Alteños y policías se reconcilian, y vuelve la seguridad a toda la ciudad
Después de poco más de un mes de conflictos, los efectivos retomaron su labor en esta urbe con un acto en la EPI de Senkata, una de las zonas de donde los uniformados tuvieron que escapar el 11 de noviembre.
Marcelo Blanco / La Paz
Con un abrazo y un apthapi, la Policía fue recibida por los vecinos del Distrito 8, Senkata, en la Estación Policial Integral (EPI) Tarapacá, después de que hace un mes los efectivos escaparan de la zona porque fueron rebasados por vándalos. Con el restablecimiento de esta unidad policial, los uniformados informaron que retomaron su labor en toda la ciudad de El Alto.
“Estamos con muchos ladrones en nuestra zona, no hay policías, mi zona es la más olvidada, capitán. Quiero que regresen, por favor, quiero que regresen. Yo quiero mucho a la Policía”, expresó, entre lágrimas, la presidenta de una de las juntas vecinales de Senkata. Agradeció a los jefes policiales por retomar su labor.
El comandante general de la Policía Boliviana, Rodolfo Montero, aseguró que con el retorno de los efectivos a esta unidad policial, retornaron a su labor en toda la urbe alteña. “Con esto, estamos ya con el 100% de patrullaje en la ciudad de El Alto y vamos a empezar a intensificar los servicios, a partir de esta noche (la de ayer) preparándonos para las fiestas de fin de año”, afirmó el jefe policial en el acto.
Alrededor de 50 instalaciones policiales fueron destruidas, quemadas y saqueadas en la urbe alteña. Entre el 10 y 11 de noviembre, tras la renuncia del expresidente Evo Morales, varios grupos de vándalos afines al Movimiento Al Socialismo (MAS) atacaron las diferentes unidades y sembraron terror en los vecinos.
La mañana de ayer, los representantes de 17 urbanizaciones y juntas vecinales se dieron cita en la EPI Tarapacá para recibir a los policías que volvían a esta unidad en caravana con el fin de retomar sus labores de seguridad ciudadana. En el evento, el subalcalde del Distrito 8, Wilfredo Sánchez, entregó sillones, garrafas, sillas y mesas para comenzar a equipar esta unidad policial. Esta zona de El Alto es considerada una de las más peligrosas.
La autoridad informó que restauraron tres bloques de la EPI para que los uniformados puedan resguardarse del frío y anunció que apoyará económicamente para que las instalaciones vuelvan a su total normalidad. Página Siete evidenció que el piso de la entrada a la Epi aún está teñido de cenizas, así como las paredes. Asimismo, casi el 70% de los vidrios siguen rotos. Dentro de la estructura, en la parte trasera, permanecen un camión bombero, dos ambulancias y una patrulla totalmente quemados.
El secretario de organización de la Federación de Juntas Vecinales (Fejuve) de El Alto, Eduardo Quispe, llamó a respetar los símbolos patrios y que no vuelva a ocurrir los mismos hechos de violencia. “Tenemos que exhortarnos, queridos comandantes también, hermanos, yo no quiero repetir lo que ha pasado, que nunca más ocurra eso hermanos, faltar respeto a nuestros símbolos patrios”. Hizo referencia a la quema de la wiphala por parte de algunos efectivos en los días de conflicto.
Acotó que la infraestructura de esta unidad policial no tiene la culpa de nada y que se debe cuidarla porque es el esfuerzo tanto de vecinos como de policías. “Esta es una construcción moderna que nos costó gestionar con el Gobierno nacional, departamental, etc.”, dijo.
El coronel Montero dijo enfáticamente que la Policía buscará ser parte activa de la comunidad y trabajar junto a los vecinos. Además, dijo que siempre respetarán los símbolos patrios como la tricolor y la wiphala.
Quispe acotó que la labor de restablecimiento será un trabajo conjunto entre vecinos y policías, y que el municipio, la Gobernación y el Gobierno central correrán con los gastos de refacción. Al respecto, el subalcalde Sánchez aclaró que se invirtió seis millones de bolivianos en la construcción de esta estructura. “(La refacción) seguramente va ser quizás un costo similar para tener las mejores condiciones”.
En el evento también se hizo un minuto de silencio por los policías y ciudadanos fallecidos en los enfrentamientos. El acto concluyó con abrazos sentidos entre uniformados y vecinos como una muestra de paz. Después los vecinos de Senkata invitaron el apthapi a los policías.
Reseña del conflicto
Dimisión El 10 de noviembre, Evo Morales renuncia a la Presidencia del Estado y circula un video donde policías arrancan la wiphala de sus uniformes. En la noche, grupos de vándalos causaron destrozos en calles de La Paz y módulos policiales de El Alto.
Ataques El 11 de noviembre, grupos violentos atacan unidades policiales y rebasan a los oficiales en la EPI Tarapacá y los obligan a abandonar las instalaciones. Los efectivos logran escapar y llevarse los equipos y armas antimotín.
