Exfiscal revela la trama del caso Belaunde: pedidos de dinero y cambios de declaraciones
La Paz, erbol
El exfiscal del caso Martín Belaunde, Anghelo Saravia, reveló las irregularidades, sospechas y acusaciones que se tejieron en los entretelones del bullado paso del empresario peruano que entre 2014 y 2015 vino a Bolivia para intentar obtener un refugio político, pero después trató de escapar cuando estaba por ser extraditado a su país.
“Ya desde el primer momento de la fuga de Martín Belaunde, actos que iba investigando me hacían tapar, me hacían cambiar declaraciones, me hacían que calle estos extremos, que oculte los elementos de prueba porque estaban involucrados gente del partido oficialista del MAS”, contó Saravia en entrevista con ERBOL.
Belaunde, ligado al Gobierno de Ollanta Humala en Perú, ingresó a Bolivia de manera ilegal en diciembre de 2014, tras ser acusado en su país de hechos ilícitos vinculados a la corrupción. Le rechazaron el refugio político en territorio boliviano, pero se mantuvo en detención domiciliaria, hasta que el 24 de mayo de ese año escapó de la casa donde se encontraba en La Paz.
El exfiscal informó que cuando fue asignado al caso, tras la fuga de Belaunde, se detuvo a Yuliano Arista, conocido como el Curaca Blanco, primo el empresario peruano.
Lo primero que le llamó la atención fue que el Curaca fue llevado al Ministerio de Gobierno y no a la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), como correspondía.
Según contó, cuando llegó al Ministerio de Gobierno con la intención de entrevistar al detenido, se encontró con quien entonces era el ministro de Gobierno, Hugo Moldiz. Expresó su extrañeza porque el
Ministro le dijo que tenía preparadas preguntas para que le haga al Curaca. Saravia dijo que se negó a la solicitud de Moldiz y le pidió que le deje trabajar de manera autónoma.
Luego de aquello, Saravia, seguido de Moldiz ingresó al lugar donde estaba Arista, quien desató sus reclamos al Ministro. El exfiscal contó que el Curaca recriminó a Moldiz, porque supuestamente el Gobierno había pedido sumas de dinero a Belaunde para que entre a Bolivia.
Saravia sostuvo que en su declaración el Curaca ratificó que a Belaunde le pidieron dinero, sin embargo, el exfiscal sostuvo que le hicieron quitar esa declaración para tomar una nueva a Arista.
Según indicó, el Curaca detalló entonces cuánto era el dinero que había entregado Belaunde, a quién se pagó, cuándo y en qué lugar de Estados Unidos. Señaló que incluso Arista habló de pagos a personas del Comité Nacional del Refugiado, que es la entidad que debía considerar otorgar el asilo al empresario peruano.
Saravia aseguró que el Curaca dio esos detalles delante suyo, pero también existen otros testigos que eran fiscales. Aseveró que tanto Arista, como el abogado de Belaunde, Jorge Valda, conocen del tema.
El exfiscal manifestó que se convenció de que aquella trama de entregas de dinero era cierta cuanto habló con el propio Belaunde.
El viaje a Lima
Pocos días después de su fuga de mayo de 2015, el empresario fue capturado en el departamento de Beni, cuando aparentemente pretendía salir a Brasil. Luego, Belaunde fue entregado a Perú para su enjuiciamiento.
Saravia recordó que entonces, como fiscal, viajó a Lima para una audiencia de Belaunde. Aprovechó una pausa para hablar con el empresario que ya estaba detenido.
“El señor Belaunde me relata que el gobierno le prometió venirse a Bolivia, que le han garantizado que le iban a dar refugio político, pero –le dijo el empresario-‘lastimosamente tu país Bolivia había sido más corrupto que mi país; yo hubiera querido quedarme en mi país, pero no en tu país Bolivia, porque ahí solamente había sido sacar dinero y dinero’. Así textualmente me dijo Martín Belaunde decepcionado”, contó Saravia.
El exfiscal Saravia fue enviado a la cárcel en noviembre de 2016 acusado de presuntos delitos en el ejercicio de sus funciones. Aseguró que fue víctima del entonces fiscal general Ramiro Guerrero, con quien tuvo sus encontrones con casos como el Fondioc, cuando –según Saravia- ordenó aprehender a NemesiaAchacollo en contra de la voluntad del Fiscal General.
Ahora cuenta con detención domiciliaria. Aseguró que le armaron casos para mantenerlo callado, pero ahora, tras el cambio de gobierno, considera que ya existe Estado de Derecho, por lo cual revelará todo.
