La fe de Griezmann
El Principito, cinco partidos sin marcar con el Barça, se fue al parón de bajón. Con Francia ha recuperado autoestima, asistencias y goles. Con el Wanda a la vista, espera que este sea su regreso bueno con el Barça.
Juan Jiménez
As
“Confiad en mí y todo saldrá solo”. Para Griezmann, estos días de concentración con la selección francesa han sido felices y buenos para la autoestima. Nada como estar en casa para coger fuerzas y sentirse otra vez capaz de todo. El Principito regresa a Barcelona con una sonrisa después de haberse ido de bajón. Llevaba cinco partidos sin ver portería y contra el Celta, ansioso, hasta había dejado a la crítica sin la excusa de que Messi lo obviaba. El argentino le había dado un pase de gol fantástico que Griezmann estrelló en Rubén. A los cinco partidos sin marcar se sumó esa portada de L’Equipe (“Griezmann, ¿cuál es el problema?”), que recordó a una muy similar el pasado mes de noviembre, en aquella ocasión con Dembélé como protagonista.
Nada más llegar a la concentración con Francia, Deschamps le abrazó: “No estoy preocupado en absoluto. Está en el Barça porque tiene el talento y la calidad. Necesita adaptarse a los jugadores y al sistema táctico. Es muy generoso con su juego y sus cualidades le ayudarán a adaptarse”. Jugador de gran autoconfianza que ha ido pasando por importantes retos en su carrera y superó todos, incluso los más complicados, que son los de la adolescencia cuando los mejores clubes de Francia le daban la espalda, fue el mismo Griezmann quien quiso tranquilizar a la gente en una entrevista en Téléfoot: “El trabajo lo marcará todo. Confiad en mí y todo saldrá solo”.
Griezmann volvió a ser Griezmann en Tirana. Una asistencia , un gol y un abrazo muy significativo a Deschamps. Queda claro que es uno de los gallos en Francia, que lleva más galones que en el Barça y que tiene más jerarquía para favorecer su encaje en el dibujo de Deschamps. Pisando más el área, entendiéndose de memoria con Giroud, su fútbol fluye con más facilidad. No puede decirse que Valverde intente hacerle la vida más difícil que Deschamps. De hecho, le ha hecho jugar en 14 de los 16 partidos. Simplemente en el Barça tiene por delante a Messi y Suárez. Como un paracaidista, cayó donde estaba el espacio libre y desde ahí va a tener que hacerse su espacio.
El encaje de Griezmann sigue siendo un asunto a solucionar en el Barça, pero el ex jugador el Atlético regresa de este parón con la esperanza de que, varias salidas nulas después, este sea el pistoletazo bueno. En los últimos partidos, Mesis le hizo sentir más partícipe. Se ve a leguas que Griezmann está sufriendo en el campo, que sus esfuerzos en defensa no tienen luego esa recompensa en ataque que le daría más sentido a su trabajo y lo asentaría en el club. Pero esto también lo sabía Griezmann antes de llegar al Barça. A diez días de visitar el Wanda, donde seguramente le espera un ambiente de aúpa, es un buen momento para despegar.
Juan Jiménez
As
“Confiad en mí y todo saldrá solo”. Para Griezmann, estos días de concentración con la selección francesa han sido felices y buenos para la autoestima. Nada como estar en casa para coger fuerzas y sentirse otra vez capaz de todo. El Principito regresa a Barcelona con una sonrisa después de haberse ido de bajón. Llevaba cinco partidos sin ver portería y contra el Celta, ansioso, hasta había dejado a la crítica sin la excusa de que Messi lo obviaba. El argentino le había dado un pase de gol fantástico que Griezmann estrelló en Rubén. A los cinco partidos sin marcar se sumó esa portada de L’Equipe (“Griezmann, ¿cuál es el problema?”), que recordó a una muy similar el pasado mes de noviembre, en aquella ocasión con Dembélé como protagonista.
Nada más llegar a la concentración con Francia, Deschamps le abrazó: “No estoy preocupado en absoluto. Está en el Barça porque tiene el talento y la calidad. Necesita adaptarse a los jugadores y al sistema táctico. Es muy generoso con su juego y sus cualidades le ayudarán a adaptarse”. Jugador de gran autoconfianza que ha ido pasando por importantes retos en su carrera y superó todos, incluso los más complicados, que son los de la adolescencia cuando los mejores clubes de Francia le daban la espalda, fue el mismo Griezmann quien quiso tranquilizar a la gente en una entrevista en Téléfoot: “El trabajo lo marcará todo. Confiad en mí y todo saldrá solo”.
Griezmann volvió a ser Griezmann en Tirana. Una asistencia , un gol y un abrazo muy significativo a Deschamps. Queda claro que es uno de los gallos en Francia, que lleva más galones que en el Barça y que tiene más jerarquía para favorecer su encaje en el dibujo de Deschamps. Pisando más el área, entendiéndose de memoria con Giroud, su fútbol fluye con más facilidad. No puede decirse que Valverde intente hacerle la vida más difícil que Deschamps. De hecho, le ha hecho jugar en 14 de los 16 partidos. Simplemente en el Barça tiene por delante a Messi y Suárez. Como un paracaidista, cayó donde estaba el espacio libre y desde ahí va a tener que hacerse su espacio.
El encaje de Griezmann sigue siendo un asunto a solucionar en el Barça, pero el ex jugador el Atlético regresa de este parón con la esperanza de que, varias salidas nulas después, este sea el pistoletazo bueno. En los últimos partidos, Mesis le hizo sentir más partícipe. Se ve a leguas que Griezmann está sufriendo en el campo, que sus esfuerzos en defensa no tienen luego esa recompensa en ataque que le daría más sentido a su trabajo y lo asentaría en el club. Pero esto también lo sabía Griezmann antes de llegar al Barça. A diez días de visitar el Wanda, donde seguramente le espera un ambiente de aúpa, es un buen momento para despegar.