Wijnaldum lidera una goleada brillante e intrascendente

Los de Koeman necesitaban un pinchazo de Alemania que no llegó. El hat-trick del jugador del Liverpool, Aké y Boadu (18 años) pusieron los goles.

Fernando S. Tavero
As
Una vez Holanda tenía asegurada la clasificación, tocaba luchar por liderar el grupo y ser cabeza de serie para el sorteo del próximo día 30. Tarea complicada porque dependían de la no victoria de Alemania ante Irlanda del Norte. Algo que no ocurriría. En lo respectivo a lo ocurrido en Ámsterdam, Koeman salía a por todas ante la débil Estonia y cumplió. Aunque nombres como Van Dijk o Van de Beek daban lustre al banquillo, Depay y Wijnaldum volvían al once tras sus molestias en el partido anterior frente a los irlandeses, mientras que Quincy Promes, extremo días atrás, hacía las veces de lateral derecho ultraofensivo.


El hoy 'defensa' no tardaría en hacerse dueño de la banda derecha y un centro medido en el minuto 6 al corazón del área acababa en el primero de la noche, gracias al preciso cabezazo de Wijnaldum. La acumulación de hombres con elástica naranja en el área estonia no aventuraba un partido plácido para Lepmets, portero visitante. El jugador del Liverpool buscaba su segundo de la noche poco antes de un gran disparo de Stengs, debutante con la Oranje, que acabaría en saque de esquina. Depay recibía el córner en corto y templaba un balón que Nathan Aké mandaría a la red en un potente cabezazo en el 19'. Partido resuelto y tocaba mirar a Frankfurt, donde los de Joachin Low comenzaron perdiendo, pero al mismo tiempo que Holanda hacía su segundo, Gnabry ponía la igualada en Alemania.

Luuk de Jong, hoy titular en detrimento de Ryan Babel, pudo hacer el tercero con un remate demasiado templado. Promes, Wijnaldum y un participativo Stengs lideraban un monólogo apenas inquietado por un gran derechazo de Erik Sorga desde la frontal que pasó lamiendo el palo izquierdo de Cillessen en el 36'. La jugada espoleó a los de Voolaid, quienes disfrutaron de unos minutos de asueto hasta la llegada del descanso. Momento en el que Alemania plasmaba su dominio en el Commerzbank-Arena con un gol en el 44' que importaba más que lo ocurrido en el Johan Cruyff Arena de Ámsterdam.

Stengs y Boadu, futuro Oranje

Tras el paso por vestuarios, Memphis Depay pasaba el testigo a Myron Boadu, otro debutante en la noche neerlandesa. El delantero de 18 años es uno más de la inagotable cantera holandesa y está echando la puerta abajo en las filas del AZ Alkmaar como sus 14 goles y 10 asistencias a estas alturas de temporada así atestiguan. A pesar de complicarse el objetivo del día (los germanos ya superaban por 3-1 a los norirlandeses), los locales salieron con el ímpetu de quien quiere mostrarse al mundo. Primero Stengs y luego Promes probaron a un Lepmets que se erigía como el mejor de los suyos.

El carrusel de cambios y la falta de trascendencia de los minutos que restaban para el pitido final relajaron las pulsaciones al encuentro hasta que, en el 66', Stengs robó el esférico a Mets, central izquierdo estonio, en una arriesgada conducción de balón y le entregaría el regalo a Wijnaldum, para que éste ajustase con el interior su segundo de la noche. El partido se desató y Boadu estuvo cerca de marcar gol con un gran despiro que el portero desvió, minutos antes de que la sociedad del tercer tanto apareciese de nuevo. Un pase entre líneas de Stengs en el 79', de esos que sólo ven los jugadores diferenciales, era recibido por el '8' en el balcón y, tras un recorte cargado de pausa, anotaba su decimoctavo tanto con la selección con el interior.

Con el hat-trick de Wijnaldum no se llegaría al final del partido, ya que Strootman tenía una sorpresa en su chistera para el jovencísimo Boadu. Un pase elevado a la espalda de la defensa, en el 87', dejaba solo ante el portero al delantero del AZ. Con la tranquilidad de un veterano encontró hueco entre las piernas de Lepmets y ponía broche de oro a su primera internacionalidad y de plata a la fase clasificatoria de la Oranje.

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