10 claves para entender el conflicto diplomático entre México y Bolivia
El conflicto entre ambas naciones latinoamericanas se remonta al 10 de noviembre, cuando Evo Morales renunció a la presidencia en Bolivia
Denisse López
Infobae
La tensión diplomática entre México y Bolivia escaló este jueves, luego de que el secretario de Relaciones Exteriores Marcelo Ebrard, informara en conferencia de prensa que se acudirá a la Corte Penal Internacional por el hostigamiento que el gobierno boliviano ha ejercido en la embajada mexicana en La Paz durante los últimos días.
El conflicto entre ambas naciones latinoamericanas se remonta al 10 de noviembre de este año, cuando Evo Morales renunció a la presidencia en Bolivia. Dos días después, el ex mandatario aterrizó en territorio azteca en condición de asilado político. La acogida de México a Morales abrió el capitulo de malos entendidos entre ambos países.
Aquí se presentan 10 claves para entender este conflicto diplomático.
1.- La actividad política de Evo Morales en México fue el primer catalizador de los reclamos. Bolivia incluso presentó un reclamo diplomático por la violación a los principios y normas del derecho de asilo y refugio. Y es que durante su estancia en territorio azteca, Morales ofreció conferencias de prensas y se mantuvo activo en Twitter, publicando mensajes de carácter político.
“México tendría que exigirle a Evo Morales que cumpla con los protocolos de asilo, y no estar incitando al país con su afán prorroguista, desde donde está. Eso es verdaderamente vergonzoso”, dijo Jeanine Añez, presidenta interina de Bolivia, el 14 de noviembre. Este fue sólo el inicio de una serie de reclamos continuos.
2.- Los ásperos intercambios entre las autoridades mexicanas y el gobierno interino boliviano aumentaron tras darse a conocer una supuesta llamada hecha por el ex presidente desde México, en la que instruía los bloqueos a La Paz en plena protestas sociales.
Por esto último, el gobierno boliviano denunció a Morales ante la justicia por los delitos de sedición y terrorismo; y presentó una “protesta formal” ante México por desconocer la Declaración sobre el Asilo Territorial, adoptada por la Asamblea General de la ONU en diciembre de 1967, la cual señala que “los Estados que concedan asilo no permitirán que las personas que hayan recibido asilo se dediquen a actividades contrarias a los propósitos y principios de las Naciones Unidas”.
3.-Dirigentes del Movimiento al Socialismo y ex ministros del gobierno de Evo Morales se asilaron en la embajada de México en Bolivia, lo que aumentó la tensión entre ambos países.
El 26 de noviembre, la Cancillería boliviana pidió a la embajada de México que los asilados que tienen mandamiento de apremio por la comisión de delitos comunes fueran entregados a las autoridades jurisdiccionales bolivianas. Sin embargo, la subsecretaría mexicana para Latinoamérica y el Caribe objetó las decisiones del Ministerio Público de Bolivia. El gobierno de Andrés Manuel López Obrador rechazó la entrega y ratificó la decisión de otorgarles asilo, lo que fue interpretado por la administración de Jeanine Añez como un desafío.
México asegura que la notificación de las órdenes de detención le llegó 11 días después de que los bolivianos pidieran asilo a su embajada. Además, Ebrard ha dicho que las autoridades bolivianas se rehúsan a permitir que alguno de los nueve refugiados en la Embajada abandone el país.
4.- Las afirmaciones de López Obrador deterioraron aún más la relación bilateral. El 1 de diciembre, el pleno acto oficial en conmemoración a su primer año de gobierno, el tabasqueño afirmó que Evo Morales había sido víctima de un golpe de Estado.
“Que se escuche bien y que se escuche lejos: Evo no sólo es nuestro hermano que representa con dignidad al pueblo mayoritariamente indígena de Bolivia; fue víctima de un golpe de Estado”, dijo durante su discurso ante más de 100,000 personas.
5.- La falta de reconocimiento a la presidenta interina de Bolivia se suma a esta lista. Y es que, en contra del respaldo que recibió Añez por parte de otros países vecinos, incluido Estados Unidos, México se mantuvo receloso.
“Es un proceso y se está valorando, eso corresponde a la Secretaría de Relaciones Exteriores. No sé cuantas hayan reconocido o no, nosotros tenemos nuestros tiempos y en su momento se va a tomar una decisión”, dijo Obrador en su conferencia de prensa matutina el pasado 18 de noviembre.
A ello se suma la mención hecha este 26 de diciembre por el canciller Marcelo Ebrard, quien calificó como “gobierno de facto” a la actual administración boliviana. El calificativo demuestra que, para México, el cambio de poder el Bolivia se produjo por la fuerza, sin ajustarse a la normativa jurídica.
6.- El gobierno de Bolivia acusó a México de violar las normas internas de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), por convocar a reuniones sin consultar a La Paz, que tiene la presidencia pro témpore del bloque. El motivo de esta reunión sería era la presentación de su plan de trabajo y organizar la transición en la presidencia del organismo.
