Holanda se lleva el premio en un partido gris; Irlanda, a la repesca
Un penalti de Davies a las nubes en el 36' envió a Irlanda del Norte a la repesca. Los de Koeman pusieron el poco fútbol visto en el Windsor Park y certifican su pase a la Eurocopa 2020.
Fernando S. Tavero
As
Se cumplió la lógica en el grupo de la muerte y Holanda hizo los deberes con su empate en tierras irlandesas. Una Irlanda del Norte que comenzó lanzada la fase de clasificación con cuatro victorias en otros tantos partidos necesitaba la victoria en Belfast para apurar sus opciones de pasar sin la dura repesca de por medio. Y esas opciones se esfumaron cuando Steven Davies mandaba un penalti a la grada en la primera parte. Holanda quiso ganar y lo intentó, pero el resultado era suficiente para acompañar a Alemania en la Eurocopa 2020 y apagó el partido en la segunda parte.
Las bajas de Depay y Wijnaldum por sendas lesiones obligaban a Koeman a experimentar. Donny Van de Beek y Ryan Babel intercambiaban la mediapunta y la posición de falso '9', mientras que Quincy Promes y Steven Berghuis se encargaban de los flancos, con De Roon y De Jong controlando la sala de máquinas de la 'oranje'. Los de Martin O'Neal, por su parte, se sabían necesitados de los tres puntos y arrancaron el partido con hambre. Un fallo en la salida de Cillesen cuando el partido apenas amanecía casi le cuesta el gol a los suyos y un cabezazo de Magennis en el 4' que se marchaba desviado arengaba a los aficionados norteños de Windsor Park.
La presión asfixiante de los locales obligaba a Holanda a atacar a través de pases largos en busca de la espalda de la defensa y así llegaban las mejores ocasiones de los holandeses. Berghuis enviaba un remate mordido al larguero, tras jugada entre Promes y Van de Beek en el 9', que precedía dos claras ocasiones de Ryan Babel. El del Galatasaray se plantaba solo ante Peacock-Farrell para golpear sin fuerza en la primera y al muñeco en la segunda. Promes también lo intentaba, con una jugada marca de la casa, y desde la esquina del área se perfilaba para encañonar con la derecha un disparo que no cogería puerta por poco.
Cuando todo apuntaba que sería Holanda quien abriría la lata, un centro de Corry Evans en el 29' lo intentaba rematar Saville con la suerte que el balón acababa en la mano de Veltman. Marciniak señalaba el punto un discutible penalti y Steven Davies enviaba gran parte de las esperanzas clasificatorias de su equipo a las nubes. Algo no le debía estar gustando a Koeman tras la pena máxima fallada el capitán norirlandés para que, en el 36', quitase del terreno de juego a Marten de Roon y metiese a Davy Propper en su lugar. De Jong no estaba entraba en juego con asiduidad -más allá de un par de detalles técnicos a la altura de la clase que atesora- y el jugador del Brighton salía con la misión clara de darle mayor libertad. Tras un par de acercamientos visitantes se llegaba al descanso con un resultado que enviaba a la repesca a los irlandeses.
Tras el paso por vestuarios más de lo mismo, aunque los británicos relajaron el fuerte ímpetu de los primeros 45 minutos. Las llegadas de los naranjas estaban siendo claras y si materializaban alguna de las ocasiones se nublaba la Eurocopa para los irlandeses. Aún así, Koeman se lanzaba a por los tres puntos en el 65' con la entrada de Luuk de Jong por un Berghuis que dejó destellos demasiado intermitentes. El 70-30 de posesión al que se llegaba mediada la segunda parte resumía la actitud de ambos conjuntos para con el esférico. Asimismo, la batería local parecía agotarse con el paso de los minutos y esperaban agazapados materializar alguna ocasión puntual que les mantuviese con vida.
Holanda se sabía clasificada con el empate y tiró de lógica. Si los irlandeses necesitaban los tres puntos y no arriesgaban, no iban a hacerlo ellos. Y ello dio un poco de vida en los últimos minutos a los de O' Neill que se asomaron tímidamente al balcón del área con centros sin rematador. Un córner en el 88' era celebrado por la grada como sólo se hace en el Reino Unido, pero nada más lejos de la realidad. El partido murió y los holandeses tomaban el Windsor Park sabedores que el objetivo estaba conseguido.
