Lemar: un 2019 para olvidar
El francés no ha conseguido aumentar sus prestaciones y ante el Betis desaprovechó otra oportunidad como titular. Acaba el año con un único gol marcado.
Sergio Picos
As
Thomas Lemar acaba el año 2019 en el disparadero. El francés sigue gozando de oportunidades con Simeone, pero parece que los trenes pasan por su cara sin ser capaz de coger ninguno. Ante el Betis repitió titularidad, pero igual que contra Osasuna, fue el primer cambio rojiblanco sin brillo ninguno y sin goles en el marcador para acabar venciendo el partido con su sustituto Correa como uno de los protagonistas.
Desde su llegada al Atlético, la poca participación de Lemar durante los partidos ha sido su gran hándicap. Justo lo opuesto a lo visto en su primer encuentro oficial correspondiente a la Supercopa de Europa contra el Real Madrid. Un partido donde estaba en todo, recibía el balón en la banda o en la mediapunta y giraba para buscar siempre al compañero mejor situado. Sin embargo, ahora parece timorato a la hora de recibir, como si el balón quemase en su bota. En el Benito Villamarín se marchó sustituido a los 56 minutos con siete pases completados (uno cada ocho minutos), una cifra pírrica.
Curiosamente Correa (junto a un Llorente que sólo jugó el descuento) fue el único jugador que dio menos pases, cinco, pero uno fue para asistir a Morata un rato después de haber conseguido su gol. La semana pasada ante Osasuna dio el último pase para que Saúl pusiese el 2-0. En la competencia con el argentino los datos hablan por sí solos: dos goles y cinco asistencias, el que más del equipo, de Correa en 995 minutos, por ningún gol ni asistencia de Lemar en 947 minutos. Y tampoco en el trabajo defensivo sale reforzado, ya que el argentino es un ejemplo de cholismo cuando juega en banda.
Esperanzas en el club
Lemar dice adiós a un 2019 negado, con un único gol en todo el año, el conseguido contra el Eibar el pasado 20 de abril. Ya sin Griezmann ni Lucas, sus apoyos en el vestuario, el jugador parece necesitar un partido redondo que le sirva como refuerzo psicológico y le permita aumentar la confianza en sí mismo. La afición va perdiendo la paciencia con el jugador de 24 años, pero Simeone mantiene la fe y desde el club se confía en que en el año 2020 de ese paso adelante.
El Cholo le ha dado muchas más oportunidades que a otros fichajes que se marcharon por no dar un rápido rendimiento. Sin embargo, pese a que las opciones de demostrar su valía siguen llegando, el jugador no responde y tiene sobre sí una exigencia mayor por su alto coste para el club. Segundo fichaje más caro de la historia (70 millones por el 70% de su pase), sus grandes apariciones más allá de la Supercopa de Europa se pueden contar con los dedos de una mano: Getafe y Valencia en Liga y destellos en pretemporada ante el Madrid y la Juventus. Encuentros donde pudo dar vía libre a una calidad que claramente posee, pero que no logra explotar.
En juego la Eurocopa
Para el 2020, Lemar también tiene en vilo su presencia en la Eurocopa. Deschamps cuenta con él, pero al igual que en el Atlético su luz se ha ido apagando y cada vez tiene menos opciones de jugar. Si continúa estancado, el seleccionador puede que recurra a otros jugadores que sí han ido evolucionado. Mientras, durante este periodo, su depreciación ha sido total. Lemar firmó con el Atlético un mes antes de convertirse en campeón del Mundial. En su llegada, la web especializada Transfermart situó su valor de mercado en 70 millones.
Una cifra que seis meses después bajó a 60, en febrero a 50, en junio a 40 y este diciembre a 30, su valoración más baja desde octubre de 2017. Un descenso de valor muy importante para el Atlético, también en el caso de plantearse su venta. Un 2019 para olvidar por Lemar, que espera que en 2020 llegue su año y su gran paso adelante.
Sergio Picos
As
Thomas Lemar acaba el año 2019 en el disparadero. El francés sigue gozando de oportunidades con Simeone, pero parece que los trenes pasan por su cara sin ser capaz de coger ninguno. Ante el Betis repitió titularidad, pero igual que contra Osasuna, fue el primer cambio rojiblanco sin brillo ninguno y sin goles en el marcador para acabar venciendo el partido con su sustituto Correa como uno de los protagonistas.
Desde su llegada al Atlético, la poca participación de Lemar durante los partidos ha sido su gran hándicap. Justo lo opuesto a lo visto en su primer encuentro oficial correspondiente a la Supercopa de Europa contra el Real Madrid. Un partido donde estaba en todo, recibía el balón en la banda o en la mediapunta y giraba para buscar siempre al compañero mejor situado. Sin embargo, ahora parece timorato a la hora de recibir, como si el balón quemase en su bota. En el Benito Villamarín se marchó sustituido a los 56 minutos con siete pases completados (uno cada ocho minutos), una cifra pírrica.
Curiosamente Correa (junto a un Llorente que sólo jugó el descuento) fue el único jugador que dio menos pases, cinco, pero uno fue para asistir a Morata un rato después de haber conseguido su gol. La semana pasada ante Osasuna dio el último pase para que Saúl pusiese el 2-0. En la competencia con el argentino los datos hablan por sí solos: dos goles y cinco asistencias, el que más del equipo, de Correa en 995 minutos, por ningún gol ni asistencia de Lemar en 947 minutos. Y tampoco en el trabajo defensivo sale reforzado, ya que el argentino es un ejemplo de cholismo cuando juega en banda.
Esperanzas en el club
Lemar dice adiós a un 2019 negado, con un único gol en todo el año, el conseguido contra el Eibar el pasado 20 de abril. Ya sin Griezmann ni Lucas, sus apoyos en el vestuario, el jugador parece necesitar un partido redondo que le sirva como refuerzo psicológico y le permita aumentar la confianza en sí mismo. La afición va perdiendo la paciencia con el jugador de 24 años, pero Simeone mantiene la fe y desde el club se confía en que en el año 2020 de ese paso adelante.
El Cholo le ha dado muchas más oportunidades que a otros fichajes que se marcharon por no dar un rápido rendimiento. Sin embargo, pese a que las opciones de demostrar su valía siguen llegando, el jugador no responde y tiene sobre sí una exigencia mayor por su alto coste para el club. Segundo fichaje más caro de la historia (70 millones por el 70% de su pase), sus grandes apariciones más allá de la Supercopa de Europa se pueden contar con los dedos de una mano: Getafe y Valencia en Liga y destellos en pretemporada ante el Madrid y la Juventus. Encuentros donde pudo dar vía libre a una calidad que claramente posee, pero que no logra explotar.
En juego la Eurocopa
Para el 2020, Lemar también tiene en vilo su presencia en la Eurocopa. Deschamps cuenta con él, pero al igual que en el Atlético su luz se ha ido apagando y cada vez tiene menos opciones de jugar. Si continúa estancado, el seleccionador puede que recurra a otros jugadores que sí han ido evolucionado. Mientras, durante este periodo, su depreciación ha sido total. Lemar firmó con el Atlético un mes antes de convertirse en campeón del Mundial. En su llegada, la web especializada Transfermart situó su valor de mercado en 70 millones.
Una cifra que seis meses después bajó a 60, en febrero a 50, en junio a 40 y este diciembre a 30, su valoración más baja desde octubre de 2017. Un descenso de valor muy importante para el Atlético, también en el caso de plantearse su venta. Un 2019 para olvidar por Lemar, que espera que en 2020 llegue su año y su gran paso adelante.