El Madrid aún confía en James
En el club no piensan en su salida en este mercado de invierno y esperan que pueda demostrar, ya recuperado, que tiene un hueco en los planes de Zidane.
Mario Cortegana
As
El 2020 recibirá a James (28 años; contrato hasta 2021) con una nueva oportunidad. En el club aún confían en su potencial, señalan la mala suerte como principal culpable de su decepcionante regreso y no contemplan su marcha en enero. El colombiano, tras idas y venidas en verano, siguió en el Madrid y gustó en sus primeros pasos, pero las lesiones le han mermado hasta hacerle casi invisible (es el 21º en minutos de la plantilla).
Repuesto de su último percance, la directiva, aunque sin la ilusión de antaño, espera la reaparición de James como la de un jugador con recursos de sobra para reforzar al equipo. Ya hace meses, contra la posición de un Zidane que quería sí o sí que saliera, no accedió a malvenderle. Después de aquello, James se machacó y Zizou le subió al tren del inicio de temporada. No jugó en Vigo, pero luego sumó cuatro titulares en cinco partidos (se quedó en blanco, por lesión, ante el Villarreal), incluido el del PSG. Y se ganó el elogio de su entrenador, hasta la fecha distante también en público con él: “Los buenos siempre son buenos y él es uno de los nuestros”.
Pero James perdió comba y el parón de selecciones de octubre le escoró más, y eso que decidió no ir con su selección, un gesto de compromiso total. Su premio fue la titularidad en Mallorca, pero el Madrid sucumbió, él no convenció y lo pagó con el banquillo (tuvo 11 minutos) en la noche clave contra el Galatasaray. Eso le molestó mucho, consciente de que Rodrygo, en el once en Turquía, le pasaba por la derecha.
Desde ese 22 de octubre, James no ha vestido la blanca. No ha estado disponible por un viaje por paternidad a su país y otra lesión, rodeada de morbo por pedirle al club que no publique sus partes. Ausente cuatro encuentros, se unió a Colombia y desató la polémica, sobre todo al sufrir en un entrenamiento un problema de tal calibre que obligó al Madrid a informar de su “esguince del ligamento interno de la rodilla izquierda”.
Pero esta racha de infortunios de James acaricia su final. El 19 de diciembre se incorporó a las sesiones con el grupo y opta a minutos el 4 de enero frente al Getafe (16:00 h.). En los despachos le mantienen la fe; falta comprobar si en el banquillo también.
Mario Cortegana
As
El 2020 recibirá a James (28 años; contrato hasta 2021) con una nueva oportunidad. En el club aún confían en su potencial, señalan la mala suerte como principal culpable de su decepcionante regreso y no contemplan su marcha en enero. El colombiano, tras idas y venidas en verano, siguió en el Madrid y gustó en sus primeros pasos, pero las lesiones le han mermado hasta hacerle casi invisible (es el 21º en minutos de la plantilla).
Repuesto de su último percance, la directiva, aunque sin la ilusión de antaño, espera la reaparición de James como la de un jugador con recursos de sobra para reforzar al equipo. Ya hace meses, contra la posición de un Zidane que quería sí o sí que saliera, no accedió a malvenderle. Después de aquello, James se machacó y Zizou le subió al tren del inicio de temporada. No jugó en Vigo, pero luego sumó cuatro titulares en cinco partidos (se quedó en blanco, por lesión, ante el Villarreal), incluido el del PSG. Y se ganó el elogio de su entrenador, hasta la fecha distante también en público con él: “Los buenos siempre son buenos y él es uno de los nuestros”.
Pero James perdió comba y el parón de selecciones de octubre le escoró más, y eso que decidió no ir con su selección, un gesto de compromiso total. Su premio fue la titularidad en Mallorca, pero el Madrid sucumbió, él no convenció y lo pagó con el banquillo (tuvo 11 minutos) en la noche clave contra el Galatasaray. Eso le molestó mucho, consciente de que Rodrygo, en el once en Turquía, le pasaba por la derecha.
Desde ese 22 de octubre, James no ha vestido la blanca. No ha estado disponible por un viaje por paternidad a su país y otra lesión, rodeada de morbo por pedirle al club que no publique sus partes. Ausente cuatro encuentros, se unió a Colombia y desató la polémica, sobre todo al sufrir en un entrenamiento un problema de tal calibre que obligó al Madrid a informar de su “esguince del ligamento interno de la rodilla izquierda”.
Pero esta racha de infortunios de James acaricia su final. El 19 de diciembre se incorporó a las sesiones con el grupo y opta a minutos el 4 de enero frente al Getafe (16:00 h.). En los despachos le mantienen la fe; falta comprobar si en el banquillo también.