muy cerca de batir la portería de Oblak en dos ocasiones con sendos remates a bocajarro que respondió el meta esloveno con dos intervenciones portentosas. Además tuvo sus más y sus menos con Oblak en alguna jugada puntual dentro del área.
Griezmann: Estuvo más dinámico que en otras ocasiones y combinando con más acierto con sus socios en ataque. Producto de su mejoría en el juego llegó su gol, marcado de cabeza tras aprovechar un despeje de Oblak, que evidentemente no celebró. Estuvo cerca de marcar un par de goles más, pero el meta esloveno es de otro nivel.
CAMBIOS:
Rakitic: Salió para dar oxígeno en el mediocampo tras el apagón de fusibles de Busquets. Ocupó el puesto de pivote defensivo, pero ya era demasiado tarde.
Ansu Fati: Apenas entró en acción.
Javier Miguel
As
Neto: Su primer partido ante el Inter en Champions levantó oleadas de aplausos, en el segundo ante el Espanyol ya se oyeron las primeras críticas, que desgraciadamente se han multiplicado en el tercero frente al Atlético en la Supercopa de España. Apenas una acción destacada a un remate de Morata a bocajarro, el meta brasileño tuvo buena parte de culpa en los tres goles, sobre todo en los dos primeros: en el de Koke no estiró el brazo lo suficiente a un remate mordido y en el segundo no llegó a tiempo y provocó un penalti. En el tercero llegó a tocar el balón pero sin poder despejarlo lo suficiente. Es evidente que Neto no es Ter Stegen, ni por carisma ni por actitud bajo los palos.
Sergi Roberto: El de Reus ocupó la banda derecha con resolución y presencia, sobre todo en sus incursiones en el ataque. En defensa tuvo algún problema de marca, sobre todo a la hora de vigilar las espaldas. Le sigue faltando un poco más de decisión para subir arriba con más verticalidad.
Piqué: Lástima que un error puntual le señale como uno de los culpables de la eliminación. El tercer gol de Correa llegó tras un imperdonable error a la hora de despejar un balón, dejando el balón muerto para que el argentino se marchara solo ante la portería de Neto. Marcó un gol, pero el VAR se lo anuló porque Vidal estaba apenas un centímetro más adelantado. Su partido, si quitamos del disco duro el fallo en el tercer gol, fue simplemente perfecto.
Umtiti: No está al nivel de aquel central francés que revolucionó la defensa con su contundencia y capacidad de sacar el balón, pero poco a poco se va acercando. Su gran lastre en el juego es su lentitud y su gran virtud es que sabe anticiparse mejor que nadie a las acciones del delantero. Si la rodilla derecha se lo permite se merece más minutos y continuidad.
Alba: El lateral sirvió un balón de oro en el segundo gol del Barcelona con una asistencia a Suárez perfecta que acabó rematando Griezmann. Sin embargo, su juego se vio encharcado por sus pertinaces discusiones con los rivales a pie de campo, que acabaron desquiciándole.
Sergio Busquets: Acabó exhausto y teniendo que ser sustituido en los minutos finales. Aguantó 70 minutos realizando un ejercicio soberbio de temple y control del ritmo de juego, sacando el balón con precisión y buscando siempre la mejor solución. Sin embargo, empañó su gran partido en los últimos diez minutos, cuando el físico ya no le aguantaba y estuvo perdiendo balones en zonas de alto riesgo.
Arturo Vidal: El chileno completó un partido superlativo, seguramente el mejor de esta temporada. Contundente sin el balón y preciso con la pelota, se comió él solito a buena parte de los centrocampistas del Atlético. Dio un pase enorme a Piqué tras un lanzamiento de falta de Messi, pero el VAR acabó anulando la jugada. Su ímpetu y garra son innegociables. Es imposible que el Barcelona acepte que marche en invierno a Milán por muchas demandas que interponga.
De Jong: Buen partido del holandés, pese a alguna pérdida de balón intolerable en zonas de alto riesgo. Soberbio en la conducción y a la hora de romper líneas de presión. Le sigue faltando un poco más de ambición para mirar arriba.
Messi: Lo dio todo para llegar a la final, pero a veces la calidad y el talento no son suficientes. Marcó un gran gol, le anularon otro por unas manos casi inapreciables, dio la asistencia de otro que también anularon y galvanizó todo el juego de ataque de los blaugrana. Sigue comiendo aparte.
Luis Suárez: El charrúa no marcó, pero estuvo muy cerca de batir la portería de Oblak en dos ocasiones con sendos remates a bocajarro que respondió el meta esloveno con dos intervenciones portentosas. Además tuvo sus más y sus menos con Oblak en alguna jugada puntual dentro del área.
Griezmann: Estuvo más dinámico que en otras ocasiones y combinando con más acierto con sus socios en ataque. Producto de su mejoría en el juego llegó su gol, marcado de cabeza tras aprovechar un despeje de Oblak, que evidentemente no celebró. Estuvo cerca de marcar un par de goles más, pero el meta esloveno es de otro nivel.
CAMBIOS:
Rakitic: Salió para dar oxígeno en el mediocampo tras el apagón de fusibles de Busquets. Ocupó el puesto de pivote defensivo, pero ya era demasiado tarde.
Ansu Fati: Apenas entró en acción.