Julio María Sanguinetti: “Se terminaron 15 años de hegemonía del Frente Amplio”

Desde su casa de Punta Carretas, el ex presidente uruguayo también dijo que “Alberto Fernández cometió un error al venir a Montevideo a reunirse y respaldar la candidatura de Daniel Martínez”

Silvia Mercado
smercado@infobae.com
(Desde Montevideo) - Julio María Sanguinetti es una rara avis de la política uruguaya. Tiene 83 años pero sigue influyendo en la agenda política diaria en Uruguay. Su palabra es valorada y su rol en el armado en la coalición “multicolor” fue clave a la hora de arrimar la confianza del Partido Colorado a Luis Lacalle Pou, el candidato del Partido Blanco que ayer ganó las elecciones pero con un margen tan ajustado que no pudo salir a festejar.


El ex presidente, sin embargo, fue el primero que dijo a los periodistas “ganamos nosotros” al llegar a la sede del cuartel nacional. Sanguinetti pasó por una situación similar: En su segundo mandato presidencial (1995-2000) le tocó ganar por 23.000 votos. “Llegamos tres casi iguales, no había segunda vuelta por entonces y entre el primero y el tercero no había 2% de diferencia”, recuerda. Por eso insiste que el estrecho margen del domingo “es apenas una anécdota, no es discutible”. El día siguiente a los comicios, Infobae pudo entrevistarlo en su casa de Punta Carretas.

- Sorprendió su llamado el sábado al mediodía al presidente Tabaré Vázquez.

- Sí, lo llamé por un grato deber republicano y le dije “lo hago por un deber que autoimpongo por nuestra condición de colegas de presidencia", sabiendo que afrontó un año difícil en materia personal y política. Pero le dije que llegaba a la elección en un país en paz en un mundo occidental que es un escándalo político. En consecuencia, podemos asumir que tenemos un patrimonio que hemos construido entre todos y que tenemos que seguir custodiando, cuidando, por las amenazas que se producen en todos lados. El lo destacó luego.

- Sí, lo contó él mismo el domingo hablando con los periodistas cuando fue a votar.

- El lo contó, sí. Son las cosas que ayudan a la gente también a entender el momento.

- Son mensajes positivos en momentos de incertidumbre.

- Son mensajes para la gente, es decir, “miren, no estamos a la víspera de ninguna tragedia”.
Julio María Sanguinetti estuvo muy activo en la campaña presidencial. Anoche se acostó bien tarde y hoy por la mañana atendió a varios medios periodísticos.
Julio María Sanguinetti estuvo muy activo en la campaña presidencial. Anoche se acostó bien tarde y hoy por la mañana atendió a varios medios periodísticos.

- Después él devuelve ese gesto llamándolo a Luis Lacalle Pou.

- Seguro, lo llama anoche, y le dice “me dice que naturalmente no están dadas las condiciones de reconocer públicamente cuando el propio candidato no lo hizo, y la Corte Electoral demoró la consagración”. Pero lo importante es distinguir la historia de la anécdota.

- A ver, ¿cómo sería eso?

- La historia es que un ciclo de 15 años terminó anoche. Así como fue histórico hace 15 años que el Frente Amplio, por primera vez, quebrara la hegemonía de los dos partidos tradicionales desde la Independencia, hoy es histórico que se quiebre su ciclo económico de 15 años. Ese es el fenómeno histórico incuestionable. El segundo fenómeno que no es histórico por su excepcionalidad local, pero sí lo es por lo que pasa a escala regional o internacional, es ver cómo Uruguay procesa sus debates electorales, cómo la Corte Electoral es indiscutida.

- Qué importante que es eso.

- Nuestra Corte Electoral es tan indiscutida que en 1980, en plena dictadura, se hace un plebiscito. Y la Corte Electoral, con los funcionarios de siempre, más un presidente que había puesto el gobierno pero era un hombre de bien, nos ofreció garantías para hacer campaña a pesar de que estábamos todos proscriptos, y hasta pudimos ir como fiscales a las mesas, aunque no como representantes partidarios.

- ¿Qué se plesbicitó en ese tiempo?

- Una reforma constitucional que prevía una importante participación militar, que perdieron porque los partidos nos opusimos.

- Cuéntenos por favor qué es la Corte Electoral. Porque no es el Poder Ejecutivo pero tampoco el Poder Judicial.

- Es un organismo muy particular que nació en nuestra constitución de 1934. Se compone de miembros de dos tipos. Hay 5 miembros llamados neutrales, que son nombrados por el Legislativo con 2/3 de los votos. O sea, hay que ponerse de acuerdo si o si. Y, luego, hay 4 miembros que son partidarios, políticos que son elegidos por los parlamentarios. Los funcionarios tienen la particularidad de que aún accediendo por concurso tienen que decir cuál es su filiación política porque en una mesa electoral no puede haber todos de un mismo partido. Es un sistema garantido.

- Impacta la legitimidad que tiene en los ciudadanos uruguayos independientemente del partido que voten.

- Por eso digo, el segundo hecho histórico (aunque insisto, no por nuestra tradición) es que con una diferencia mínima se procesaron las actas. Me hubiera gustado que el candidato oficialista reconociera que esto no se modifica, porque el resultado es inmodificable, porque hay 35.000 votos observados, de los cuales solo 7000 son de Montevideo, donde ganó el FA, y el resto del interior, donde ganó la coalición. Así que no hay no hay ninguna posibilidad de que el resultado cambie. Tercero, leyendo a lo político, el resultado es sorpresivo porque las encuestas hablaban de una diferencia más holgada a favor de Lacalle Pou. Y se equivocaron.

