El Madrid pierde el oro
Tras el éxito de Modric en 2018 el club ha pasado de ocho a dos finalistas. En el Bernabéu confían en Hazard y el posible fichaje de Mbappé para el futuro.
Mario Cortegana
As
El Madrid ha bajado su brillo desde el verano de 2018, el de la salida de Cristiano. Y lo ha sentido en sus vitrinas (sólo un Mundial de Clubes) y en las listas más glamurosas, las de los premios individuales. El diciembre pasado, cuando todavía duraba la feliz resaca de su tercera Champions consecutiva, aún pudo celebrar el Balón de Oro en la figura de Modric. Pero este 2019 será muy distinto, perdiendo presencia en el podio y entre los nominados a la pelota dorada.
Digamos que si el Madrid se viese obligado hoy a destituir a su entrenador no podría repetir el reproche de hace un año a Lopetegui. No habría lugar para el llamativo y criticado tercer párrafo del comunicado que anunció el despido del vasco: "La Junta Directiva entiende que existe una gran desproporción entre la calidad de la plantilla del Real Madrid, que cuenta con 8 jugadores nominados al próximo Balón de Oro, algo sin precedentes en la historia del club, y los resultados obtenidos hasta la fecha". La cifra ha adelgazado de esos ocho (el equipo con más representación) hasta sólo dos finalistas, ninguno en el top 10: un pletórico Benzema (26º), que repite porque su talento y pegada sobreviven a toda crisis, y Hazard (13º), que entonces apareció entre los 30 jugando en el Chelsea.
Hazard o Mbappé para suceder a Cristiano
Venidos a menos en quilates, ninguno de los hombres de Zidane estuvo entre los tres primeros este lunes. El Madrid se ha topado con un cuadro impensable en su historia más reciente: desde 2011, siempre había metido a un jugador en el podio. Cristiano fue segundo en 2011, 2012 y 2015, y primero en 2013, 2014, 2016 y 2017. Y Modric ganó en 2018. El portugués no ha vuelto a recibir el galardón tras irse a Turín: debe de sentir el mismo frío fuera del Bernabéu que en el Bernabéu sienten sin él.
Ahora, esta es una de las herencias negativas (¿hay alguna positiva?) de Cristiano, nadie se mueve en esas alturas. El Madrid, que controla como pocos clubes la importancia del Balón de Oro y derivados, quiere atajar la situación. Para ello sacó la chequera con Hazard, más de 100 millones hace meses, y espera sacarla de nuevo por Mbappé a partir de junio. En el presente del belga y en el presente y el futuro del francés hay confiadas muchas esperanzas.
Mario Cortegana
As
El Madrid ha bajado su brillo desde el verano de 2018, el de la salida de Cristiano. Y lo ha sentido en sus vitrinas (sólo un Mundial de Clubes) y en las listas más glamurosas, las de los premios individuales. El diciembre pasado, cuando todavía duraba la feliz resaca de su tercera Champions consecutiva, aún pudo celebrar el Balón de Oro en la figura de Modric. Pero este 2019 será muy distinto, perdiendo presencia en el podio y entre los nominados a la pelota dorada.
Digamos que si el Madrid se viese obligado hoy a destituir a su entrenador no podría repetir el reproche de hace un año a Lopetegui. No habría lugar para el llamativo y criticado tercer párrafo del comunicado que anunció el despido del vasco: "La Junta Directiva entiende que existe una gran desproporción entre la calidad de la plantilla del Real Madrid, que cuenta con 8 jugadores nominados al próximo Balón de Oro, algo sin precedentes en la historia del club, y los resultados obtenidos hasta la fecha". La cifra ha adelgazado de esos ocho (el equipo con más representación) hasta sólo dos finalistas, ninguno en el top 10: un pletórico Benzema (26º), que repite porque su talento y pegada sobreviven a toda crisis, y Hazard (13º), que entonces apareció entre los 30 jugando en el Chelsea.
Hazard o Mbappé para suceder a Cristiano
Venidos a menos en quilates, ninguno de los hombres de Zidane estuvo entre los tres primeros este lunes. El Madrid se ha topado con un cuadro impensable en su historia más reciente: desde 2011, siempre había metido a un jugador en el podio. Cristiano fue segundo en 2011, 2012 y 2015, y primero en 2013, 2014, 2016 y 2017. Y Modric ganó en 2018. El portugués no ha vuelto a recibir el galardón tras irse a Turín: debe de sentir el mismo frío fuera del Bernabéu que en el Bernabéu sienten sin él.
Ahora, esta es una de las herencias negativas (¿hay alguna positiva?) de Cristiano, nadie se mueve en esas alturas. El Madrid, que controla como pocos clubes la importancia del Balón de Oro y derivados, quiere atajar la situación. Para ello sacó la chequera con Hazard, más de 100 millones hace meses, y espera sacarla de nuevo por Mbappé a partir de junio. En el presente del belga y en el presente y el futuro del francés hay confiadas muchas esperanzas.