Mourinho se estrena ganando y sufriendo con el Tottenham
Su equipo dominó con claridad hasta el último cuarto de hora, en que los de Pellegrini apretaron y se acercaron al empate.
Alberto Muñoz
As
Ya está aquí. José Mourinho ha vuelto a la Premier y lo ha hecho haciendo lo que mejor sabe: resucitar a un equipo que estaba muerto y hacerle volver con la mejor versión de sí mismo. Partido plácido, completo y sólido del Tottenham, que llevaba desde el 28 de septiembre sin conocer la victoria en liga, y que empieza, desde hoy mismo, su intento de asalto a las plazas de clasificación de la Champions League, único y verdadero objetivo de los spurs. Los hammers, en caída libre y ya uno de los más goleados de la competición, mejoraron en el tramo final del partido cuando intentaron tener la pelota, pero el resultado dicta que podrían terminar la jornada muy cerca de los puestos de descenso.
Entre pompas de jabón y contra un equipo que llevaba 8 partidos sin conocer la victoria, Mourinho encontró un auténtico paraíso en el que debutar. No solo por la fragilidad del rival, que le permitió llevarse los tres puntos con bastante facilidad y en el que solo brilla Rice, sino por mojarle la oreja a un Pellegrini que está en la cuerda floja y al que podría sustituir Rafa Benítez.
Ni tres minutos tardó Kane en demostrarle al ‘Ingeniero’ que no iba a ser una mañana fácil. En un encuentro en el que todos en los spurs querían dejar claro su compromiso, el delantero inglés, que venía de hacer cuatro goles con su selección, lanzó el primer aviso con un tanto en fuera de juego.
No le hizo falta cambiar demasiado el dibujo a José Mourinho, que conoce perfectamente a los jugadores del Tottenham y que incluso ha intentado llevarse a más de uno a otro equipo. El primero que le presentó sus respetos, y de paso el que se convirtió en el mejor jugador del partido, fue un Heung-Min Son que puso en juego toda su electricidad y desborde para fusilar a un Roberto que quizás pudo hacer un poco más.
La reacción del West Ham
Sería el propio surcoreano quien asistiría a Lucas Moura poco después tras una buena salvada sobre la línea de Dele Alli para que el brasileño hiciese el segundo y encarrilase un marcador que seguiría creciendo en la segunda mitad. El técnico portugués, que celebraba los tantos con tensión, no sonreiría hasta la segunda mitad, cuando Kane cabeceó a gol el tercero y certificó la victoria.
Recortaría distancias en los minutos finales Antonio, que entró con otra actitud diferente a la de Yarmolenko y que fue capaz, con una finta fantástica con su cuerpo, de hacerse hueco dentro del área y sacarse un zapatazo que no pudo atrapar Gazzaniga. Rice estaría a punto de marcar el segundo, pero, tras ser anulado correctamente, fue Ogbonna en la última jugada del partido quien maquillase definitivamente el marcador.
Alberto Muñoz
As
Ya está aquí. José Mourinho ha vuelto a la Premier y lo ha hecho haciendo lo que mejor sabe: resucitar a un equipo que estaba muerto y hacerle volver con la mejor versión de sí mismo. Partido plácido, completo y sólido del Tottenham, que llevaba desde el 28 de septiembre sin conocer la victoria en liga, y que empieza, desde hoy mismo, su intento de asalto a las plazas de clasificación de la Champions League, único y verdadero objetivo de los spurs. Los hammers, en caída libre y ya uno de los más goleados de la competición, mejoraron en el tramo final del partido cuando intentaron tener la pelota, pero el resultado dicta que podrían terminar la jornada muy cerca de los puestos de descenso.
Entre pompas de jabón y contra un equipo que llevaba 8 partidos sin conocer la victoria, Mourinho encontró un auténtico paraíso en el que debutar. No solo por la fragilidad del rival, que le permitió llevarse los tres puntos con bastante facilidad y en el que solo brilla Rice, sino por mojarle la oreja a un Pellegrini que está en la cuerda floja y al que podría sustituir Rafa Benítez.
Ni tres minutos tardó Kane en demostrarle al ‘Ingeniero’ que no iba a ser una mañana fácil. En un encuentro en el que todos en los spurs querían dejar claro su compromiso, el delantero inglés, que venía de hacer cuatro goles con su selección, lanzó el primer aviso con un tanto en fuera de juego.
No le hizo falta cambiar demasiado el dibujo a José Mourinho, que conoce perfectamente a los jugadores del Tottenham y que incluso ha intentado llevarse a más de uno a otro equipo. El primero que le presentó sus respetos, y de paso el que se convirtió en el mejor jugador del partido, fue un Heung-Min Son que puso en juego toda su electricidad y desborde para fusilar a un Roberto que quizás pudo hacer un poco más.
La reacción del West Ham
Sería el propio surcoreano quien asistiría a Lucas Moura poco después tras una buena salvada sobre la línea de Dele Alli para que el brasileño hiciese el segundo y encarrilase un marcador que seguiría creciendo en la segunda mitad. El técnico portugués, que celebraba los tantos con tensión, no sonreiría hasta la segunda mitad, cuando Kane cabeceó a gol el tercero y certificó la victoria.
Recortaría distancias en los minutos finales Antonio, que entró con otra actitud diferente a la de Yarmolenko y que fue capaz, con una finta fantástica con su cuerpo, de hacerse hueco dentro del área y sacarse un zapatazo que no pudo atrapar Gazzaniga. Rice estaría a punto de marcar el segundo, pero, tras ser anulado correctamente, fue Ogbonna en la última jugada del partido quien maquillase definitivamente el marcador.