La ONU instó al régimen de Nicaragua a “terminar con la persistente represión de la disidencia”

Luego de que partidarios de Daniel Ortega irrumpieran en una iglesia y agredieran a un sacerdote y una monja, la oficina de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos exigió el fin de la represión y las detenciones arbitrarias

Infobae
La oficina de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, instó este martes al régimen de Nicaragua a “terminar con persistente represión de la disidencia”, ante la violencia y el asedio contra los templos católicos en el país.


“Estamos muy preocupados por la situación de 13 personas que como forma de protesta entraron en una iglesia en Nicaragua, que luego fue rodeada por la policía”, dijo Rupert Colville, vocero de la Alta Comisionada.

“El gobierno debe terminar con la persistente represión de la disidencia y las detenciones arbitrarias, y abstenerse de criminalizar y atacar a los defensores de los derechos humanos, opositores políticos y cualquier otra voz disidente”, agregó.

Fuerzas policiales mantuvieron todo el lunes rodeados los alrededores de la iglesia San Miguel de Masaya (sur) y la catedral de Managua, donde grupos de opositores ayunan en el marco de la campaña “Navidad sin presos políticos”.

El portavoz de la oficina de Bachelet se refirió también a la detención de más de una decena de defensores de los derechos humanos, entre ellos la líder estudiantil de origen belga Amaya Coppens, que intentaron auxiliar con agua a las mujeres en ayuno en Masaya.

“Instamos a la liberación de todos aquellos detenidos de manera arbitraria”, indicó Colville, exigiendo que el gobierno garantice que “sus derechos legales fundamentales serán respetados”.

Un grupo de simpatizantes del régimen de Daniel Ortega agredió este lunes a un sacerdote y a una monja en el interior de la Catedral Metropolitana de Managua, donde al menos diez madres comenzaron una huelga de hambre por la liberación de sus hijos, denunció la Arquidiócesis de la capital nicaragüense.

El sacerdote agredido fue identificado como Rodolfo López, que fue golpeado por “grupos violentos afines al Gobierno” que ingresaron y tomaron el control de la Catedral Metropolitana de Managua, indicó esa diócesis en una declaración pública.

La agresión ocurrió luego de que el sacerdote y sor Arelys Guzmán increparon a los simpatizantes de Ortega y éstos respondieron con violencia golpeando al cura y a la religiosa, “quienes se encuentran bien, pero tuvieron que salir del templo para resguardarse”.

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