Los Celtics abren la jornada de Navidad con recital en Toronto

Kemba y sobre todo Jaylen Brown, decisivos ante unos Raptors muy mermados por las bajas. Brad Stevens gana por segunda vez en una pista que era maldita para él.

Juanma Rubio
As
Los Celtics habían perdido ocho partidos seguidos, todos desde abril de 2015, y doce de los trece últimos, en Toronto, la verdadera pista maldita de un Brad Stevens que estaba 1-11 en Canadá y 127-121 (un 51% de triunfos) en todo el resto de pistas a las que acude como visitante. Eso cambió, y por la vía del K.O. en el primer partido de la jornada de Navidad de 2019: los Celtics, que jugaron un partido excelente, superaron en todo a unos Raptors que esta vez sí notaron mucho las ausencias (sobre todo en ataque) de Siakam, Powell y Marc Gasol. Las ausencias, y la dureza del calendario, ya que este era su cuarto partido en seis días, con descanso en Nochebuena.


El primer partido de la jornada del 25-D, establecida ya en cinco encuentros, pilla muy pronto a los protagonistas y suele ser habitual que se juegue casi con legañas. Que cueste coger temperatura. No fue el caso en Canadá, donde los Raptors jugaban por primera vez como local en Navidad (derechos de campeón de la NBA) ante unos Celtics que disputaban su partido 29 a domicilio en esta fecha. Un clásico de la liga que exhibió ese estado de felicidad (21-7 ya) que no tuvo en ningún momento de la temporada pasada y que le mantiene como aspirante en el Este, sin el talento extraordinario de Kyrie Irving pero también sin las cuestiones de química que suelen acompañar al base (allá donde va, parece).

Los Raptors (21-10), que no ganan para problemas con las lesiones, empezaron con un prometedor 10-0 (bien Ibaka, dos triples de Lowry) que fue finalmente un enorme espejismo. Brad Stevens hizo de Grinch en un tiempo muerto rápido y los Celtics tomaron el mando ya en el primer cuarto (19-28), amenazaron con escaparse en el segundo y lo hicieron en el tercero. Después solo tuvieron que sortear las defensas presionantes con las que Nurse forzó la remontada épica ante los Mavericks. Pero los Celtics estaban preparados y no tuvieron ningún problema para cerrar una victoria (102-118) bonita y clarísima. Apoyada primero en los rebotes de ataque y el control de las pérdidas, y allanada después por Kemba Walker (22 puntos, 5/10 en triples) y un tremendo Jaylen Brown (30 puntos, 6 rebotes, 4 asistencias, 10/13 en tiros, 5/7 en triples), que anotó 16 puntos en el decisivo tercer parcial. Kanter, que por fin pudo jugar fuera de EE UU sortenado sus problemas con el gobierno turco, jugó buenos minutos en la primera parte y Jayson Tatum endulzó con un mate de póster un partido para olvidar en el tiro (5/18, 11 puntos).

Los Raptors lo intentaron todo. Pero Lowry (14 puntos, 8 asistencias) no fue el de anteriores partidos, y VanVleet (27 puntos, 6 asistencias) apareció finalmente como única tabla de salvación junto a la energía en la segunda unidad de Boucher (24+6) y Hollis-Jefferson. Muy poco para frenar a unos Celtics en un excelente momento, que se quitaron el mal fario en Canadá y que apuntan alto en el Este. El inicio de la jornada de Navidad 2019 lo demostró.

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