Los dos Boca que piensa Román para el 2020
El nuevo gobierno está inquieto por saber si realmente tendrán el dinero para refuerzos que dijo Angelici. Por las dudas, Riquelme quiere tener un plan A y uno B. Enterate acá de qué se trata...
Olé
"Nadie va al Obelisco a festejar un balance". La tradicional frase de Daniel Angelici parece tener más vigencia que nunca. Es cierto, en el ícono de la ciudad de Buenos Aires se celebra todo, desde un título hasta el Día del Hincha Boca, como pasó justamente ayer, pero de ninguna manera un superávit, por más histórico que sea. Ahora bien, justamente esos números favorable, que muestran al club como una isla en un fútbol argentino deficitario, es otro punto de disputa entre la dirigencia saliente y la entrante. Si bien el traspaso de mando comenzará a darse este viernes y finalizará el lunes, con el cambio formal de las autoridades, Riquelme y su consejo asesor de fútbol están inquietos por saber cuál será realmente el dinero que tendrán para invertir en el armado del plantel para el 2020. Por eso, el 10 ya maneja dos opciones: un Boca primera selección y uno de outlet.
¿Cuál es la duda en este caso? Que en la nueva conducción tienen dudas de que, efectivamente, haya el dinero en caja que Angelici dijo. El presidente saliente fue contundente. Además de hablar del superávit histórico de 1.336 millones de pesos, avisó: "El presidente que asuma se va a encontrar con más de 700 millones de pesos (alrededor de 12 millones de dólares) para hacer contrataciones en el mercado". A partir de ahí es que Riquelme y Cía. quieren saber si esto es así para poder avanzar. "“Román, para prevenir cualquier sorpresa, ya está pensando en dos tipos de equipos. Uno más top y otro, digamos, más terrenal. Dependerá de lo que nos encontremos", cuenta su nuevo entorno.
Por eso, más allá de la idea que tiene la nueva dirigencia encabezada por Jorge Amor Ameal de realizar una auditoría para conocer realmente la situación patrimonial del club, la planificación de Riquelme y de su consejo asesor de fútbol (en el que estarán Bermúdez, Cascini, Battaglia y Delgado) dependerá un poco de un primer panorama. ¿Será por eso que lo de Paolo Guerrero se enfrió un poco? ¿Será por esa misma causa que empezó a sonar el nombre de Lucas Barrios, quien terminó su contrato en Huracán y ya es jugador libre?
En ese sentido, Román también quiere tener un informe de los contratos de los jugadores del plantel profesional para ver cuál es la situación de cada uno, qué tipos de desfasajes hay a nivel sueldos y empezar también en ese sentido a tener un control de la economía del fútbol. Pero igualmente, lo esencial es lo que tenga en caja para gastar. Porque eso también determinará la cantidad de jugadores que puedan ser declarados o no prescindibles en esta nueva etapa. Está claro que el año que viene, otra vez, el gran objetivo de Boca será la Libertadores y que por esa razón tampoco se puede quedar con una plantilla corta.
Por todo, si efectivamente está el dinero que Angelici previó para las incorporaciones del 2020 (considerando también que el oficialismo pudo haber ganado la elección), lo más probable es que Boca se lance al mercado con todo para tener un equipo súper competitivo. La idea es reforzar, de mínima, la columna vertebral con un defensor, un volante central y un delantero, todos de categoría, que vengan, se pongan la camiseta y jueguen. De lo contrario, habrá que manejar opciones de menor calidad. También, en ese sentido, JR deberá definir qué pasará con los jugadores que regresan de sus préstamos en otros clubes.
Otro punto a tener en cuenta es que, más allá de la contratación del DT de Primera (Miguel Ángel Russo pica en punta), la idea de Riquelme es hacer una renovación de entrenadores en Inferiores. Es decir ahí también se estima que habrá varios cambios fuertes (en Reserva, por caso, Rolando Schiavi podría dejarle su lugar al Carlos Fernando Navarro Montoya), lo que implica al mismo tiempo un movimiento de dinero. Y como si fuera poco, además habrá que tratar la desvinculación de Nicolás Burdisso como manager, que tiene un año más de contrato, por lo que su salida también será un punto a atender en el aspecto económico.
