Un traspié inesperado para River
El Millonario perdió con San Lorenzo 1-0 en el Monumental. Mereció mejor suerte, erró dos penales y recibió dos expulsiones ante un Ciclón que fue más efectivo.
Nicolás Mirelman
As
En la previa de los festejos que el club había preparado para el primer aniversario de la final ganada a Boca en Madrid, River tenía ante San Lorenzo una buena chance de trepar a lo más alto de la Superliga, al menos hasta que juegue Argentinos, pero no lo logró y cayó 1-0.
El inicio del equipo de Marcelo Gallardo tuvo la intensidad habitual: presión, tenencia de pelota y buena circulación en campo contrario para generar fútbol principalmente desde los pies de Juan Fernando Quintero, que volvió a la titularidad.
Una buena combinación entre el colombiano y Exequiel Palacios estuvo a punto de convertirse en el primer tanto de la noche, pero nadie llegó a empujar el balón y el tucumano terminó reclamando penal por un supuesto agarrón dentro del área.
El Ciclón, que sólo esperaba agazapado y no había ni siquiera intentado de contragolpe, encontró la ventaja en la réplica, sobre los 15 minutos. Fue cuando Adolfo Gaich bajó una pelota por el segundo palo, se sacó de encima a dos rivales y definió con potencia para dejar sin respuestas a Franco Armani.
Luego de eso, la visita se envalentonó y tuvo un par de opciones más para ampliar la diferencia, aunque luego el trámite retomó su cauce habitual, con posesión y dominio territorial de los dueños de casa. Más allá de eso, las oportunidades para los del Muñeco fueron contadas y algo forzadas ante una férrea última línea azulgrana.
Antes del descanso, Rafael Borré, a quien Patricio Loustau le había anulado el empate por una dudosa posición adelantada, tuvo de penal la mejor chance para lograrlo en la primera etapa. Pero su disparo anunciado fue adivinado por Sebastián Torrico que se estiró sobre su palo izquierdo y evitó el gol.
El segundo tiempo mantuvo una tónica similar, con el conjunto de Diego Monarriz replegado aguantando las embestidas locales. Tras una falta de Marcelo Herrera sobre Nicolás De La Cruz, Quintero contó con otro penal y también lo desperdició. El tiro cruzado del 10 dio en el palo y recorrió la línea, para irse manso al saque de arco por el otro lado.
Golpeado anímicamente por las ocasiones perdidas, el Millonario atenuó su búsqueda y San Lorenzo, con los hermanos Óscar y Ángel Romero como bandera, se dedicó a aguantar el balón como pudo y cerrarse bien en el fondo.
La expulsión de Palacios no les alcanzó a los de Boedo para cerrar el partido. De hecho, River tuvo casi de inmediato una gran chance mediante una definición fallida de Matías Suárez que no llegó a corregir el ingresado Lucas Pratto.
Hasta el final, con nueve hombres después de que viera la roja también De La Cruz, con corazón y pelota parada los de Núñez fueron al frente, pero no les alcanzó. Terminó siendo una derrota injusta, sin embargo la caída de Boca en Rosario dejó abierto el torneo para 2020.
Nicolás Mirelman
As
En la previa de los festejos que el club había preparado para el primer aniversario de la final ganada a Boca en Madrid, River tenía ante San Lorenzo una buena chance de trepar a lo más alto de la Superliga, al menos hasta que juegue Argentinos, pero no lo logró y cayó 1-0.
El inicio del equipo de Marcelo Gallardo tuvo la intensidad habitual: presión, tenencia de pelota y buena circulación en campo contrario para generar fútbol principalmente desde los pies de Juan Fernando Quintero, que volvió a la titularidad.
Una buena combinación entre el colombiano y Exequiel Palacios estuvo a punto de convertirse en el primer tanto de la noche, pero nadie llegó a empujar el balón y el tucumano terminó reclamando penal por un supuesto agarrón dentro del área.
El Ciclón, que sólo esperaba agazapado y no había ni siquiera intentado de contragolpe, encontró la ventaja en la réplica, sobre los 15 minutos. Fue cuando Adolfo Gaich bajó una pelota por el segundo palo, se sacó de encima a dos rivales y definió con potencia para dejar sin respuestas a Franco Armani.
Luego de eso, la visita se envalentonó y tuvo un par de opciones más para ampliar la diferencia, aunque luego el trámite retomó su cauce habitual, con posesión y dominio territorial de los dueños de casa. Más allá de eso, las oportunidades para los del Muñeco fueron contadas y algo forzadas ante una férrea última línea azulgrana.
Antes del descanso, Rafael Borré, a quien Patricio Loustau le había anulado el empate por una dudosa posición adelantada, tuvo de penal la mejor chance para lograrlo en la primera etapa. Pero su disparo anunciado fue adivinado por Sebastián Torrico que se estiró sobre su palo izquierdo y evitó el gol.
El segundo tiempo mantuvo una tónica similar, con el conjunto de Diego Monarriz replegado aguantando las embestidas locales. Tras una falta de Marcelo Herrera sobre Nicolás De La Cruz, Quintero contó con otro penal y también lo desperdició. El tiro cruzado del 10 dio en el palo y recorrió la línea, para irse manso al saque de arco por el otro lado.
Golpeado anímicamente por las ocasiones perdidas, el Millonario atenuó su búsqueda y San Lorenzo, con los hermanos Óscar y Ángel Romero como bandera, se dedicó a aguantar el balón como pudo y cerrarse bien en el fondo.
La expulsión de Palacios no les alcanzó a los de Boedo para cerrar el partido. De hecho, River tuvo casi de inmediato una gran chance mediante una definición fallida de Matías Suárez que no llegó a corregir el ingresado Lucas Pratto.
Hasta el final, con nueve hombres después de que viera la roja también De La Cruz, con corazón y pelota parada los de Núñez fueron al frente, pero no les alcanzó. Terminó siendo una derrota injusta, sin embargo la caída de Boca en Rosario dejó abierto el torneo para 2020.