Un problema llamado Arthur
Sentó muy mal en el club su ‘espantada’ a París para acudir a la fiesta de Neymar el curso pasado y ahora ha vuelto a llamarle a capítulo por practicar snowboard.
Javier Miguel
As
Arthur Melo está a punto de traspasar la zona roja que etiqueta a los jugadores problemáticos, aquellos que aportan más problemas que soluciones al club. El centrocampista brasileño acumula una serie de incidencias que le están dejando mal. La temporada pasada fue llamado a capítulo por parte de Ernesto Valverde tras filtrarse que el jugador se había ido a París para acudir a la fiesta de Neymar a falta de tres días para jugar contra el Real Madrid. Un acto que fue considerado en el club como un “error de juventud”, pero que sentó muy mal en el cuerpo técnico.
Cuando parecía que había aprendido la lección y que su comportamiento empezaba a ser ejemplar, el canal autonómico catalán (TV3) desveló una escapada del brasileño, junto a su compatriota Neto, a principios de diciembre a Andorra. El problema no fue el viaje en sí, sino que Arthur aprovechó la salida para practicar snowboard, una especialidad totalmente prohibida para un futbolista y con el agravante que el centrocampista estaba convaleciente por unas molestias en el pubis.
En el club esta nueva salida de tono de Arthur sentó especialmente mal. Primero porque es ya reincidente en actos de indisciplina y segundo porque este último está teniendo graves secuelas. Desde que marchara con Brasil a mediados de noviembre que el papel de Arthur en el equipo es prácticamente anecdótico: en dos meses sólo ha jugado 74 minutos (Atlético de Madrid). De hecho, su último partido completo fue el pasado 9 de noviembre, ante el Celta de Vigo (4-1) en el Camp Nou.
En el primer partido tras el parón de selecciones, Leganés (1-2) en Butarque, Arthur no fue ni convocado. En el club se escondieron las molestias alegando que su baja era una decisión técnica. Días después entró en la lista para el partido de Champions ante el Borussia (3-1) en el Camp Nou, pero no jugó ni un minuto. Sí participó, siendo titular contra el Atlético (0-1) en el Wanda y jugando 74 minutos, pero a partir de aquí ya no se le ha vuelto a ver el pelo. La culpa: una pubalgia crónica que arrastra desde final de la temporada pasada.
El club se vio obligado a emitir un comunicado médico oficializando las molestias en el pubis. Desde ese día hasta ahora han pasado cuatro semanas y el jugador se ha perdido un total de cinco partidos: Mallorca (5-2), Inter (1-2), Real Sociedad (2-2), Real Madrid (0-0) y Alavés (4-1).
Sin embargo, el club volvió a enviar un segundo comunicado el lunes anunciando que la recuperación de Arthur se demorará como mínimo tres semanas más. Eso quiere decir que no estará en el derbi ante el Espanyol, tampoco en la Supercopa de España ni tampoco ante el Granada en LaLiga. Así pues, como mínimo, se perderá tres partidos más, que sumados a los cinco que ya ha acumulado de baja, sumaría un total de ocho encuentros en el dique seco.
Este retraso en el regreso del brasileño es un auténtico rompecabezas para Valverde, sobre todo tras la marcha de Carles Aleñá al Betis y el futuro cada día más incierto de Arturo Vidal, al que hay que añadir además la constatación que Sergi Roberto rinde mucho mejor como lateral que como interior. A día de hoy el técnico extremeño sólo cuenta con cuatro centrocampistas para empezar el 2020: Sergio Busquets, De Jong, Rakitic y Vidal. Pero con el chileno amenazando día sí y día también con hacer las maletas a Milán. En todo caso, en el filial hay un chaval, Riqui Puig, golpeando a la puerta desde hace tiempo y pidiendo una oportunidad.
Javier Miguel
As
Arthur Melo está a punto de traspasar la zona roja que etiqueta a los jugadores problemáticos, aquellos que aportan más problemas que soluciones al club. El centrocampista brasileño acumula una serie de incidencias que le están dejando mal. La temporada pasada fue llamado a capítulo por parte de Ernesto Valverde tras filtrarse que el jugador se había ido a París para acudir a la fiesta de Neymar a falta de tres días para jugar contra el Real Madrid. Un acto que fue considerado en el club como un “error de juventud”, pero que sentó muy mal en el cuerpo técnico.
Cuando parecía que había aprendido la lección y que su comportamiento empezaba a ser ejemplar, el canal autonómico catalán (TV3) desveló una escapada del brasileño, junto a su compatriota Neto, a principios de diciembre a Andorra. El problema no fue el viaje en sí, sino que Arthur aprovechó la salida para practicar snowboard, una especialidad totalmente prohibida para un futbolista y con el agravante que el centrocampista estaba convaleciente por unas molestias en el pubis.
En el club esta nueva salida de tono de Arthur sentó especialmente mal. Primero porque es ya reincidente en actos de indisciplina y segundo porque este último está teniendo graves secuelas. Desde que marchara con Brasil a mediados de noviembre que el papel de Arthur en el equipo es prácticamente anecdótico: en dos meses sólo ha jugado 74 minutos (Atlético de Madrid). De hecho, su último partido completo fue el pasado 9 de noviembre, ante el Celta de Vigo (4-1) en el Camp Nou.
En el primer partido tras el parón de selecciones, Leganés (1-2) en Butarque, Arthur no fue ni convocado. En el club se escondieron las molestias alegando que su baja era una decisión técnica. Días después entró en la lista para el partido de Champions ante el Borussia (3-1) en el Camp Nou, pero no jugó ni un minuto. Sí participó, siendo titular contra el Atlético (0-1) en el Wanda y jugando 74 minutos, pero a partir de aquí ya no se le ha vuelto a ver el pelo. La culpa: una pubalgia crónica que arrastra desde final de la temporada pasada.
El club se vio obligado a emitir un comunicado médico oficializando las molestias en el pubis. Desde ese día hasta ahora han pasado cuatro semanas y el jugador se ha perdido un total de cinco partidos: Mallorca (5-2), Inter (1-2), Real Sociedad (2-2), Real Madrid (0-0) y Alavés (4-1).
Sin embargo, el club volvió a enviar un segundo comunicado el lunes anunciando que la recuperación de Arthur se demorará como mínimo tres semanas más. Eso quiere decir que no estará en el derbi ante el Espanyol, tampoco en la Supercopa de España ni tampoco ante el Granada en LaLiga. Así pues, como mínimo, se perderá tres partidos más, que sumados a los cinco que ya ha acumulado de baja, sumaría un total de ocho encuentros en el dique seco.
Este retraso en el regreso del brasileño es un auténtico rompecabezas para Valverde, sobre todo tras la marcha de Carles Aleñá al Betis y el futuro cada día más incierto de Arturo Vidal, al que hay que añadir además la constatación que Sergi Roberto rinde mucho mejor como lateral que como interior. A día de hoy el técnico extremeño sólo cuenta con cuatro centrocampistas para empezar el 2020: Sergio Busquets, De Jong, Rakitic y Vidal. Pero con el chileno amenazando día sí y día también con hacer las maletas a Milán. En todo caso, en el filial hay un chaval, Riqui Puig, golpeando a la puerta desde hace tiempo y pidiendo una oportunidad.