Inglaterra lanza un serio aviso para la Eurocopa
Inglaterra cerró el 2019 con otra goleada, esta menos merecida, ante Kosovo y se lanza como cabeza de serie hacia el sorteo de la Eurocopa.
Alberto Muñoz
As
No tuvo el grupo más complicado, pero tampoco es culpa suya. Inglaterra cerró el 2019 con otra goleada, esta menos merecida, ante Kosovo y se lanza como cabeza de serie hacia el sorteo para la Eurocopa que se celebrará este verano. Los de Southgate, que le endosaron un póker a unos kosovares que irán a la repesca, solo se han visto superados en números en esta fase de grupos de clasificación por Bélgica, que prácticamente ha firmado una hoja de resultados impoluta en todos los registros.
Abrió pronto el marcador Harry Winks y el partido pudo haber sido muy diferente a partir de entonces. En un encuentro en el que lo que estaba en juego era el orgullo de una selección joven por vencer a una histórica frente a su gente y en el que los pross debían seguir metiendo miedo, nadie salió derrotado. Kosovo se fue con la cabeza bien alta porque pudo haber merecido más, e Inglaterra encara de nuevo un gran torneo con la sensación de que, quizás esta vez sí, los augurios se tornen realidad.
La generación de jugadores que tienen los three lions en estos momentos es tan escandalosa, tan difícil de juntar en un mismo momento, que normal que en el país donde se inventó este deporte se froten las manos. El mejor ejemplo, un Harry Kane que sin despeinarse marcó un tanto, dio un poste y participó activamente en otros dos goles, igualando los mejores registros anotadores de los suyos en una fase de clasificación.
A partir de su tanto, los kosovares perdieron un poco la fe, y solo fue cuestión de tiempo que la imparable calidad de Rashford, que sigue creciendo a pasos agigantados, el liderazgo de Sterling, que ahora mismo es la estrella, y el oportunismo de Mount, al que le va a costar olvidar esta temporada, sellasen una goleada quizás desmesurada para lo que se vio en el campo pero que lanza un serio aviso al resto de selecciones. En esta nueva década que comienza en apenas un mes y medio, Inglaterra tendrá mucho que decir.
Alberto Muñoz
As
No tuvo el grupo más complicado, pero tampoco es culpa suya. Inglaterra cerró el 2019 con otra goleada, esta menos merecida, ante Kosovo y se lanza como cabeza de serie hacia el sorteo para la Eurocopa que se celebrará este verano. Los de Southgate, que le endosaron un póker a unos kosovares que irán a la repesca, solo se han visto superados en números en esta fase de grupos de clasificación por Bélgica, que prácticamente ha firmado una hoja de resultados impoluta en todos los registros.
Abrió pronto el marcador Harry Winks y el partido pudo haber sido muy diferente a partir de entonces. En un encuentro en el que lo que estaba en juego era el orgullo de una selección joven por vencer a una histórica frente a su gente y en el que los pross debían seguir metiendo miedo, nadie salió derrotado. Kosovo se fue con la cabeza bien alta porque pudo haber merecido más, e Inglaterra encara de nuevo un gran torneo con la sensación de que, quizás esta vez sí, los augurios se tornen realidad.
La generación de jugadores que tienen los three lions en estos momentos es tan escandalosa, tan difícil de juntar en un mismo momento, que normal que en el país donde se inventó este deporte se froten las manos. El mejor ejemplo, un Harry Kane que sin despeinarse marcó un tanto, dio un poste y participó activamente en otros dos goles, igualando los mejores registros anotadores de los suyos en una fase de clasificación.
A partir de su tanto, los kosovares perdieron un poco la fe, y solo fue cuestión de tiempo que la imparable calidad de Rashford, que sigue creciendo a pasos agigantados, el liderazgo de Sterling, que ahora mismo es la estrella, y el oportunismo de Mount, al que le va a costar olvidar esta temporada, sellasen una goleada quizás desmesurada para lo que se vio en el campo pero que lanza un serio aviso al resto de selecciones. En esta nueva década que comienza en apenas un mes y medio, Inglaterra tendrá mucho que decir.