Fernando S. Tavero
As
Se cumplió la lógica en el grupo de la muerte y Holanda hizo los deberes con su empate en tierras irlandesas. Una Irlanda del Norte que comenzó lanzada la fase de clasificación con cuatro victorias en otros tantos partidos necesitaba la victoria en Belfast para apurar sus opciones de pasar sin la dura repesca de por medio. Y esas opciones se esfumaron cuando Steven Davies mandaba un penalti a la grada en la primera parte. Holanda quiso ganar y lo intentó, pero el resultado era suficiente para acompañar a Alemania en la Eurocopa 2020 y apagó el partido en la segunda parte.
Las bajas de Depay y Wijnaldum por sendas lesiones obligaban a Koeman a experimentar. Donny Van de Beek y Ryan Babel intercambiaban la mediapunta y la posición de falso '9', mientras que Quincy Promes y Steven Berghuis se encargaban de los flancos, con De Roon y De Jong controlando la sala de máquinas de la 'oranje'. Los de Martin O'Neal, por su parte, se sabían necesitados de los tres puntos y arrancaron el partido con hambre. Un fallo en la salida de Cillesen cuando el partido apenas amanecía casi le cuesta el gol a los suyos y un cabezazo de Magennis en el 4' que se marchaba desviado arengaba a los aficionados norteños de Windsor Park.
La presión asfixiante de los locales obligaba a Holanda a atacar a través de pases largos en busca de la espalda de la defensa y así llegaban las mejores ocasiones de los holandeses. Berghuis enviaba un remate mordido al larguero, tras jugada entre Promes y Van de Beek en el 9', que precedía dos claras ocasiones de Ryan Babel. El del Galatasaray se plantaba solo ante Peacock-Farrell para golpear sin fuerza en la primera y al muñeco en la segunda. Promes también lo intentaba, con una jugada marca de la casa, y desde la esquina del área se perfilaba para encañonar con la derecha un disparo que no cogería puerta por poco.
Cuando todo apuntaba que sería Holanda quien abriría la lata, un centro de Corry Evans en el 29' lo intentaba rematar Saville con la suerte que el balón acababa en la mano de Veltman. Marciniak señalaba el punto un discutible penalti y Steven Davies enviaba gran parte de las esperanzas clasificatorias de su equipo a las nubes. Algo no le debía estar gustando a Koeman tras la pena máxima fallada el capitán norirlandés para que, en el 36', quitase del terreno de juego a Marten de Roon y metiese a Davy Propper en su lugar. De Jong no estaba entraba en juego con asiduidad -más allá de un par de detalles técnicos a la altura de la clase que atesora- y el jugador del Brighton salía con la misión clara de darle mayor libertad. Tras un par de acercamientos visitantes se llegaba al descanso con un resultado que enviaba a la repesca a los irlandeses.
Tras el paso por vestuarios más de lo mismo, aunque los británicos relajaron el fuerte ímpetu de los primeros 45 minutos. Las llegadas de los naranjas estaban siendo claras y si materializaban alguna de las ocasiones se nublaba la Eurocopa para los irlandeses. Aún así, Koeman se lanzaba a por los tres puntos en el 65' con la entrada de Luuk de Jong por un Berghuis que dejó destellos demasiado intermitentes. El 70-30 de posesión al que se llegaba mediada la segunda parte resumía la actitud de ambos conjuntos para con el esférico. Asimismo, la batería local parecía agotarse con el paso de los minutos y esperaban agazapados materializar alguna ocasión puntual que les mantuviese con vida.
Holanda se sabía clasificada con el empate y tiró de lógica. Si los irlandeses necesitaban los tres puntos y no arriesgaban, no iban a hacerlo ellos. Y ello dio un poco de vida en los últimos minutos a los de O' Neill que se asomaron tímidamente al balcón del área con centros sin rematador. Un córner en el 88' era celebrado por la grada como sólo se hace en el Reino Unido, pero nada más lejos de la realidad. El partido murió y los holandeses tomaban el Windsor Park sabedores que el objetivo estaba conseguido.