João Félix, insistencia sin premio
El portugués completó su primer partido desde su lesión. Remató nueve veces, una de ellas al palo y dio dos asistencias sin culminación, el gran déficit.
Sergio Picos
As
El Atlético volvió a finalizar un partido sin marcar. De nuevo, como viene ocurriendo en bucle desde el último parón internacional, ante el Villarreal tuvo ocasiones, propuso jugadas de ataque, pero no supo definir cuando se encontró ante la meta rival. En esa odisea que se ha convertido intentar hacer un gol, João Félix fue el principal batallador contra la maldición del equipo arriba, pero tampoco tuvo el éxito que tanto buscó.
El portugués fue el jugador rojiblanco más desequilibrante en ataque, incisivo, vertical, bregador, pero también se mostró contagiado de esa falta de puntería que acusa todo el equipo. João Félix completó su primer partido tras la lesión de tobillo que le tuvo fuera algo más de un mes, volviendo gradualmente con 15 minutos en Granada, 36 en Turín, 66 ante el Barcelona y los 90 en el Estadio de la Cerámica.
El jugador de 20 años nunca se escondió, buscó participar mucho más en el juego, moviéndose como segundo punta para lograr el desequilibrio y generó las ocasiones más claras del partido, aunque en el debe queda culminar las oportunidades de las que dispuso. En total, João Félix remató nueve veces, la mitad de las 18 del equipo (Saúl hizo cuatro) para convertirse en el jugador del Atlético con más disparos fuera de casa sin conseguir marcar cuanto menos desde el 2003.
Dos de sus remates fueron a portería, pero en ambos se encontró con Asenjo. Principalmente meritoria la primera intervención del palentino, exjugador del Atlético, desviando con la punta de los dedos el disparo desde fuera del área de la joven perla colchonera para que el balón se acabase estrellando con el palo, nuevamente, como ocurrió ante el Barcelona, dejando claro que los rojiblancos no están aliados con la fortuna. En esa jugada João Félix había recogido el esférico en su campo y conducido hasta la frontal del área rival antes de probar su disparo. La segunda fue más sencilla, un chut potente pero centrado tras un recorte del portugués en el área.
Pero además, el portugués también gozó de un mano a mano con Asenjo tras un gran pase interior de Saúl donde su intento de vaselina se marchó por encima de la portería, algo que para Simeone fue “lo que tenía que hacer, pero se fue por arriba”. Era la finalización que pedía la jugada, pero cuando la racha es negativa nada parece lo correcto. El ‘7’ remató tres veces más sin coger portería y en otros tres chuts se topó con el bloqueo de algún defensa del Villarreal, uno de ellos en un lanzamiento de falta directa asumiendo galones pero golpeando a la barrera.
También asistente
Ante la incapacidad de perforar la meta rival, João Félix también mostró su versión como asistente, jugador con último pase, pero en esa faceta fueron sus compañeros los que no tuvieron acierto. La primera tras un desmarque en diagonal y aprovechando el pase de Vitolo para dejar de cara a Koke, que remató con el exterior por encima de la portería. La segunda, la más clara en el arreón final, con un gran centro de primeras para la llegada de Lodi, pero el brasileño no encontró la portería en su remate a bote pronto.
Escudo/Bandera Atlético
Atlético
España
Noticias Estadísticas
Si el Atlético quiere recuperar el gol, João Félix se antoja como pieza clave. Sin embargo tiene que volver a esa mordiente y esa definición que ya dejó patente en el Benfica, con 20 goles en su primer curso en la élite y durante toda la pretemporada como rojiblanco, donde llegaron cuatro goles y tres asistencias. Evitar caer en esa ansiedad a la que hacía alusión Simeone, una ansiedad por lograr el gol que tanto necesita el equipo y por justificar su precio como fichaje más caro de la historia del club.
Ante el Villarreal, más allá de no conseguir el gol, dejó destellos de calidad y comenzó a desenvolverse con mucha inteligencia como segundo punta, más alejado de la banda derecha, donde se le exige mucho trabajo defensivo y consiguiendo encontrar la zona caliente para recibir en ventaja. Además, volvió a sentirse completamente recuperado de la lesión de tobillo, acumulando minutos (acabó exhausto) y completando de nuevo un partido. Unas pinceladas insuficientes para conseguir el triunfo que tanto necesita el Atlético, pero un camino a seguir en la posición que más gusta al portugués.