Bloqueo Días después vecinos bloquearon el Distrito 8, hacia la carretera a Oruro. A finales de noviembre se llega a un acuerdo y se levanta la medida. 10 personas murieron en esa zona de El Alto.
Marcelo Blanco / La Paz
Con un abrazo y un apthapi, la Policía fue recibida por los vecinos del Distrito 8, Senkata, en la Estación Policial Integral (EPI) Tarapacá, después de que hace un mes los efectivos escaparan de la zona porque fueron rebasados por vándalos. Con el restablecimiento de esta unidad policial, los uniformados informaron que retomaron su labor en toda la ciudad de El Alto.
“Estamos con muchos ladrones en nuestra zona, no hay policías, mi zona es la más olvidada, capitán. Quiero que regresen, por favor, quiero que regresen. Yo quiero mucho a la Policía”, expresó, entre lágrimas, la presidenta de una de las juntas vecinales de Senkata. Agradeció a los jefes policiales por retomar su labor.
El comandante general de la Policía Boliviana, Rodolfo Montero, aseguró que con el retorno de los efectivos a esta unidad policial, retornaron a su labor en toda la urbe alteña. “Con esto, estamos ya con el 100% de patrullaje en la ciudad de El Alto y vamos a empezar a intensificar los servicios, a partir de esta noche (la de ayer) preparándonos para las fiestas de fin de año”, afirmó el jefe policial en el acto.
Alrededor de 50 instalaciones policiales fueron destruidas, quemadas y saqueadas en la urbe alteña. Entre el 10 y 11 de noviembre, tras la renuncia del expresidente Evo Morales, varios grupos de vándalos afines al Movimiento Al Socialismo (MAS) atacaron las diferentes unidades y sembraron terror en los vecinos.
La mañana de ayer, los representantes de 17 urbanizaciones y juntas vecinales se dieron cita en la EPI Tarapacá para recibir a los policías que volvían a esta unidad en caravana con el fin de retomar sus labores de seguridad ciudadana. En el evento, el subalcalde del Distrito 8, Wilfredo Sánchez, entregó sillones, garrafas, sillas y mesas para comenzar a equipar esta unidad policial. Esta zona de El Alto es considerada una de las más peligrosas.
La autoridad informó que restauraron tres bloques de la EPI para que los uniformados puedan resguardarse del frío y anunció que apoyará económicamente para que las instalaciones vuelvan a su total normalidad. Página Siete evidenció que el piso de la entrada a la Epi aún está teñido de cenizas, así como las paredes. Asimismo, casi el 70% de los vidrios siguen rotos. Dentro de la estructura, en la parte trasera, permanecen un camión bombero, dos ambulancias y una patrulla totalmente quemados.
El secretario de organización de la Federación de Juntas Vecinales (Fejuve) de El Alto, Eduardo Quispe, llamó a respetar los símbolos patrios y que no vuelva a ocurrir los mismos hechos de violencia. “Tenemos que exhortarnos, queridos comandantes también, hermanos, yo no quiero repetir lo que ha pasado, que nunca más ocurra eso hermanos, faltar respeto a nuestros símbolos patrios”. Hizo referencia a la quema de la wiphala por parte de algunos efectivos en los días de conflicto.
Acotó que la infraestructura de esta unidad policial no tiene la culpa de nada y que se debe cuidarla porque es el esfuerzo tanto de vecinos como de policías. “Esta es una construcción moderna que nos costó gestionar con el Gobierno nacional, departamental, etc.”, dijo.
El coronel Montero dijo enfáticamente que la Policía buscará ser parte activa de la comunidad y trabajar junto a los vecinos. Además, dijo que siempre respetarán los símbolos patrios como la tricolor y la wiphala.
Quispe acotó que la labor de restablecimiento será un trabajo conjunto entre vecinos y policías, y que el municipio, la Gobernación y el Gobierno central correrán con los gastos de refacción. Al respecto, el subalcalde Sánchez aclaró que se invirtió seis millones de bolivianos en la construcción de esta estructura. “(La refacción) seguramente va ser quizás un costo similar para tener las mejores condiciones”.
En el evento también se hizo un minuto de silencio por los policías y ciudadanos fallecidos en los enfrentamientos. El acto concluyó con abrazos sentidos entre uniformados y vecinos como una muestra de paz. Después los vecinos de Senkata invitaron el apthapi a los policías.
Reseña del conflicto
Dimisión El 10 de noviembre, Evo Morales renuncia a la Presidencia del Estado y circula un video donde policías arrancan la wiphala de sus uniformes. En la noche, grupos de vándalos causaron destrozos en calles de La Paz y módulos policiales de El Alto.
Ataques El 11 de noviembre, grupos violentos atacan unidades policiales y rebasan a los oficiales en la EPI Tarapacá y los obligan a abandonar las instalaciones. Los efectivos logran escapar y llevarse los equipos y armas antimotín.
Bloqueo Días después vecinos bloquearon el Distrito 8, hacia la carretera a Oruro. A finales de noviembre se llega a un acuerdo y se levanta la medida. 10 personas murieron en esa zona de El Alto.