Bolivia pagaba casi un millón de dólares cada mes a Cuba por la misión de médicos
Cada médico cubano tenía un salario de Bs 9.500. Ese monto incluía viáticos, según el ministro Aníbal Cruz. La clínica de lujo de la brigada cubana, donde fue operado Evo Morales, ahora está abandonada
Ivan Alejandro Paredes Tamayo
El Deber
Lo que antes era una especie de fortín hoy se convirtió en un inmueble abandonado. La clínica del poder -que era atendida por la misión médica cubana- ya no cuenta con seguridad policial y privada que cuidaba la propiedad celosamente. Es evidente que la casa, ubicada en el sur de la ciudad de La Paz, fue despojada de todo su mobiliario. Así, la presencia de los médicos de Cuba se esfumó y, según el Gobierno transitorio, el Estado se ahorra unos $us 989.625 al mes, monto que iba asignado a los 725 médicos y técnicos caribeños que trabajaban en todo el territorio nacional. El Ministerio de Salud inicia una investigación para verificar la fuente de financiamiento.
El ministro de Salud, Aníbal Cruz, tiene datos oficiales, pero no cierra la investigación. Está seguro que fueron 725 médicos y técnicos cubanos que trabajaron en Bolivia. La autoridad dice que se encontró una papeleta de pago de un galeno, pero además informes de viáticos y residencia.
“Estamos haciendo una investigación al respecto. Sería especular dar un monto exacto, porque esto parece ser un secreto de Estado. Hemos hecho una solicitud de información y todavía no nos ha llegado nada. En una boleta de pago hemos encontrado un ingreso de $us 1.040 y por día recibían viáticos de Bs 68. Si sumamos, y además tenían pago de transporte y vivienda, calculamos que recibían Bs 9.500 al mes”, detalla el ministro de Salud.
La autoridad no se cierra en que otros médicos cubanos hayan recibido más dinero por el tipo de trabajo que tenían. El ministro dice que se pidió ingresar a información de una computadora que manejaba estos datos, pero se encontraron con que el aparato tiene la memoria vacía.
“Veremos hasta dónde llega nuestra investigación, pero lo haremos con toda la responsabilidad que merece este caso. No se olvide que no solo trabajaron médicos, sino también había operadores cubanos”, recalca Cruz.
Los datos de Larrea
La dirigencia médica tiene otros datos. Son más sorprendentes, pero no existe una boleta oficial. Luis Larrea, presidente del Colegio Médico de La Paz, denuncia que los médicos cubanos recibían un salario de $us 4.000, lo que significaría un gasto de $us 2.900.000 por parte del Estado en pagos a los extranjeros.
“Los médicos cubanos ganaban $us 4.000, un médico boliviano que trabaja en las provincias gana Bs 8.000. Eso no es justo. No sabemos cuál era el trabajo que desarrollaban los médicos cubanos en el país y por eso se debe continuar con la auditoría porque existen muchas irregularidades”, remarca Larrea.
La misión médica cubana abandonó el territorio nacional luego de que la presidenta Jeanine Áñez asumiera como presidenta de Bolivia. Según el Gobierno, este grupo hizo el retiro por voluntad propia. El ministro de Gobierno, Arturo Murillo, admite que coordinó con el canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, la salida de los galenos desde Santa Cruz.
Fueron tres misiones las que se realizaron para que salieran los 725 médicos, quienes llegaron a su país en un avión de la aerolínea Cubana de Aviación. “Nosotros no los expulsamos, fueron ellos los que decidieron salir del país”, relata Murillo.
La Embajada de Cuba en La Paz decidió no emitir declaraciones. Una funcionaria envió a este medio un comunicado de la Cancillería cubana sobre el tema de los galenos que salieron del país.
“El Ministerio de Relaciones Exteriores llama a las autoridades de Bolivia a detener la exacerbación de irresponsables expresiones anticubanas y de odio, difamaciones e instigaciones a la violencia contra los cooperantes cubanos, quienes han brindado su aporte solidario a la salud de ese hermano pueblo boliviano. Los millones de bolivianos que han recibido la altruista atención de los cientos de médicos cubanos, conocen perfectamente que las mentiras no podrán ocultar la meritoria contribución y noble propósito de nuestros profesionales de la salud”, dice parte del comunicado.
La clínica del poder
Las propiedades que utilizaban los médicos cubanos están abandonadas. Antes de que Evo Morales renuncie a la Presidencia, esas instalaciones tenían seguridad al extremo. No cualquiera podía ingresar a la clínica del Colaborador, en la zona de Achumani, en el sur de La Paz. A este lugar solo llegaban funcionarios públicos y autoridades. Y es también donde algunos ministros curaban sus dolencias y donde Evo Morales se operó de un pequeño tumor.