Sergio Picos
As
El Atlético volvió a finalizar un partido sin marcar. De nuevo, como viene ocurriendo en bucle desde el último parón internacional, ante el Villarreal tuvo ocasiones, propuso jugadas de ataque, pero no supo definir cuando se encontró ante la meta rival. En esa odisea que se ha convertido intentar hacer un gol, João Félix fue el principal batallador contra la maldición del equipo arriba, pero tampoco tuvo el éxito que tanto buscó.
El portugués fue el jugador rojiblanco más desequilibrante en ataque, incisivo, vertical, bregador, pero también se mostró contagiado de esa falta de puntería que acusa todo el equipo. João Félix completó su primer partido tras la lesión de tobillo que le tuvo fuera algo más de un mes, volviendo gradualmente con 15 minutos en Granada, 36 en Turín, 66 ante el Barcelona y los 90 en el Estadio de la Cerámica.
El jugador de 20 años nunca se escondió, buscó participar mucho más en el juego, moviéndose como segundo punta para lograr el desequilibrio y generó las ocasiones más claras del partido, aunque en el debe queda culminar las oportunidades de las que dispuso. En total, João Félix remató nueve veces, la mitad de las 18 del equipo (Saúl hizo cuatro) para convertirse en el jugador del Atlético con más disparos fuera de casa sin conseguir marcar cuanto menos desde el 2003.
Dos de sus remates fueron a portería, pero en ambos se encontró con Asenjo. Principalmente meritoria la primera intervención del palentino, exjugador del Atlético, desviando con la punta de los dedos el disparo desde fuera del área de la joven perla colchonera para que el balón se acabase estrellando con el palo, nuevamente, como ocurrió ante el Barcelona, dejando claro que los rojiblancos no están aliados con la fortuna. En esa jugada João Félix había recogido el esférico en su campo y conducido hasta la frontal del área rival antes de probar su disparo. La segunda fue más sencilla, un chut potente pero centrado tras un recorte del portugués en el área.
Pero además, el portugués también gozó de un mano a mano con Asenjo tras un gran pase interior de Saúl donde su intento de vaselina se marchó por encima de la portería, algo que para Simeone fue “lo que tenía que hacer, pero se fue por arriba”. Era la finalización que pedía la jugada, pero cuando la racha es negativa nada parece lo correcto. El ‘7’ remató tres veces más sin coger portería y en otros tres chuts se topó con el bloqueo de algún defensa del Villarreal, uno de ellos en un lanzamiento de falta directa asumiendo galones pero golpeando a la barrera.
También asistente
Ante la incapacidad de perforar la meta rival, João Félix también mostró su versión como asistente, jugador con último pase, pero en esa faceta fueron sus compañeros los que no tuvieron acierto. La primera tras un desmarque en diagonal y aprovechando el pase de Vitolo para dejar de cara a Koke, que remató con el exterior por encima de la portería. La segunda, la más clara en el arreón final, con un gran centro de primeras para la llegada de Lodi, pero el brasileño no encontró la portería en su remate a bote pronto.
Escudo/Bandera Atlético
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Si el Atlético quiere recuperar el gol, João Félix se antoja como pieza clave. Sin embargo tiene que volver a esa mordiente y esa definición que ya dejó patente en el Benfica, con 20 goles en su primer curso en la élite y durante toda la pretemporada como rojiblanco, donde llegaron cuatro goles y tres asistencias. Evitar caer en esa ansiedad a la que hacía alusión Simeone, una ansiedad por lograr el gol que tanto necesita el equipo y por justificar su precio como fichaje más caro de la historia del club.
Ante el Villarreal, más allá de no conseguir el gol, dejó destellos de calidad y comenzó a desenvolverse con mucha inteligencia como segundo punta, más alejado de la banda derecha, donde se le exige mucho trabajo defensivo y consiguiendo encontrar la zona caliente para recibir en ventaja. Además, volvió a sentirse completamente recuperado de la lesión de tobillo, acumulando minutos (acabó exhausto) y completando de nuevo un partido. Unas pinceladas insuficientes para conseguir el triunfo que tanto necesita el Atlético, pero un camino a seguir en la posición que más gusta al portugués.