Messi ya huele el Oro de París

La última exhibición del argentino ante el Borussia Dortmund le pone en el escaparate para ganar su sexto Balón de Oro. Muchas voces ya le consideran favorito y algunas, ganador.

Juan Jiménez
As
Messi huele oro en París. Allí, en el Thêatre du Châtelet, se entrega el próximo lunes el Balón de Oro. Y Messi, que pese a su espectacular temporada anterior parecía no ser favorito para un galardón al que apuntaba Virgil Van Dijk, ha vuelto a colocarse en la pole position. Su último mes en LaLiga, con goles en jornadas consecutivas. Sus espectaculares goles de falta directa ante Sevilla y Celta y, especialmente, sus ratos en la Champions (jugadón para el 2-1 ante el Inter, gol de calidad ante el Slavia), completados con el partido de este miércoles ante el Borussia Dortmund, le han convertido en favorito. Tanto que, para algunas voces, ya es seguro ganador de su sexto Balón de Oro. De momento, y como cada año, se guarda bien el secreto. Y no debería olvidarse que en algunas ocasiones las filtraciones han resultado equívocas (en 2010, por ejemplo, con Messi, ganador por delante de Iniesta y Xavi).


La motivación de Messi ante el Dortmund, sin embargo, fue evidente. Sea porque estaba ante su día 700 con el Barça, o sencillamente porque la clasificación estaba en juego, se marcó un partido fabuloso. "Increíble, qué voy a decir", resumió con sencillez Valverde. Un gol con el que aumentó hasta 34 el número de equipos a los que ha marcado en Champions (otro récord); dos asistencias, una a Suárez y otra muy simbólica a Griezmann; y un repertorio de caracoleos, fintas, controles, conducciones y sombreros realmente fascinante. Pura magia.

Messi aparece en forma con vistas al terrible mes de diciembre que le espera al Barça, algo aliviado ahora porque el partido de Milán es intrascendente, pero en el que esperan Atlético de Madrid, Real Madrid y Real Sociedad entre otros. Se le vio, además, cómodo en el campo. Y hasta feliz. Habló con Rakitic antes del partido (fue el jugador al que más veces pasó el balón, ocho), se abrazó a Suárez y conectó con De Jong y Griezmann. Dio la sensación de que ya los siente parte de la familia y era muy evidente que deseaba que el francés marcase de cualquier manera. Lo consiguió. Por un momento, pareció que el Barça conectaba todos los enchufes a la vez por primera vez en la temporada. El balance del partido ante el Dortmund fue alentador. Antes de la entrega del Balón de Oro, no obstante, a Messi le queda otro reto. Aún no ha marcado en el Wanda y el Atlético es un desafío importante para saber dónde está exactamente el Barça. Messi estará en Madrid el domingo y, posiblemente, en París el lunes. Hasta Barcelona llega el destello del oro del Thêatre du Châtelet.

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