Rakitic atropella a Arthur
Cuando parecía carne de traspaso en enero, el croata gana protagonismo en el equipo al tiempo que el brasileño la pierde. El Barça ha crecido con él sobre el campo.
Juan Jiménez
As
Casualidad o no, que no lo parece, el Barça ha empezado a ser otro desde que Rakitic está en el campo. Con Messi de por medio, no puede decirse que el croata sea la llave del equipo, pero desde que apareció en Butarque en el minuto 57 de partido con 1-1 entre Leganés y Barça, ya no ha desaparecido del once y el Barça sólo sabe ganar. Y, sobre todo, jugar mejor y más equilibrado. Rakitic volvió a la titularidad en el partido contra el Borussia Dortmund y, después de una peligrosa pérdida en los primeros minutos, se asentó y asentó al Barça. Contra el Borussia, el Atlético y el Mallorca, el Barça ha sido otro equipo. Y Rakitic, el jugador que parecía carne de traspaso, vuelve a ser titular.
En ese trayecto, Rakitic ha atropellado a Arthur. Después de un inicio prometedor, el brasileño empieza a perder peso en el equipo de forma preocupante. Entre los problemas de pubis y las decisiones técnicas, el ex jugador del Gremio se desvanece. De los últimos cuatro partidos, sólo ha jugado en el Wanda (Busquets era baja) y no ha tenido minutos contra Leganés. Dortmund y Mallorca. Valverde le había dado las llaves del equipo junto a De Jong a principio de curso y Arthur pareció tomarse el reto con seriedad. Jugó unos metros más adelante como le pedía el técnico y dio más pases en campo contrario. Hasta hizo goles (dos lleva) y repartió asistencias. Pero la continuidad no está entre sus virtudes. Con demasiados achaques físicos para sus 23 años y otras cosas en la cabeza que ya el año pasado lo despistaron ("el año pasado me equivoqué en la parte física", admitió en la pretemporada en Michigan), ha perdido vuelo y, en parte, la confianza de Valverde.
Y mientras, en silencio, Rakitic, que parecía carne de traspaso, ha remontado vuelo. Semanas después de decir que estaba triste porque le habían quitado la pelota, y cuando daba la sensación de que el traspaso en enero era inevitable, ha vuelto a ganar presencia en las alineaciones. La afición le dio una ovación de gala cuando fue sustituido este sábado contra el Mallorca y ya no está tan claro que vaya a marcharse. Entre otras cosas, porque es fácil de detectar que el Barça es mejor gracias a su equilibrio físico. Y que Rakitic, como él mismo dice, tiene todavía mucho que dar. El croata no va a olvidar estos duros meses, pero ha quedado claro que las prioridades para él han cambiado. De la famosa mejora de contrato ha pasado a hablar de que lo que quiere es jugar y que, si es en el Barça, "no hay mejor sitio". "Quiero seguir ganando títulos y el equipo que más pelea por todos los títulos cada año es el Barça; así que si juego aquí, no hay mejor sitio". Rakitic ha vuelto a ganar la batalla de la profesionalidad y, en silencio, ha trabajado por recuperar sus mejores días. Un detalle gustó mucho en el Barça. Cuando menos jugaba, regresó de la concentración con la selección croata en lugar de quedarse allí. Sufría unos problemas en el tendón de Aquiles. Al contrario que otros muchos jugadores que no juegan con sus equipos con problemas físicos y sí lo hacen con las selecciones, Rakitic se dio la vuelta, no jugó con Croacia y reapareció contra el Leganés. Desde entonces no se ha movido del once y ha recuperado estatus. La noticia también hace feliz a Messi, que vive feliz cuando el croata está en el campo. Igual los días de Rakitic en el Camp Nou no han acabado todavía.
Juan Jiménez
As
Casualidad o no, que no lo parece, el Barça ha empezado a ser otro desde que Rakitic está en el campo. Con Messi de por medio, no puede decirse que el croata sea la llave del equipo, pero desde que apareció en Butarque en el minuto 57 de partido con 1-1 entre Leganés y Barça, ya no ha desaparecido del once y el Barça sólo sabe ganar. Y, sobre todo, jugar mejor y más equilibrado. Rakitic volvió a la titularidad en el partido contra el Borussia Dortmund y, después de una peligrosa pérdida en los primeros minutos, se asentó y asentó al Barça. Contra el Borussia, el Atlético y el Mallorca, el Barça ha sido otro equipo. Y Rakitic, el jugador que parecía carne de traspaso, vuelve a ser titular.
En ese trayecto, Rakitic ha atropellado a Arthur. Después de un inicio prometedor, el brasileño empieza a perder peso en el equipo de forma preocupante. Entre los problemas de pubis y las decisiones técnicas, el ex jugador del Gremio se desvanece. De los últimos cuatro partidos, sólo ha jugado en el Wanda (Busquets era baja) y no ha tenido minutos contra Leganés. Dortmund y Mallorca. Valverde le había dado las llaves del equipo junto a De Jong a principio de curso y Arthur pareció tomarse el reto con seriedad. Jugó unos metros más adelante como le pedía el técnico y dio más pases en campo contrario. Hasta hizo goles (dos lleva) y repartió asistencias. Pero la continuidad no está entre sus virtudes. Con demasiados achaques físicos para sus 23 años y otras cosas en la cabeza que ya el año pasado lo despistaron ("el año pasado me equivoqué en la parte física", admitió en la pretemporada en Michigan), ha perdido vuelo y, en parte, la confianza de Valverde.
Y mientras, en silencio, Rakitic, que parecía carne de traspaso, ha remontado vuelo. Semanas después de decir que estaba triste porque le habían quitado la pelota, y cuando daba la sensación de que el traspaso en enero era inevitable, ha vuelto a ganar presencia en las alineaciones. La afición le dio una ovación de gala cuando fue sustituido este sábado contra el Mallorca y ya no está tan claro que vaya a marcharse. Entre otras cosas, porque es fácil de detectar que el Barça es mejor gracias a su equilibrio físico. Y que Rakitic, como él mismo dice, tiene todavía mucho que dar. El croata no va a olvidar estos duros meses, pero ha quedado claro que las prioridades para él han cambiado. De la famosa mejora de contrato ha pasado a hablar de que lo que quiere es jugar y que, si es en el Barça, "no hay mejor sitio". "Quiero seguir ganando títulos y el equipo que más pelea por todos los títulos cada año es el Barça; así que si juego aquí, no hay mejor sitio". Rakitic ha vuelto a ganar la batalla de la profesionalidad y, en silencio, ha trabajado por recuperar sus mejores días. Un detalle gustó mucho en el Barça. Cuando menos jugaba, regresó de la concentración con la selección croata en lugar de quedarse allí. Sufría unos problemas en el tendón de Aquiles. Al contrario que otros muchos jugadores que no juegan con sus equipos con problemas físicos y sí lo hacen con las selecciones, Rakitic se dio la vuelta, no jugó con Croacia y reapareció contra el Leganés. Desde entonces no se ha movido del once y ha recuperado estatus. La noticia también hace feliz a Messi, que vive feliz cuando el croata está en el campo. Igual los días de Rakitic en el Camp Nou no han acabado todavía.