River y un triunfo anímico ante Newell's en Rosario
El Millonario arrancó perdiendo 2-0 con La Lepra en el Coloso, pero con una gran reacción futbolística y emocional revirtió el marcador y se impuso 3-2.
Nicolás Mirelman
As
Golpeado por la derrota en la final de la Libertadores ante Flamengo, pero con la chance de volver a depender de sí mismo para llegar a la cima de la Superliga, River visitaba a Newell's en lo que se sabía de antemano como una parada complicada. Y pese al momento difícil, estuvo a la altura y consiguió los tres puntos.
En el inicio, el equipo de Marcelo Gallardo intentó asumir un rol protagónico y hacerse con la pelota para manejarla en campo contrario, pero le costó tener profundidad en el último tramo de la cancha. Las buenas pero contadas apariciones de Exequiel Palacios y la escasa participación de Ignacio Fernández atentaron contra la claridad en la generación de juego.
Por el lado del conjunto local, un fútbol mucho más directo y un aprovechamiento total de las debilidades del rival lo hizo encontrar una ventaja impensada. Primero fue un aviso de Luis Leal, que exigió a Franco Armani tras una distracción de Fabrizio Angileri. Más tarde, la apertura del marcador mediante un cabezazo de Cristian Lema a la salida de un tiro de esquina.
El Millonario sintió el primer golpe y no pudo reaccionar antes de que llegara el segundo. Mariano Bíttolo cruzó un pelotazo a espaldas de Angileri, Leal recibió sin marca y, esta vez sí, venció la resistencia del número 1 riverplatense para estirar la diferencia.
El resultado parecía exagerado por lo hecho por ambos hasta el momento, aunque La Lepra no pudo sostenerlo demasiado: de tiro libre y con algo de complicidad de Alan Aguerre que dio un paso en falso, Nacho Fernández volvió a meter a los suyos en partido. Hasta el descanso, la visita pisó el acelerador y tuvo incluso oportunidades para empatar, pero no lo consiguió.
De todas formas, en el complemento los del Muñeco mantuvieron su vocación ofensiva y obtuvieron su premio. Con el ingreso de Juan Fernando Quintero y de Ignacio Scocco, el equipo encontró la lucidez que le había faltado en la etapa inicial. El colombiano dio origen con un pase entre líneas a la acción de la que devino el tanto de la igualdad, con un toque de Rafael Borré a la red luego de una gran pared entre los Nachos.
Con espacios, el subcampeón de América siguió yendo al frente y, otra vez de los pies de su número 10, nació el tercer tanto: un cambio de frente sensacional le permitió a Fernández encarar hacia el área y ceder atrás para la llegada de Scocco, que abrió el pie y facturó contra su ex club con enorme categoría.
En adelante, Newell's fue pura desesperación y los de Núñez aprovecharon la cantidad de jugadores de buen pie que tenían en el campo para tratar de administrar los tiempos y hacer correr la pelota lejos de su área.
Fue un triunfo de un gran valor anímico para River. Por haber comenzado dos goles abajo y haberlo remontado, por la posición de privilegio en la que quedó en el campeonato y, sobre todo, para dejar atrás definitivamente el golpe recibido en Lima.
Nicolás Mirelman
As
Golpeado por la derrota en la final de la Libertadores ante Flamengo, pero con la chance de volver a depender de sí mismo para llegar a la cima de la Superliga, River visitaba a Newell's en lo que se sabía de antemano como una parada complicada. Y pese al momento difícil, estuvo a la altura y consiguió los tres puntos.
En el inicio, el equipo de Marcelo Gallardo intentó asumir un rol protagónico y hacerse con la pelota para manejarla en campo contrario, pero le costó tener profundidad en el último tramo de la cancha. Las buenas pero contadas apariciones de Exequiel Palacios y la escasa participación de Ignacio Fernández atentaron contra la claridad en la generación de juego.
Por el lado del conjunto local, un fútbol mucho más directo y un aprovechamiento total de las debilidades del rival lo hizo encontrar una ventaja impensada. Primero fue un aviso de Luis Leal, que exigió a Franco Armani tras una distracción de Fabrizio Angileri. Más tarde, la apertura del marcador mediante un cabezazo de Cristian Lema a la salida de un tiro de esquina.
El Millonario sintió el primer golpe y no pudo reaccionar antes de que llegara el segundo. Mariano Bíttolo cruzó un pelotazo a espaldas de Angileri, Leal recibió sin marca y, esta vez sí, venció la resistencia del número 1 riverplatense para estirar la diferencia.
El resultado parecía exagerado por lo hecho por ambos hasta el momento, aunque La Lepra no pudo sostenerlo demasiado: de tiro libre y con algo de complicidad de Alan Aguerre que dio un paso en falso, Nacho Fernández volvió a meter a los suyos en partido. Hasta el descanso, la visita pisó el acelerador y tuvo incluso oportunidades para empatar, pero no lo consiguió.
De todas formas, en el complemento los del Muñeco mantuvieron su vocación ofensiva y obtuvieron su premio. Con el ingreso de Juan Fernando Quintero y de Ignacio Scocco, el equipo encontró la lucidez que le había faltado en la etapa inicial. El colombiano dio origen con un pase entre líneas a la acción de la que devino el tanto de la igualdad, con un toque de Rafael Borré a la red luego de una gran pared entre los Nachos.
Con espacios, el subcampeón de América siguió yendo al frente y, otra vez de los pies de su número 10, nació el tercer tanto: un cambio de frente sensacional le permitió a Fernández encarar hacia el área y ceder atrás para la llegada de Scocco, que abrió el pie y facturó contra su ex club con enorme categoría.
En adelante, Newell's fue pura desesperación y los de Núñez aprovecharon la cantidad de jugadores de buen pie que tenían en el campo para tratar de administrar los tiempos y hacer correr la pelota lejos de su área.
Fue un triunfo de un gran valor anímico para River. Por haber comenzado dos goles abajo y haberlo remontado, por la posición de privilegio en la que quedó en el campeonato y, sobre todo, para dejar atrás definitivamente el golpe recibido en Lima.