“El gobierno de México está actuando al margen de los procedimientos para el funcionamiento orgánico de la Celac, desconociendo las atribuciones de la presidencia pro témpore de Bolivia”, señalaba una nota firmada por la canciller del gobierno interino, Karen Longaric, entregada en La Paz a los embajadores de la Celac.
7.- La presunta violación a la doctrina Estrada. Dicha aportación de México al derecho internacional se fundamenta en dos principios: la autodeterminación de los pueblos y la no intervención en los gobiernos o cambios de gobiernos en otras nacionales.
Para Bolivia, la reticencia de México a reconocer al Jeanine Áñez, sumada al apoyo a Evo Morales y a lo ocurrido en la Celac, constituyen una injerencia en los asuntos internos del país latinoamericano y contravienen la doctrina Estrada que ha definido la política exterior mexicana.
8.- La “excesiva” vigilancia de servicios de inteligencia y de seguridad de Bolivia en las instalaciones diplomáticas de México en La Paz. El 23 de diciembre, el gobierno mexicano denunció ante la Organización de Estados Americanos (OEA) al gobierno boliviano por estos hechos.
La Misión Permanente de México en la OEA detalló en una carta que, desde el 21 de diciembre, alrededor de 150 funcionarios policiales y de inteligencia de Bolivia rodean la residencia oficial. Presuntamente, como parte de las “acciones intimidatorias”, se intentó inspeccionar el vehículo de la embajadora.
9.- La demanda ante la Corte Internacional de Justicia. Este jueves, Marcelo Ebrard anunció que llevará el caso ante el principal órgano judicial de Naciones Unidas, luego de cinco días consecutivos en los que se ha incrementado el asedio a la sede diplomática en La Paz.
Casi de manera paralela, López Obrador dijo durante su conferencia de prensa matutina que el asedio a la embajada de México es un hecho sin precedentes, que no ocurrió ni durante la dictadura en Chile con Augusto Pinochet.
“Eso no lo hizo ni Pinochet, yo espero que prevalezca la sensatez, que prevalezca por encima de todo la política”, afirmó.
10.- El ministro de gobierno de Bolivia, Arturo Murillo, ha declarado que ante la amenaza de México por llevar el asunto ante la Corte Internacional, Bolivia está dispuesta a presentarse y comprobar que es México quien ha violado los tratados. Además, dijo que el gobierno sólo se encuentra “protegiendo la Embajada" ya que tienen información de que movimientos sociales quieren “incendiar” la residencia para obligar a salir al ex ministro de la presidencia, Juan Ramón Quintana.
Denisse López
Infobae
La tensión diplomática entre México y Bolivia escaló este jueves, luego de que el secretario de Relaciones Exteriores Marcelo Ebrard, informara en conferencia de prensa que se acudirá a la Corte Penal Internacional por el hostigamiento que el gobierno boliviano ha ejercido en la embajada mexicana en La Paz durante los últimos días.
El conflicto entre ambas naciones latinoamericanas se remonta al 10 de noviembre de este año, cuando Evo Morales renunció a la presidencia en Bolivia. Dos días después, el ex mandatario aterrizó en territorio azteca en condición de asilado político. La acogida de México a Morales abrió el capitulo de malos entendidos entre ambos países.
Aquí se presentan 10 claves para entender este conflicto diplomático.
1.- La actividad política de Evo Morales en México fue el primer catalizador de los reclamos. Bolivia incluso presentó un reclamo diplomático por la violación a los principios y normas del derecho de asilo y refugio. Y es que durante su estancia en territorio azteca, Morales ofreció conferencias de prensas y se mantuvo activo en Twitter, publicando mensajes de carácter político.
“México tendría que exigirle a Evo Morales que cumpla con los protocolos de asilo, y no estar incitando al país con su afán prorroguista, desde donde está. Eso es verdaderamente vergonzoso”, dijo Jeanine Añez, presidenta interina de Bolivia, el 14 de noviembre. Este fue sólo el inicio de una serie de reclamos continuos.
2.- Los ásperos intercambios entre las autoridades mexicanas y el gobierno interino boliviano aumentaron tras darse a conocer una supuesta llamada hecha por el ex presidente desde México, en la que instruía los bloqueos a La Paz en plena protestas sociales.
Por esto último, el gobierno boliviano denunció a Morales ante la justicia por los delitos de sedición y terrorismo; y presentó una “protesta formal” ante México por desconocer la Declaración sobre el Asilo Territorial, adoptada por la Asamblea General de la ONU en diciembre de 1967, la cual señala que “los Estados que concedan asilo no permitirán que las personas que hayan recibido asilo se dediquen a actividades contrarias a los propósitos y principios de las Naciones Unidas”.
3.-Dirigentes del Movimiento al Socialismo y ex ministros del gobierno de Evo Morales se asilaron en la embajada de México en Bolivia, lo que aumentó la tensión entre ambos países.