La clínica es una casa acondicionada para atención médica. “Ahora no hay nadie. Antes había un policía no te dejaba pararte para mirar quién entra y sale. La vigilancia era estricta”, relata una vecina del lugar.
La puerta negra no tiene ningún candado. El timbre automático suena y nadie responde. Las cámaras de seguridad ya no funcionan y por dentro se nota que el mobiliario fue trasladado. Las ventanas tienen cortinas todavía, pero nadie se asoma al llamado del timbre.
El jardín luce descuidado, todo lo contrario de lo que ocurría hace un mes. Ese verde común se está volviendo amarillo. Es por la falta de atención. Este espacio tiene una red negra que funciona como techo. Y se nota un par de sillas largas que fueron utilizadas como una sala de espera.
Álvaro Terrazas fue viceministro de Salud y Promoción en la última parte del gobierno de Evo Morales. La exautoridad aseguró a este medio en junio de este año que los médicos cubanos se destacaban por la ejecución de programas de salud y reveló que un profesional formado en la Escuela Latinoamericana de Medicina, en la ciudad de La Habana, ganaba $us 1.000 mensuales.
Terrazas explica que ese monto era desembolsado por el Gobierno y algunas alcaldías, sobre todo del área rural, que aportaban con hospedaje, alimentación y víveres.
“Hacemos el pago del salario del médico, estos convenios también son suscritos con los municipios donde residen para que concedan algunas facilidades, generalmente alojamiento. El convenio es el pago por cantidad de cosas que hagan, si no es un salario, que es similar al de un médico general”, detalló Terrazas en ese entonces.
La Brigada Médica Cubana en Bolivia destacó que en el país trabajaban 759 ‘cooperantes’ que estaban distribuidos en los nueve departamentos. La instancia, que operó desde febrero de 2006 en suelo nacional, informó de que los servicios que ejecutaban son calificados como una “prestación” por los convenios suscritos con el gobierno de Evo Morales.
El ministro Cruz adelanta que con el pago de un médico cubano se puede contratar a dos galenos bolivianos. Es por eso que señala que en reunión de gabinete sugerirá que se incrementen ítems en salud con el dinero que se destinaba a los especialistas y técnicos que llegaron desde Cuba.
“Queremos ver la fuente de financiamiento. Queremos conocer de dónde salía ese dinero para el pago a los médicos cubanos. Cuando tengamos toda esa información podremos aumentar ítems, sobre todo en el área rural”, detalla Cruz.
En la ciudad de El Alto las dos clínicas de los médicos cubanos siguen operando, pero con personal boliviano. Se desconoce si serán cerradas o mejoradas.
Ivan Alejandro Paredes Tamayo
El Deber
Lo que antes era una especie de fortín hoy se convirtió en un inmueble abandonado. La clínica del poder -que era atendida por la misión médica cubana- ya no cuenta con seguridad policial y privada que cuidaba la propiedad celosamente. Es evidente que la casa, ubicada en el sur de la ciudad de La Paz, fue despojada de todo su mobiliario. Así, la presencia de los médicos de Cuba se esfumó y, según el Gobierno transitorio, el Estado se ahorra unos $us 989.625 al mes, monto que iba asignado a los 725 médicos y técnicos caribeños que trabajaban en todo el territorio nacional. El Ministerio de Salud inicia una investigación para verificar la fuente de financiamiento.
El ministro de Salud, Aníbal Cruz, tiene datos oficiales, pero no cierra la investigación. Está seguro que fueron 725 médicos y técnicos cubanos que trabajaron en Bolivia. La autoridad dice que se encontró una papeleta de pago de un galeno, pero además informes de viáticos y residencia.
“Estamos haciendo una investigación al respecto. Sería especular dar un monto exacto, porque esto parece ser un secreto de Estado. Hemos hecho una solicitud de información y todavía no nos ha llegado nada. En una boleta de pago hemos encontrado un ingreso de $us 1.040 y por día recibían viáticos de Bs 68. Si sumamos, y además tenían pago de transporte y vivienda, calculamos que recibían Bs 9.500 al mes”, detalla el ministro de Salud.
La autoridad no se cierra en que otros médicos cubanos hayan recibido más dinero por el tipo de trabajo que tenían. El ministro dice que se pidió ingresar a información de una computadora que manejaba estos datos, pero se encontraron con que el aparato tiene la memoria vacía.
“Veremos hasta dónde llega nuestra investigación, pero lo haremos con toda la responsabilidad que merece este caso. No se olvide que no solo trabajaron médicos, sino también había operadores cubanos”, recalca Cruz.
Los datos de Larrea
La dirigencia médica tiene otros datos. Son más sorprendentes, pero no existe una boleta oficial. Luis Larrea, presidente del Colegio Médico de La Paz, denuncia que los médicos cubanos recibían un salario de $us 4.000, lo que significaría un gasto de $us 2.900.000 por parte del Estado en pagos a los extranjeros.
