Griezmann, cinco partidos sin marcar, otra vez de bajón
Se concentrará estos días con Francia entre cierta preocupación. Valverde y Deschamps le protegen, pero hasta Bartomeu está inquieto porque no despega.
Juan Jiménez
As
Esta vez, Griezmann no pudo ni lamentar que no le pasaran el balón. Messi, con un magnífico timing, esperó a que llegase en un contragolpe nítido para el Barça y le puso el balón adelantado, perfecto para la definición del francés, que suele ser infalible. Pero tantas ganas tenía el Principito de marcar que reventó el balón contra Rubén y se quedó sin marcar contra el Celta. Otra vez, al vestuario sin mojar. Griezmann lleva cinco partidos consecutivos sin marcar desde que lo hizo en Ipurúa en el 0-3 contra el Eibar. No marcó en los dos partidos de Champions contra el Slavia (en Europa lleva cero goles) y tampoco ha podido hacer goles contra Valladolid, Levante y Celta.
Griezmann, pues, viaja a Francia para concentrarse en medio de un bajón. Cuenta con el respaldo de una carrera sólida y de sus entrenadores. Deschamps dijo el pasado jueves cuando ofreció la lista de Francia que no estaba nada preocupado por Griezmann. "La tenemos con todos", dijo, preguntado por el aire algo desencantado que muestra el lógico proceso de adaptación. Valverde dijo ayer que tendrán la paciencia que sea necesaria con ex jugador del Atlético.
La inquietud con Griezmann ha ido subiendo niveles en las oficinas del Camp Nou y ya anda por la planta directiva. Según aseguró la Cadena SER, Bartomeu considera que el encaje de Griezmann es una de las claves de la temporada. Los meses pasan y, de momento, la adaptación no acaba de ser completa. No son sólo los pocos goles que ha hecho de momento, cuatro en quince partidos, sino la sensación de que no termina de encontrarse en el campo. Especialmente, en la fase ofensiva.
Griezmann ha demostrado compromiso con el Barça desde el primer día y su implicación en defensa es absoluta. Sin embargo, no ha encontrado aún los automatismos de ataque. Se desmarca y no recibe, pasa minutos sin tocar el balón y está lejos de las zonas calientes del campo. Con un Barça tan dependiente de Messi, da la sensación de que el equipo necesita complementos al argentino para mantener su competitividad y optar a los títulos. De momento, se transmite paciencia y confianza en que el jugador va a rendir. Y Griezmann ha salido triunfador de todos los desafíos de su carrera. Este, sin duda, es mayúsculo.
Juan Jiménez
As
Esta vez, Griezmann no pudo ni lamentar que no le pasaran el balón. Messi, con un magnífico timing, esperó a que llegase en un contragolpe nítido para el Barça y le puso el balón adelantado, perfecto para la definición del francés, que suele ser infalible. Pero tantas ganas tenía el Principito de marcar que reventó el balón contra Rubén y se quedó sin marcar contra el Celta. Otra vez, al vestuario sin mojar. Griezmann lleva cinco partidos consecutivos sin marcar desde que lo hizo en Ipurúa en el 0-3 contra el Eibar. No marcó en los dos partidos de Champions contra el Slavia (en Europa lleva cero goles) y tampoco ha podido hacer goles contra Valladolid, Levante y Celta.
Griezmann, pues, viaja a Francia para concentrarse en medio de un bajón. Cuenta con el respaldo de una carrera sólida y de sus entrenadores. Deschamps dijo el pasado jueves cuando ofreció la lista de Francia que no estaba nada preocupado por Griezmann. "La tenemos con todos", dijo, preguntado por el aire algo desencantado que muestra el lógico proceso de adaptación. Valverde dijo ayer que tendrán la paciencia que sea necesaria con ex jugador del Atlético.
La inquietud con Griezmann ha ido subiendo niveles en las oficinas del Camp Nou y ya anda por la planta directiva. Según aseguró la Cadena SER, Bartomeu considera que el encaje de Griezmann es una de las claves de la temporada. Los meses pasan y, de momento, la adaptación no acaba de ser completa. No son sólo los pocos goles que ha hecho de momento, cuatro en quince partidos, sino la sensación de que no termina de encontrarse en el campo. Especialmente, en la fase ofensiva.
Griezmann ha demostrado compromiso con el Barça desde el primer día y su implicación en defensa es absoluta. Sin embargo, no ha encontrado aún los automatismos de ataque. Se desmarca y no recibe, pasa minutos sin tocar el balón y está lejos de las zonas calientes del campo. Con un Barça tan dependiente de Messi, da la sensación de que el equipo necesita complementos al argentino para mantener su competitividad y optar a los títulos. De momento, se transmite paciencia y confianza en que el jugador va a rendir. Y Griezmann ha salido triunfador de todos los desafíos de su carrera. Este, sin duda, es mayúsculo.