El 26 de noviembre, la Cancillería boliviana pidió a la embajada de México que los asilados que tienen mandamiento de apremio por la comisión de delitos comunes fueran entregados a las autoridades jurisdiccionales bolivianas. Sin embargo, la subsecretaría mexicana para Latinoamérica y el Caribe objetó las decisiones del Ministerio Público de Bolivia. El gobierno de Andrés Manuel López Obrador rechazó la entrega y ratificó la decisión de otorgarles asilo, lo que fue interpretado por la administración de Jeanine Añez como un desafío.
México asegura que la notificación de las órdenes de detención le llegó 11 días después de que los bolivianos pidieran asilo a su embajada. Además, Ebrard ha dicho que las autoridades bolivianas se rehúsan a permitir que alguno de los nueve refugiados en la Embajada abandone el país.
4.- Las afirmaciones de López Obrador deterioraron aún más la relación bilateral. El 1 de diciembre, el pleno acto oficial en conmemoración a su primer año de gobierno, el tabasqueño afirmó que Evo Morales había sido víctima de un golpe de Estado.
“Que se escuche bien y que se escuche lejos: Evo no sólo es nuestro hermano que representa con dignidad al pueblo mayoritariamente indígena de Bolivia; fue víctima de un golpe de Estado”, dijo durante su discurso ante más de 100,000 personas.
5.- La falta de reconocimiento a la presidenta interina de Bolivia se suma a esta lista. Y es que, en contra del respaldo que recibió Añez por parte de otros países vecinos, incluido Estados Unidos, México se mantuvo receloso.
“Es un proceso y se está valorando, eso corresponde a la Secretaría de Relaciones Exteriores. No sé cuantas hayan reconocido o no, nosotros tenemos nuestros tiempos y en su momento se va a tomar una decisión”, dijo Obrador en su conferencia de prensa matutina el pasado 18 de noviembre.
A ello se suma la mención hecha este 26 de diciembre por el canciller Marcelo Ebrard, quien calificó como “gobierno de facto” a la actual administración boliviana. El calificativo demuestra que, para México, el cambio de poder el Bolivia se produjo por la fuerza, sin ajustarse a la normativa jurídica.
6.- El gobierno de Bolivia acusó a México de violar las normas internas de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), por convocar a reuniones sin consultar a La Paz, que tiene la presidencia pro témpore del bloque. El motivo de esta reunión sería era la presentación de su plan de trabajo y organizar la transición en la presidencia del organismo.
“El gobierno de México está actuando al margen de los procedimientos para el funcionamiento orgánico de la Celac, desconociendo las atribuciones de la presidencia pro témpore de Bolivia”, señalaba una nota firmada por la canciller del gobierno interino, Karen Longaric, entregada en La Paz a los embajadores de la Celac.
7.- La presunta violación a la doctrina Estrada. Dicha aportación de México al derecho internacional se fundamenta en dos principios: la autodeterminación de los pueblos y la no intervención en los gobiernos o cambios de gobiernos en otras nacionales.
Para Bolivia, la reticencia de México a reconocer al Jeanine Áñez, sumada al apoyo a Evo Morales y a lo ocurrido en la Celac, constituyen una injerencia en los asuntos internos del país latinoamericano y contravienen la doctrina Estrada que ha definido la política exterior mexicana.
8.- La “excesiva” vigilancia de servicios de inteligencia y de seguridad de Bolivia en las instalaciones diplomáticas de México en La Paz. El 23 de diciembre, el gobierno mexicano denunció ante la Organización de Estados Americanos (OEA) al gobierno boliviano por estos hechos.
La Misión Permanente de México en la OEA detalló en una carta que, desde el 21 de diciembre, alrededor de 150 funcionarios policiales y de inteligencia de Bolivia rodean la residencia oficial. Presuntamente, como parte de las “acciones intimidatorias”, se intentó inspeccionar el vehículo de la embajadora.
9.- La demanda ante la Corte Internacional de Justicia. Este jueves, Marcelo Ebrard anunció que llevará el caso ante el principal órgano judicial de Naciones Unidas, luego de cinco días consecutivos en los que se ha incrementado el asedio a la sede diplomática en La Paz.
Casi de manera paralela, López Obrador dijo durante su conferencia de prensa matutina que el asedio a la embajada de México es un hecho sin precedentes, que no ocurrió ni durante la dictadura en Chile con Augusto Pinochet.
“Eso no lo hizo ni Pinochet, yo espero que prevalezca la sensatez, que prevalezca por encima de todo la política”, afirmó.
10.- El ministro de gobierno de Bolivia, Arturo Murillo, ha declarado que ante la amenaza de México por llevar el asunto ante la Corte Internacional, Bolivia está dispuesta a presentarse y comprobar que es México quien ha violado los tratados. Además, dijo que el gobierno sólo se encuentra “protegiendo la Embajada" ya que tienen información de que movimientos sociales quieren “incendiar” la residencia para obligar a salir al ex ministro de la presidencia, Juan Ramón Quintana.