“Los médicos cubanos ganaban $us 4.000, un médico boliviano que trabaja en las provincias gana Bs 8.000. Eso no es justo. No sabemos cuál era el trabajo que desarrollaban los médicos cubanos en el país y por eso se debe continuar con la auditoría porque existen muchas irregularidades”, remarca Larrea.
La misión médica cubana abandonó el territorio nacional luego de que la presidenta Jeanine Áñez asumiera como presidenta de Bolivia. Según el Gobierno, este grupo hizo el retiro por voluntad propia. El ministro de Gobierno, Arturo Murillo, admite que coordinó con el canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, la salida de los galenos desde Santa Cruz.
Fueron tres misiones las que se realizaron para que salieran los 725 médicos, quienes llegaron a su país en un avión de la aerolínea Cubana de Aviación. “Nosotros no los expulsamos, fueron ellos los que decidieron salir del país”, relata Murillo.
La Embajada de Cuba en La Paz decidió no emitir declaraciones. Una funcionaria envió a este medio un comunicado de la Cancillería cubana sobre el tema de los galenos que salieron del país.
“El Ministerio de Relaciones Exteriores llama a las autoridades de Bolivia a detener la exacerbación de irresponsables expresiones anticubanas y de odio, difamaciones e instigaciones a la violencia contra los cooperantes cubanos, quienes han brindado su aporte solidario a la salud de ese hermano pueblo boliviano. Los millones de bolivianos que han recibido la altruista atención de los cientos de médicos cubanos, conocen perfectamente que las mentiras no podrán ocultar la meritoria contribución y noble propósito de nuestros profesionales de la salud”, dice parte del comunicado.
La clínica del poder
Las propiedades que utilizaban los médicos cubanos están abandonadas. Antes de que Evo Morales renuncie a la Presidencia, esas instalaciones tenían seguridad al extremo. No cualquiera podía ingresar a la clínica del Colaborador, en la zona de Achumani, en el sur de La Paz. A este lugar solo llegaban funcionarios públicos y autoridades. Y es también donde algunos ministros curaban sus dolencias y donde Evo Morales se operó de un pequeño tumor.
La clínica es una casa acondicionada para atención médica. “Ahora no hay nadie. Antes había un policía no te dejaba pararte para mirar quién entra y sale. La vigilancia era estricta”, relata una vecina del lugar.
La puerta negra no tiene ningún candado. El timbre automático suena y nadie responde. Las cámaras de seguridad ya no funcionan y por dentro se nota que el mobiliario fue trasladado. Las ventanas tienen cortinas todavía, pero nadie se asoma al llamado del timbre.
El jardín luce descuidado, todo lo contrario de lo que ocurría hace un mes. Ese verde común se está volviendo amarillo. Es por la falta de atención. Este espacio tiene una red negra que funciona como techo. Y se nota un par de sillas largas que fueron utilizadas como una sala de espera.
Álvaro Terrazas fue viceministro de Salud y Promoción en la última parte del gobierno de Evo Morales. La exautoridad aseguró a este medio en junio de este año que los médicos cubanos se destacaban por la ejecución de programas de salud y reveló que un profesional formado en la Escuela Latinoamericana de Medicina, en la ciudad de La Habana, ganaba $us 1.000 mensuales.
Terrazas explica que ese monto era desembolsado por el Gobierno y algunas alcaldías, sobre todo del área rural, que aportaban con hospedaje, alimentación y víveres.
“Hacemos el pago del salario del médico, estos convenios también son suscritos con los municipios donde residen para que concedan algunas facilidades, generalmente alojamiento. El convenio es el pago por cantidad de cosas que hagan, si no es un salario, que es similar al de un médico general”, detalló Terrazas en ese entonces.
La Brigada Médica Cubana en Bolivia destacó que en el país trabajaban 759 ‘cooperantes’ que estaban distribuidos en los nueve departamentos. La instancia, que operó desde febrero de 2006 en suelo nacional, informó de que los servicios que ejecutaban son calificados como una “prestación” por los convenios suscritos con el gobierno de Evo Morales.
El ministro Cruz adelanta que con el pago de un médico cubano se puede contratar a dos galenos bolivianos. Es por eso que señala que en reunión de gabinete sugerirá que se incrementen ítems en salud con el dinero que se destinaba a los especialistas y técnicos que llegaron desde Cuba.
“Queremos ver la fuente de financiamiento. Queremos conocer de dónde salía ese dinero para el pago a los médicos cubanos. Cuando tengamos toda esa información podremos aumentar ítems, sobre todo en el área rural”, detalla Cruz.
En la ciudad de El Alto las dos clínicas de los médicos cubanos siguen operando, pero con personal boliviano. Se desconoce si serán cerradas o mejoradas.