Mourinho no echa el cerrojo

El técnico portugués no ha conseguido poner freno a los problemas defensivos del equipo. El Tottenham ha recibido 17 goles en 10 partidos con Mou al frente.

Fernando S. Tavero
As
"Si Amazon quiere, puede hacer un episodio con nuestros errores defensivos y los goles que sufrimos". Mourinho tiraba de ironía tras el empate (2-2) del Tottenham en campo del Norwich, colista de la Premier, en el que una grosera carambola le costó el gol en propia de Aurier a su equipo. Los problemas en la retaguardia de los que adolecían los londinenses con Pochettino al frente no han desaparecido con la llegada del portugués. Ya lo decía el portugués en rueda de prensa: "Los problemas defensivos ya estaban a principios de temporada". De los diez partidos al frente de los Spurs, los londinenses han recibido gol en nueve de ellos, librándose solamente en el 5-0 que endosaron al Burnley. Los 17 tantos en contra en poco más de un mes alumbran un promedio de 1.7 goles recibidos por encuentro, números similares a los 1.76 que acreditaba Pochettino en la presente temporada (30 goles en contra en 17 partidos). Lejos quedan los 15 goles en contra del Chelsea de Mourinho en toda la Premier 2004-05, la cual acabarían levantando.


El equipo está echando de menos a un Hugo Lloris que se dislocó el hombro a principios de octubre y que estará apartado de los terrenos de juego, mínimo, hasta principios de 2020. Sin embargo, toda la culpa no puede recaer en Paulo Gazzaniga. La línea de cuatro formada por Serge Aurier, Davinson Sánchez, Alderweireld y Vertonghen con la que jugó Mourinho sus primeros ocho partidos no aporta la solidez que un equipo de la calidad y el status del Tottenham requiere.

Problemas en los laterales y cambio de esquema

El flanco izquierdo de la defensa es el que más dolores de cabeza le acarrea. La lesión de Ben Davies en el West Ham-Tottenham (2-3) en el que debutó Mourinho le ha llevado a colocar al mencionado Vertonghen como lateral, por delante de un Danny Rose que no goza de la confianza del técnico. En los dos últimos choques, visita del Brighton (2-1) y el mencionado empate ante el Norwich, El exentrenador del Madrid ha optado por un nuevo esquema, con tres centrales (la pareja belga y Davinson Sánchez o Juan Foyth) y dos carrileros: Aurier, cada día que pasa más cuestionado por la hinchada Spur, por la derecha y Ryan Sessegnon, por la izquierda. Solución que no terminó de convencerle, al verse obligado a cambiar al joven inglés en el 56' ante el Brighton para volver a su línea de cuatro habitual. En la rueda de prensa anterior al citado partido, reconocía que sabía "como solucionar el problema", pero no quiere penalizar las buenas aptitudes ofensivas de una plantilla diseñada para atacar.

Hasta el momento, el nuevo Tottenham de Mourinho ha conseguido recuperar posiciones en la Premier, (marchan quintos tras pillar al equipo en decimocuarta posición), pero las derrotas han llegado ante rivales directos por los puestos de arriba, como son el Manchester United (2-1) y el Chelsea (0-2). Una vez recuperado Dele Alli, jugador fundamental para cumplir los objetivos de un equipo que viene de ser subcampeón de Europa, ahora toca fortalecer los cimientos del edificio. Veremos si el dicho de "año nuevo, vida nueva" se cumple en el barrio londinense de Tottenham y el 1 de enero, en Southampton (16:00 horas), comienza a vislumbrarse un equipo con una identidad mucho más asociada a la figura de Mourinho.

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