El exfiscal del caso Martín Belaunde, Anghelo Saravia, reveló las irregularidades, sospechas y acusaciones que se tejieron en los entretelones del bullado paso del empresario peruano que entre 2014 y 2015 vino a Bolivia para intentar obtener un refugio político, pero después trató de escapar cuando estaba por ser extraditado a su país.
“Ya desde el primer momento de la fuga de Martín Belaunde, actos que iba investigando me hacían tapar, me hacían cambiar declaraciones, me hacían que calle estos extremos, que oculte los elementos de prueba porque estaban involucrados gente del partido oficialista del MAS”, contó Saravia en entrevista con ERBOL.
Belaunde, ligado al Gobierno de Ollanta Humala en Perú, ingresó a Bolivia de manera ilegal en diciembre de 2014, tras ser acusado en su país de hechos ilícitos vinculados a la corrupción. Le rechazaron el refugio político en territorio boliviano, pero se mantuvo en detención domiciliaria, hasta que el 24 de mayo de ese año escapó de la casa donde se encontraba en La Paz.
El exfiscal informó que cuando fue asignado al caso, tras la fuga de Belaunde, se detuvo a Yuliano Arista, conocido como el Curaca Blanco, primo el empresario peruano.
Lo primero que le llamó la atención fue que el Curaca fue llevado al Ministerio de Gobierno y no a la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), como correspondía.
Según contó, cuando llegó al Ministerio de Gobierno con la intención de entrevistar al detenido, se encontró con quien entonces era el ministro de Gobierno, Hugo Moldiz. Expresó su extrañeza porque el
Ministro le dijo que tenía preparadas preguntas para que le haga al Curaca. Saravia dijo que se negó a la solicitud de Moldiz y le pidió que le deje trabajar de manera autónoma.
Luego de aquello, Saravia, seguido de Moldiz ingresó al lugar donde estaba Arista, quien desató sus reclamos al Ministro. El exfiscal contó que el Curaca recriminó a Moldiz, porque supuestamente el Gobierno había pedido sumas de dinero a Belaunde para que entre a Bolivia.
Saravia sostuvo que en su declaración el Curaca ratificó que a Belaunde le pidieron dinero, sin embargo, el exfiscal sostuvo que le hicieron quitar esa declaración para tomar una nueva a Arista.
Según indicó, el Curaca detalló entonces cuánto era el dinero que había entregado Belaunde, a quién se pagó, cuándo y en qué lugar de Estados Unidos. Señaló que incluso Arista habló de pagos a personas del Comité Nacional del Refugiado, que es la entidad que debía considerar otorgar el asilo al empresario peruano.
Saravia aseguró que el Curaca dio esos detalles delante suyo, pero también existen otros testigos que eran fiscales. Aseveró que tanto Arista, como el abogado de Belaunde, Jorge Valda, conocen del tema.
El exfiscal manifestó que se convenció de que aquella trama de entregas de dinero era cierta cuanto habló con el propio Belaunde.
El viaje a Lima
Pocos días después de su fuga de mayo de 2015, el empresario fue capturado en el departamento de Beni, cuando aparentemente pretendía salir a Brasil. Luego, Belaunde fue entregado a Perú para su enjuiciamiento.
Saravia recordó que entonces, como fiscal, viajó a Lima para una audiencia de Belaunde. Aprovechó una pausa para hablar con el empresario que ya estaba detenido.
“El señor Belaunde me relata que el gobierno le prometió venirse a Bolivia, que le han garantizado que le iban a dar refugio político, pero –le dijo el empresario-‘lastimosamente tu país Bolivia había sido más corrupto que mi país; yo hubiera querido quedarme en mi país, pero no en tu país Bolivia, porque ahí solamente había sido sacar dinero y dinero’. Así textualmente me dijo Martín Belaunde decepcionado”, contó Saravia.
El exfiscal Saravia fue enviado a la cárcel en noviembre de 2016 acusado de presuntos delitos en el ejercicio de sus funciones. Aseguró que fue víctima del entonces fiscal general Ramiro Guerrero, con quien tuvo sus encontrones con casos como el Fondioc, cuando –según Saravia- ordenó aprehender a NemesiaAchacollo en contra de la voluntad del Fiscal General.
Ahora cuenta con detención domiciliaria. Aseguró que le armaron casos para mantenerlo callado, pero ahora, tras el cambio de gobierno, considera que ya existe Estado de Derecho, por lo cual revelará todo.