Hipertensión ¿y Alzheimer? Un estudio asegura que el exceso de sal promueve el deterioro cognitivo

Una investigación realizada en ratones demostró que una dieta rica en sodio puede hacer que se acumule tau modificada, una proteína asociada con afecciones que causan demencia. Si bien debe confirmarse si los resultados son aplicables al ser humano, los científicos calificaron el hallazgo como “preocupante”

Infobae
La sal es mala. Son conocidos por todos los efectos del exceso de sodio en la presión arterial y sus consecuencias a nivel cardiovascular.


Ahora se supo que, al parecer, no se trata sólo de un problema de presión arterial elevada: comer demasiada sal causa deterioro cognitivo, según concluyó un estudio realizado por científicos del Weill Cornell Medical College de Nueva York.

La investigación realizada en ratones fue liderada por el científico italiano Costantino Iadecola y entre las conclusiones publicadas por la revista Nature figura que “una dieta extremadamente salada puede provocar que los ratones acumulen tau modificada, una proteína asociada con afecciones que causan demencia, incluido el Alzheimer”. Un hallazgo calificado por los científicos como “preocupante”, aunque “se necesita más investigación para ver si los resultados pueden ser válidos en humanos”, advirtieron los investigadores.

En particular -reveló el estudio- los ratones alimentados con una dieta rica en sal (8-16 veces más alta que una normal) fueron menos capaces de reconocer nuevos objetos y tuvieron dificultades para realizar una prueba de laberinto. Los autores explicaron cómo una alta ingesta de sal reduce la síntesis de óxido nítrico, lo que conduce a la activación de una enzima (CDK5) involucrada en la fosforilación de la proteína tau.

“Nuestro estudio destacó un mecanismo clave en ratones; ahora nuestro objetivo es verificar los resultados en humanos”, destacó Costantino Iadecola, responsable del trabajo, quien alertó: “Pero no es la sal agregada mientras cocinamos en casa la que nos lleva al exceso: el 60/70 por ciento del sodio que consumimos está ‘oculto’ en los alimentos procesados, en las comidas preparadas, en los que comemos en los restaurantes. Nadie sabe exactamente cuánta sal se usa”.

La dieta mediterránea sigue siendo “la más amiga de la mente” -consideró el italiano- “porque siempre ha sido baja en sal”. Y concluyó: “Lo mejor para quienes tienen la posibilidad de cocinar es hacerlo lo más posible por sí mismos, utilizando ingredientes individuales y no mezclas preparadas”.

La buena noticia es que el deterioro cognitivo se revirtió en los ratones al restaurar la producción de óxido nítrico.

La enfermedad de Alzheimer, descrita por primera vez por el neurólogo alemán Alois Alzheimer, es una enfermedad física que afecta el cerebro. En la Argentina, se estima que 1 de cada 8 adultos mayores de 65 años la padecen, y la cifra alcanza a más de 500 mil personas que lo sufren en total.

Se calcula que cada tres segundos, alguien en el mundo es diagnosticado con demencia y según la Organización Mundial de la Salud (OMS) hay 50 millones de personas que la padecen y entre el 60% y 70% de esos casos corresponden a Alzheimer.

“El Alzheimer afecta el cerebro impidiendo el normal funcionamiento de las neuronas. Es una enfermedad que progresa lentamente y cuyos síntomas van apareciendo o acentuándose a lo largo de los años. De hecho, los cambios microscópicos en el cerebro empiezan a producirse hasta 15 o 20 años antes de la aparición de estos signos. La sobrevida luego del diagnóstico varía en promedio entre siete y 15 años”.

La médica neuróloga María Alejandra Amengual (MN 105232) señaló que “varios síntomas que son frecuentes en la enfermedad de Alzheimer, tales como la pérdida de memoria, la dificultad para encontrar las palabras correctas y los cambios de humor, también pueden observarse en la depresión o en el envejecimiento normal. Sin embargo, se diferencian por el grado de interferencia que generan para el desarrollo de actividades habituales”.

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