- Usted conoce mucho a los argentinos. ¿Qué hubiera pasado si en elecciones en la Argentina se hubiera dado una diferencia tan ajustada?

- No puedo presumir, pero es claro que la Argentina tiene una sistema electoral menos autónomo, así que eso genera debates.
El ex presidente uruguayo Julio María Sanguinetti firmando ejemplares de sus libros para la autora de la entrevista, esta mañana en su casa de Punta Carretas.
El ex presidente uruguayo Julio María Sanguinetti firmando ejemplares de sus libros para la autora de la entrevista, esta mañana en su casa de Punta Carretas.

- Usted sabe que hubiera habido denuncias de fraudes.

- En todo caso, disfrutemos de lo que sucedió aquí.

- Hablemos del ciclo histórico.

- El Frente ganó después de la crisis del 2002, que nosotros importamos de la Argentina y aunque Jorge Batlle hizo un gran gobierno, pagamos un costo político. El FA pudo disfrutar de un período de bonanza de los commodities, la primavera de la soja, que le da una holgura financiera impresionante. Pero desde 2014/2015 empezó a vivir la normalidad y ahí empezó a cuestionarse y a perder aquélla holgura que le permitió tantas cosas, lo cual se asocia a otro fenómeno de inseguridad ciudadana. Había crecido la inseguridad y eso también generó malestares públicos, que se generaron claramente en octubre.

- Impacta la recuperación que tuvo el FA en materia electoral. ¿Usted diría que Uruguay es un país dividido?

- Uruguay siempre estuvo dividido y felizmente. Si hay unanimidad estamos en dictadura. Una cosa son las divisiones naturales, la sociedad democrática nunca es unánime, otra cosa es la división enconada, lo que en la Argentina llaman la grieta, ese abismo que separa unos de otros. O la grieta social que se está dando en Occidente.

- ¿Usted diría que Lacalle Pou evitará la grieta?

- Sus palabras anoche fueron moderadas. Ahora, entendamos que el FA gobernó en forma hegemónica, tenía mayoría parlamentaria. Si lo miráramos en términos estrictos puede parecer la grieta, pero no. Tuvo mayoría absoluta y la ejerció absolutamente. Creo que eso no le hizo bien al país ni tampoco al Frente, pero no quebró el clima democrático en el país. Es verdad que yo hubiera preferido que el candidato oficialista reconociera la derrota, porque es lo que ocurrió y todos lo sabemos. En cualquier caso, la respuesta de Lacalle fue muy buena, porque no se consideró ganador, ni asumió una actitud triunfalista y dijo que estaba seguro de que habíamos ganado pero que él no lo iba a proclamar hasta que hubiera certeza.
El candidato Luis Lacalle Pou no pudo festejar anoche su victoria ajustada. REUTERS/Mariana Greif
El candidato Luis Lacalle Pou no pudo festejar anoche su victoria ajustada. REUTERS/Mariana Greif

- Un dato es que la coalición multicolor tiene mayoría en ambas cámaras.

- Amplia. Tenemos 56 diputados sobre 99, cuando son 50 la mayoría absoluta. En el Senado es todavía más claro, porque vota el vicepresidente.

- El desafío que tiene Lacalle Pou es consolidar la coalición.

- Bueno, mire, el desafío es el gobierno. El primer desafío es reactivar la economía. Segundo desafío es mejorar la seguridad. Son los dos grandes desafíos que tiene en el corto y mediano plazo. En el largo plazo, hay que reformar la educación. En los últimos años hubo en estancamiento.

- En Argentina no funcionó demasiado bien la coalición Juntos por el Cambio. ¿Cómo imagina que será aquí la convivencia entre el Partido Blanco y el Partido Colorado?

- El Partido Colorado tiene en su ADN el gobierno. En el año 58 perdimos por primera vez una elección después de 93 años de hegemonía. En esta misma etapa post dictadura tuvimos tres gobiernos. Nuestro ADN es el hacer, nuestros referentes son hombres de gobierno. El Partido Blanco es distinto, sus grandes héroes han sido caudillos, líderes, tiene un ADN emocional, nacido de sus luchas por la libertad. Nosotros no somos muy buenos opositores, así que el traje de oficialistas nos resulta muy cómodos.

- Ultima. Usted sabe que en la Argentina ganó el Frente de Todos, Alberto Fernández vino a respaldar a Daniel Martínez. ¿Cómo imagina que va a ser la relación entre Uruguay y Argentina?

- Mire, hubo una cadena de errores en el Mercosur. Nuestro gobierno habló mal de Bolsonaro en el momento electoral. Resultado, nos ganamos un gobierno hostil. Ahora Bolsonaro devuelve el error deseando que perdiera el Frente. Para complementar el cúmulo de errores, Alberto Fernández viene de visita a Montevideo a apoyar y reunirse con el candidato del Frente Amplio. Eso revela, a mi juicio, que este mundo contemporáneo hay un debilitamiento de los códigos democráticos. El modelo de ese desarreglo lo hemos tenido también aquí. Eso nos hace pensar con cierto escepticismo sobre el futuro del Mercosur porque tenemos a Argentina y Brasil con una muy mala relación. Para Uruguay esto no va a ser así, Lacalle va a intentar tener las mejores relaciones tanto con Argentina como con Brasil, de eso no tengo la menor duda. Ojalá tenga la correspondencia adecuada.

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