La caída del “padre David”, el cura estafador: les robaba a ancianas y tenía 3 millones de euros en la casa
El ex párroco de la Iglesia de Sant Vicenç de Castellet, en Barcelona, fue arrestado esta semana luego de que la Policía descubriera las maniobras con las que estafaba a algunas de sus feligresas. Intentó suicidarse saltando de un puente, pero sobrevivió
Infobae
Fueron años de un trabajo fino para ganarse la confianza de algunas de sus feligresas más ricas, pero más vulnerables por su edad y por estar solas, para luego quedarse con casi todo su dinero y sus bienes más valiosos. Este martes cuando lo arrestaron le encontraron 3 millones de euros en la casa. Se supone que recaudó bastante más que eso.
David de Vargas, de 45 años, fue párroco de la Iglesia de Sant Vicenç de Castellet, en Barcelona, hasta 2013. Ese año lo expulsaron luego de que llegara a sus superiores una foto suya abrazando a un joven desnudo. Sin embargo, él prosiguió con la “labor pastoril”, especialmente con mujeres adultas mayores.
Su caída comenzó en agosto, cuando una anciana de 91 años lo denunció. La mujer contó que el sacerdote pasaba mucho tiempo con ella en la casa y la ayudaba en distintas cosas, pero que cuando ella despidió a una empleada comenzó a extorsionarla. Le dijo que si no le daba dinero en efectivos y joyas, entre otros objetos de valor que tenía, la iba a denunciar.
Confundido y atemorizada, cedió. Le habría entregado hasta 150.000 euros, además de joyas y obras de arte, según informa El Español. La decisión de “cooperar” envalentonó al estafador, que le exigió que lo incluyera en el testamento.
Cuando los Mossos d’Esquadra —la Policía catalana— comenzaron a investigar al cura, se dieron cuenta de que ese no era un caso aislado. De Vargas tenía seis propiedades a su nombre, todas donadas en los últimos años por ancianas a las que conoció en su labor pastoral. Al ser interrogadas, todas repitieron una historia similar: primero se les acercaba y se ganaba su confianza, luego las engañaba o las extorsionaba para quedarse con todo.
Los Mossos lo detuvieron por primera vez el 5 de noviembre pasado. Tras inspeccionar una de sus propiedades, encontraron una maleta escondida en el desván con 3 millones de euros y 25 diamantes.
En esa ocasión le permitieron permanecer en libertad durante el proceso judicial, pero De Vargas ya había tomado una decisión drástica. No estaba dispuesto a ir a la cárcel y sabía que, tarde o temprano, ese iba a ser su destino. Así que trató de suicidarse saltando de un puente en Barcelona. Sin embargo, sobrevivió, aunque se rompió algunos huesos. Temiendo que se fugue o que vuelva a intentar hacerse daño, la Justicia dictó su prisión preventiva este martes.
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Fueron años de un trabajo fino para ganarse la confianza de algunas de sus feligresas más ricas, pero más vulnerables por su edad y por estar solas, para luego quedarse con casi todo su dinero y sus bienes más valiosos. Este martes cuando lo arrestaron le encontraron 3 millones de euros en la casa. Se supone que recaudó bastante más que eso.
David de Vargas, de 45 años, fue párroco de la Iglesia de Sant Vicenç de Castellet, en Barcelona, hasta 2013. Ese año lo expulsaron luego de que llegara a sus superiores una foto suya abrazando a un joven desnudo. Sin embargo, él prosiguió con la “labor pastoril”, especialmente con mujeres adultas mayores.
Su caída comenzó en agosto, cuando una anciana de 91 años lo denunció. La mujer contó que el sacerdote pasaba mucho tiempo con ella en la casa y la ayudaba en distintas cosas, pero que cuando ella despidió a una empleada comenzó a extorsionarla. Le dijo que si no le daba dinero en efectivos y joyas, entre otros objetos de valor que tenía, la iba a denunciar.
Confundido y atemorizada, cedió. Le habría entregado hasta 150.000 euros, además de joyas y obras de arte, según informa El Español. La decisión de “cooperar” envalentonó al estafador, que le exigió que lo incluyera en el testamento.
Cuando los Mossos d’Esquadra —la Policía catalana— comenzaron a investigar al cura, se dieron cuenta de que ese no era un caso aislado. De Vargas tenía seis propiedades a su nombre, todas donadas en los últimos años por ancianas a las que conoció en su labor pastoral. Al ser interrogadas, todas repitieron una historia similar: primero se les acercaba y se ganaba su confianza, luego las engañaba o las extorsionaba para quedarse con todo.
Los Mossos lo detuvieron por primera vez el 5 de noviembre pasado. Tras inspeccionar una de sus propiedades, encontraron una maleta escondida en el desván con 3 millones de euros y 25 diamantes.
En esa ocasión le permitieron permanecer en libertad durante el proceso judicial, pero De Vargas ya había tomado una decisión drástica. No estaba dispuesto a ir a la cárcel y sabía que, tarde o temprano, ese iba a ser su destino. Así que trató de suicidarse saltando de un puente en Barcelona. Sin embargo, sobrevivió, aunque se rompió algunos huesos. Temiendo que se fugue o que vuelva a intentar hacerse daño, la Justicia dictó su prisión preventiva este martes.