Tenis: Tsitsipas se hace Maestro a los 21 años al vencer a Thiem
Tsitsipas demostró personalidad para vencer a Thiem en la final y levantar como debutante su primer gran trofeo. Es el más joven que lo hace en el Masters desde 2001.
Nacho Albarrán
As
Stefanos Tsitsipas, que por edad (21 años y tres meses) sería estudiante, se hizo Maestro este domingo en el O2. Punta de lanza de una NextGen que asoma por fin la cabeza, el griego culminó en su debut en las ATP Finals un notable año con tres títulos y tres finales, además de apear a Federer en los octavos de Australia, antes de caer en las semifinales contra Nadal, y el sábado en Londres. Tsitsipas frenó al único exponente brillante de una generación que se quedó en tierra de nadie y aún no ha logrado triunfar, Dominic Thiem. A sus 26 años, el austriaco hincó la rodilla (6-7 (6), 6-2 y 7-6 (4) en dos horas y 35 minutos) ante un rival que ha derribado la puerta con un tenis versátil y una valentía con la que intimida incluso a los más grandes (ya ha ganado a todo el Big Three). El Greek Freak del tenis, como le apodan en alusión al NBA Antetokounmpo, pudo con su espejo, con el jugador que admira y en el que se fija, así lo ha expresado públicamente.
Por octava vez en la historia de la competición se disputaron la victoria dos debutantes en la final. El resultado fue un campeón nuevo, el cuarto diferente en los cuatro últimos cursos (Murray, Dimitrov, Zverev y Tsitsipas), algo que no sucedía desde el intervalo entre 1988 y 1991, cuando triunfaron Becker, Edberg (este domingo sacó a la pista la Copa Masters), Agassi y Sampras. Tsitsipas es el vencedor más joven desde Lleyton Hewitt en 2001 y sexto en la lista de tenistas de menor edad que han ganado la Copa de Maestros, tras McEnroe (19), Sampras, Agassi y Hewitt (20) y Becker (21 y 13 días).
Tsitsipas y Thiem fueron los mejores en las Finals. El uno pudo con Medvedev y Zverev, cayó ante Nadal y eliminó a Federer en los cruces. El otro ganó a Djokovic y a Federer en la fase de grupos, se dejó ir contra Berrettini y en semifinales se cargó a Zverev. Estaba cantado que la final sería igualada. Y así fue en el primer y el tercer set. El segundo lo tiró Thiem cuando se vio con dos quiebres abajo nada más empezar. El heleno fue más agresivo, subió más (hizo saque-red incluso con segundos servicios), y el austriaco fue más sólido desde el fondo al aplicar su habitual potencia en el golpeo.
Al final, la diferencia estuvo quizá en los errores no forzados (40 de Thiem y 16 de Tsitsipas) y en el saque, con mejores porcentajes para Stefanos (83% de tantos con primeros), muy apoyado por la comunidad griega de Londres en el O2. De hecho, empujado por el público, tuvo el partido encarrilado y lo pudo cerrar antes, después de arañar una rotura para el 2-1. Aunque Thiem (que salvó siete bolas de quiebre) recuperó y todo se decidió en el desempate, como en el primer set. Tsitsipas se adelantó (4-1), luego se dejó remontar (4-4) y tres errores desafortunados de su contrincante le dieron la victoria (7-4). En la entrega de premios estuvo sembrado. "Gracias, especialmente, al señor Nitto", dijo al recoger la copa refiriéndose al dueño de la empresa que costea las Finals, Hideo Takasaki. La NextGen asoma y la generación perdida tendrá que esperar.
Nacho Albarrán
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Stefanos Tsitsipas, que por edad (21 años y tres meses) sería estudiante, se hizo Maestro este domingo en el O2. Punta de lanza de una NextGen que asoma por fin la cabeza, el griego culminó en su debut en las ATP Finals un notable año con tres títulos y tres finales, además de apear a Federer en los octavos de Australia, antes de caer en las semifinales contra Nadal, y el sábado en Londres. Tsitsipas frenó al único exponente brillante de una generación que se quedó en tierra de nadie y aún no ha logrado triunfar, Dominic Thiem. A sus 26 años, el austriaco hincó la rodilla (6-7 (6), 6-2 y 7-6 (4) en dos horas y 35 minutos) ante un rival que ha derribado la puerta con un tenis versátil y una valentía con la que intimida incluso a los más grandes (ya ha ganado a todo el Big Three). El Greek Freak del tenis, como le apodan en alusión al NBA Antetokounmpo, pudo con su espejo, con el jugador que admira y en el que se fija, así lo ha expresado públicamente.
Por octava vez en la historia de la competición se disputaron la victoria dos debutantes en la final. El resultado fue un campeón nuevo, el cuarto diferente en los cuatro últimos cursos (Murray, Dimitrov, Zverev y Tsitsipas), algo que no sucedía desde el intervalo entre 1988 y 1991, cuando triunfaron Becker, Edberg (este domingo sacó a la pista la Copa Masters), Agassi y Sampras. Tsitsipas es el vencedor más joven desde Lleyton Hewitt en 2001 y sexto en la lista de tenistas de menor edad que han ganado la Copa de Maestros, tras McEnroe (19), Sampras, Agassi y Hewitt (20) y Becker (21 y 13 días).
Tsitsipas y Thiem fueron los mejores en las Finals. El uno pudo con Medvedev y Zverev, cayó ante Nadal y eliminó a Federer en los cruces. El otro ganó a Djokovic y a Federer en la fase de grupos, se dejó ir contra Berrettini y en semifinales se cargó a Zverev. Estaba cantado que la final sería igualada. Y así fue en el primer y el tercer set. El segundo lo tiró Thiem cuando se vio con dos quiebres abajo nada más empezar. El heleno fue más agresivo, subió más (hizo saque-red incluso con segundos servicios), y el austriaco fue más sólido desde el fondo al aplicar su habitual potencia en el golpeo.
Al final, la diferencia estuvo quizá en los errores no forzados (40 de Thiem y 16 de Tsitsipas) y en el saque, con mejores porcentajes para Stefanos (83% de tantos con primeros), muy apoyado por la comunidad griega de Londres en el O2. De hecho, empujado por el público, tuvo el partido encarrilado y lo pudo cerrar antes, después de arañar una rotura para el 2-1. Aunque Thiem (que salvó siete bolas de quiebre) recuperó y todo se decidió en el desempate, como en el primer set. Tsitsipas se adelantó (4-1), luego se dejó remontar (4-4) y tres errores desafortunados de su contrincante le dieron la victoria (7-4). En la entrega de premios estuvo sembrado. "Gracias, especialmente, al señor Nitto", dijo al recoger la copa refiriéndose al dueño de la empresa que costea las Finals, Hideo Takasaki. La NextGen asoma y la generación perdida tendrá que esperar.