Exdiputado masista es acusado por enriquecimiento ilícito
Santa Cruz, Página Siete
El exdiputado del MAS Juan Valdivia Almanza se convirtió en menos de diez años en un próspero empresario que logró amasar unos 65 millones de dólares en inversiones empresariales e inmobiliarias, todas en la ciudad de Santa Cruz. Hace pocos días fue denunciado ante el Ministerio Público, por presuntos delitos de enriquecimiento ilícito y por haber presentado ante la Contraloría General del Estado, una declaración jurada con información falsa sobre patrimonio económico.
El abogado denunciante ante la Fiscalía cruceña, Bernardo Montenegro, explicó que Valdivia asume funciones de diputado nacional por Cochabamba el año 2010 y en su declaración jurada ante la Contraloría, dijo tener un patrimonio de ocho millones de bolivianos.
Sin embargo -dijo- omitió declarar que el año 2009 ya había comprado el 34 ciento de las acciones en Gravetal, manejada por la Sociedad Anónima Inversoja S.A., que según cotización en la Bolsa Boliviana de Valores, tiene un valor a 100 millones de dólares.
En una entrevista con El Deber el año 2015, Juan Valdivia declaró ser presidente del directorio de Gravetal, la mayor empresa exportadora de los derivados soya. De acuerdo con informes de la junta de accionistas, Valdivia es dueño del 34 por ciento, equivalente a 34 millones de dólares.
Los denunciantes señalan que esa cantidad de dinero que no tenía relación con los ocho millones de bolivianos que declaró tener el año 2010 ante la Contraloría.
Cuestionan también la actividad inmobiliaria en Santa Cruz donde habría comprado al Banco Bisa 193.199 metros cuadrados para el proyecto Colinas del Urubó por 11.591.000 de dólares.
Este año 2019 compró por 20 millones de dólares el 50 por ciento de las acciones en el lujoso Hotel Radisson en Santa Cruz de la empresa Nulife Hoteles SRL.
“Estamos hablando de una persona que tiene más de 50 millones de dólares, entonces de dónde viene esta plata, de dónde vienen los vínculos con el señor con Carlos Gill, con la gente de OAS en 2005”, declaró Montenegro.
A parte es dueño de la importadora de autos Honsa que manejaría unos cinco millones de dólares; de Agrobol una de las mayores distribuidoras de fertilizantes del país; de mejores heladerías “El Cortijo” y “Donald” en la ciudad de Cochabamba, aunque se desconoce el valor de estas tres últimas empresas.
Valdivia es oriundo de Quillacollo y tras ser elegido diputado uninominal por el MAS se convirtió en el empresario más próspero en la ciudad de Santa Cruz, pero siempre ligado a la estructura del poder político masista.
Lo extraño que siendo empresario multimillonario, en noviembre pasado, tras la renuncia de Evo Morales, se habría inscrito como interesado para acceder a una vivienda de interés social, un programa destinado a gente de escasos recursos, según datos difundidos por el periodista Carlos Valverde.
Montenegro pidió a la fiscalía cruceña actuar con celeridad necesaria y evitar que este empresario fugue del país, porque debe ser investigado por la fortuna que amasó desde el año 2009.
Dijo que las autoridades deberían también explicar los vínculos que Juan Valdivia tiene con el empresario paraguayo-venezolano Carlos Gill y la empresa OAS de cuya relación tiene documentación fehaciente.
Al respecto, se conoce que Gill señaló que sabe de Valdivia solamente porque es presidente de Gravetal y la Ferroviaria Oriental, empresa de la cual Gill es accionista, le presta servicios de transporte ferroviario.
Por lo demás, dijo Gill, no tiene ninguna relación empresarial directa o personal con él.
El exdiputado del MAS Juan Valdivia Almanza se convirtió en menos de diez años en un próspero empresario que logró amasar unos 65 millones de dólares en inversiones empresariales e inmobiliarias, todas en la ciudad de Santa Cruz. Hace pocos días fue denunciado ante el Ministerio Público, por presuntos delitos de enriquecimiento ilícito y por haber presentado ante la Contraloría General del Estado, una declaración jurada con información falsa sobre patrimonio económico.
El abogado denunciante ante la Fiscalía cruceña, Bernardo Montenegro, explicó que Valdivia asume funciones de diputado nacional por Cochabamba el año 2010 y en su declaración jurada ante la Contraloría, dijo tener un patrimonio de ocho millones de bolivianos.
Sin embargo -dijo- omitió declarar que el año 2009 ya había comprado el 34 ciento de las acciones en Gravetal, manejada por la Sociedad Anónima Inversoja S.A., que según cotización en la Bolsa Boliviana de Valores, tiene un valor a 100 millones de dólares.
En una entrevista con El Deber el año 2015, Juan Valdivia declaró ser presidente del directorio de Gravetal, la mayor empresa exportadora de los derivados soya. De acuerdo con informes de la junta de accionistas, Valdivia es dueño del 34 por ciento, equivalente a 34 millones de dólares.
Los denunciantes señalan que esa cantidad de dinero que no tenía relación con los ocho millones de bolivianos que declaró tener el año 2010 ante la Contraloría.
Cuestionan también la actividad inmobiliaria en Santa Cruz donde habría comprado al Banco Bisa 193.199 metros cuadrados para el proyecto Colinas del Urubó por 11.591.000 de dólares.
Este año 2019 compró por 20 millones de dólares el 50 por ciento de las acciones en el lujoso Hotel Radisson en Santa Cruz de la empresa Nulife Hoteles SRL.
“Estamos hablando de una persona que tiene más de 50 millones de dólares, entonces de dónde viene esta plata, de dónde vienen los vínculos con el señor con Carlos Gill, con la gente de OAS en 2005”, declaró Montenegro.
A parte es dueño de la importadora de autos Honsa que manejaría unos cinco millones de dólares; de Agrobol una de las mayores distribuidoras de fertilizantes del país; de mejores heladerías “El Cortijo” y “Donald” en la ciudad de Cochabamba, aunque se desconoce el valor de estas tres últimas empresas.
Valdivia es oriundo de Quillacollo y tras ser elegido diputado uninominal por el MAS se convirtió en el empresario más próspero en la ciudad de Santa Cruz, pero siempre ligado a la estructura del poder político masista.
Lo extraño que siendo empresario multimillonario, en noviembre pasado, tras la renuncia de Evo Morales, se habría inscrito como interesado para acceder a una vivienda de interés social, un programa destinado a gente de escasos recursos, según datos difundidos por el periodista Carlos Valverde.
Montenegro pidió a la fiscalía cruceña actuar con celeridad necesaria y evitar que este empresario fugue del país, porque debe ser investigado por la fortuna que amasó desde el año 2009.
Dijo que las autoridades deberían también explicar los vínculos que Juan Valdivia tiene con el empresario paraguayo-venezolano Carlos Gill y la empresa OAS de cuya relación tiene documentación fehaciente.
Al respecto, se conoce que Gill señaló que sabe de Valdivia solamente porque es presidente de Gravetal y la Ferroviaria Oriental, empresa de la cual Gill es accionista, le presta servicios de transporte ferroviario.
Por lo demás, dijo Gill, no tiene ninguna relación empresarial directa o personal con él.