La maldición de la familia estadounidense LeBarón y su guerra contra el narcotráfico en México

Hace 10 años esta familia sorprendió al país cuando se negó a ceder a la exigencia de un grupo criminal de Chihuahua y lo encaró. La respuesta fue brutal

Infobae
Abrazar la causa de los desaparecidos fue su error. La familia LeBarón llegó a México en la década de 1920 y se estableció en el estado de Chihuahua. Aunque pertenecían originalmente a la iglesia mormona, sus miembros se separaron de ella porque no querían dejar la poligamia.


Hace 10 años esta familia sorprendió al país cuando se negó a ceder a la exigencia de un grupo criminal y no pagó el rescate de Erick LeBarón, de 17 años. Desde entonces, han encarado a estos grupos de la delincuencia.

Sobre la liberación de Erick se supo que el cautivo regresó con su familia sin que se pagara un sólo peso. Éste gesto los convirtió en un símbolo de la lucha contra la delincuencia organizada. Entonces, los LeBarón encabezaron movilizaciones y organizaron una autodefensa contra los criminales.

En junio de ese año se logró la detención de 25 presuntos miembros de la delincuencia organizada que habrían planeado el secuestro de Erick, pero días más tarde, en represalia, dos líderes de esta comunidad fueron secuestrados y asesinados como un mensaje de advertencia por el papel que desempeñaron para conseguir la libertad del joven.

Se trataba de Benjamín LeBarón y el cuñado de éste, a quienes ultimaron en su propia casa en Galeana, Chihuahua.

Ante los hechos, Julián LeBarón organizó a los suyos para exigir justicia por su hermano Benjamín y se integró en el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, organización encabezada por el poeta Javier Sicilia.

Desde entonces, la de Julián se convirtió en una de las voces más conocidas entre las víctimas de la delincuencia organizada y la fallida estrategia del gobierno del exmandatario, Felipe Calderón, en contra del crimen organizado. Sin embargo, en 2012 cuando abandonó el activismo.

La comunidad es reconocida por su activismo en una región que es controlada por varios grupos afiliados a cárteles de la droga, que operan en la frontera con Estados Unidos.

Ayer por la mañana, nueve ciudadanos estadounidenses e integrantes de la familia LeBarón, —seis menores y tres mujeres— fueron asesinados por presuntos sicarios.

“Así se vive en el Gobierno de López Obrador. Mormones mexicanos, mujeres y niños inocentes emboscados en la Sierra de Chihuahua son acribillados y quemados vivos por los Cárteles que mandan en México”, escribió uno de los miembros de la comunidad Lebarón en Chihuahua.

Incluso para los estándares de la brutal guerra contra las drogas en México, este fue un ataque particularmente horrible, y es posible que tenga repercusiones internacionales, ya que algunos de los asesinados eran ciudadanos estadounidenses.

En punto de la 07:25 horas, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ofreció la ayuda de gobierno para detener a los “monstruos" involucrados en la masacre de la familia mormona. Trump afirmó que para derrocar a los cárteles grandes y poderosos se necesita un ejército.

"Este es el momento para que México, con la ayuda de Estados Unidos,se libre la guerra contra los cárteles de la droga y los borre de la faz de la tierra. Simplemente esperamos una llamada de su nuevo y gran presidente.

Su homólogo en México, Andrés Manuel López Obrador, está empleando una política de no violencia y confrontación con los poderosos cárteles del país, pero sus críticos lo acusan de carecer de algún tipo de estrategia de seguridad coherente.

Entradas populares