Olé
"Nadie va al Obelisco a festejar un balance". La tradicional frase de Daniel Angelici parece tener más vigencia que nunca. Es cierto, en el ícono de la ciudad de Buenos Aires se celebra todo, desde un título hasta el Día del Hincha Boca, como pasó justamente ayer, pero de ninguna manera un superávit, por más histórico que sea. Ahora bien, justamente esos números favorable, que muestran al club como una isla en un fútbol argentino deficitario, es otro punto de disputa entre la dirigencia saliente y la entrante. Si bien el traspaso de mando comenzará a darse este viernes y finalizará el lunes, con el cambio formal de las autoridades, Riquelme y su consejo asesor de fútbol están inquietos por saber cuál será realmente el dinero que tendrán para invertir en el armado del plantel para el 2020. Por eso, el 10 ya maneja dos opciones: un Boca primera selección y uno de outlet.
¿Cuál es la duda en este caso? Que en la nueva conducción tienen dudas de que, efectivamente, haya el dinero en caja que Angelici dijo. El presidente saliente fue contundente. Además de hablar del superávit histórico de 1.336 millones de pesos, avisó: "El presidente que asuma se va a encontrar con más de 700 millones de pesos (alrededor de 12 millones de dólares) para hacer contrataciones en el mercado". A partir de ahí es que Riquelme y Cía. quieren saber si esto es así para poder avanzar. "“Román, para prevenir cualquier sorpresa, ya está pensando en dos tipos de equipos. Uno más top y otro, digamos, más terrenal. Dependerá de lo que nos encontremos", cuenta su nuevo entorno.
Por eso, más allá de la idea que tiene la nueva dirigencia encabezada por Jorge Amor Ameal de realizar una auditoría para conocer realmente la situación patrimonial del club, la planificación de Riquelme y de su consejo asesor de fútbol (en el que estarán Bermúdez, Cascini, Battaglia y Delgado) dependerá un poco de un primer panorama. ¿Será por eso que lo de Paolo Guerrero se enfrió un poco? ¿Será por esa misma causa que empezó a sonar el nombre de Lucas Barrios, quien terminó su contrato en Huracán y ya es jugador libre?
En ese sentido, Román también quiere tener un informe de los contratos de los jugadores del plantel profesional para ver cuál es la situación de cada uno, qué tipos de desfasajes hay a nivel sueldos y empezar también en ese sentido a tener un control de la economía del fútbol. Pero igualmente, lo esencial es lo que tenga en caja para gastar. Porque eso también determinará la cantidad de jugadores que puedan ser declarados o no prescindibles en esta nueva etapa. Está claro que el año que viene, otra vez, el gran objetivo de Boca será la Libertadores y que por esa razón tampoco se puede quedar con una plantilla corta.
Por todo, si efectivamente está el dinero que Angelici previó para las incorporaciones del 2020 (considerando también que el oficialismo pudo haber ganado la elección), lo más probable es que Boca se lance al mercado con todo para tener un equipo súper competitivo. La idea es reforzar, de mínima, la columna vertebral con un defensor, un volante central y un delantero, todos de categoría, que vengan, se pongan la camiseta y jueguen. De lo contrario, habrá que manejar opciones de menor calidad. También, en ese sentido, JR deberá definir qué pasará con los jugadores que regresan de sus préstamos en otros clubes.
Otro punto a tener en cuenta es que, más allá de la contratación del DT de Primera (Miguel Ángel Russo pica en punta), la idea de Riquelme es hacer una renovación de entrenadores en Inferiores. Es decir ahí también se estima que habrá varios cambios fuertes (en Reserva, por caso, Rolando Schiavi podría dejarle su lugar al Carlos Fernando Navarro Montoya), lo que implica al mismo tiempo un movimiento de dinero. Y como si fuera poco, además habrá que tratar la desvinculación de Nicolás Burdisso como manager, que tiene un año más de contrato, por lo que su salida también será un punto a atender en el aspecto económico.