La posesión de armas en Brasil se disparó un 48 por ciento gracias a las políticas de acceso de Bolsonaro
El mandatario ha modificado ocho decretos para agilizar y reducir las reglas para acceder a armamento desde que asumió su gestión. Las organizaciones de Derechos Humanos han criticado estas medidas aduciendo que provocan más crímenes y violencia en una ya de por sí convulsa sociedad brasileña
Infobae
Los registros de adquisición de armas de fuego en Brasil han aumentado en 2019 un 48 por ciento, pasando de 47.600 peticiones en 2018 a las actuales 70.800, resultado de las políticas llevadas a cabo por el presidente Jair Bolsonaro de facilitar el acceso a este tipo de armamento.
Estas cifras, publicadas por la Fiscalía General, son las más altas desde 1997, pese a no incluirse las nuevas autorizaciones solicitadas por cazadores y coleccionistas, cuyas concesiones son otorgadas por el Ejército de Brasil.
En este caso, tal y como ha detallado el diario ‘Folha de Sao Paulo’, ha existido un ligero aumento con respecto a 2018, pasando de 60.000 licencias a 65.000.
El dirigente, quien nunca ha ocultado su fervor por las armas de fuego, ha editado ocho decretos para agilizar y reducir las reglas para acceder a este armamento desde que asumió la gestión de Brasil.
Algunos expertos han señalado que las cifran no han aumentado más debido a que todavía hacerse con un arma es relativamente caro para el nivel de vida medio en Brasil, pues suelen rondar los 750 euros.
El Gobierno de Brasil ha aprobado durante los últimos meses varias modificaciones para hacer más fácil el acceso al uso de armas.
Algunas de estas modificaciones son el aumento de la validez de los registros de 5 a 10 años y del calibre de las armas a las que pueden tener acceso los civiles, así como permitir a los adolescentes su uso para la práctica deportiva.
No obstante, para los grupos partidarios del libre acceso del uso de armas entre la población civil, la legislación continúa siendo bastante restrictiva, “pese a que Bolsonaro hizo todo lo que estaba en su mano por esta causa”, han asegurado desde la Asociación Brasileña de Tiradores Civiles.
Por su parte, desde las organizaciones de Derechos Humanos se ha criticado que estas medidas, con la excusa de facilitar el acceso a las armas para cazadores y coleccionistas, provocan más crímenes y violencia en una ya de por sí convulsa sociedad brasileña.
En ese sentido, el Instituto Sou de Paz ha explicado que este aumento de la posesión de armas de fuego está relacionado con el incremento de los feminicidios, que crecieron un 4 por ciento el año pasado.
Del mismo modo, uno de los efectos colaterales que provoca esta situación de fácil acceso es que muchas de las armas acaban siendo robadas y comercializadas en el mercado negro sin ningún tipo de control
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Los registros de adquisición de armas de fuego en Brasil han aumentado en 2019 un 48 por ciento, pasando de 47.600 peticiones en 2018 a las actuales 70.800, resultado de las políticas llevadas a cabo por el presidente Jair Bolsonaro de facilitar el acceso a este tipo de armamento.
Estas cifras, publicadas por la Fiscalía General, son las más altas desde 1997, pese a no incluirse las nuevas autorizaciones solicitadas por cazadores y coleccionistas, cuyas concesiones son otorgadas por el Ejército de Brasil.
En este caso, tal y como ha detallado el diario ‘Folha de Sao Paulo’, ha existido un ligero aumento con respecto a 2018, pasando de 60.000 licencias a 65.000.
El dirigente, quien nunca ha ocultado su fervor por las armas de fuego, ha editado ocho decretos para agilizar y reducir las reglas para acceder a este armamento desde que asumió la gestión de Brasil.
Algunos expertos han señalado que las cifran no han aumentado más debido a que todavía hacerse con un arma es relativamente caro para el nivel de vida medio en Brasil, pues suelen rondar los 750 euros.
El Gobierno de Brasil ha aprobado durante los últimos meses varias modificaciones para hacer más fácil el acceso al uso de armas.
Algunas de estas modificaciones son el aumento de la validez de los registros de 5 a 10 años y del calibre de las armas a las que pueden tener acceso los civiles, así como permitir a los adolescentes su uso para la práctica deportiva.
No obstante, para los grupos partidarios del libre acceso del uso de armas entre la población civil, la legislación continúa siendo bastante restrictiva, “pese a que Bolsonaro hizo todo lo que estaba en su mano por esta causa”, han asegurado desde la Asociación Brasileña de Tiradores Civiles.
Por su parte, desde las organizaciones de Derechos Humanos se ha criticado que estas medidas, con la excusa de facilitar el acceso a las armas para cazadores y coleccionistas, provocan más crímenes y violencia en una ya de por sí convulsa sociedad brasileña.
En ese sentido, el Instituto Sou de Paz ha explicado que este aumento de la posesión de armas de fuego está relacionado con el incremento de los feminicidios, que crecieron un 4 por ciento el año pasado.
Del mismo modo, uno de los efectos colaterales que provoca esta situación de fácil acceso es que muchas de las armas acaban siendo robadas y comercializadas en el mercado negro sin ningún tipo de control