Green vuelve, pero es expulsado y los Warriors vuelven a perder
Draymond Green fue la novedad en los Warriors, pero no fue suficiente. Utah campó a sus canchas por el Chase Center y se llevaron la victoria.
Mike Maestre
Olé
Los Warriors han recuperado en una semana a dos de las piezas que les faltaban, pero no les ha servido de mucho. Primero fue D'Angelo Russell, que ha vuelto con más protagonismo del que tenía en los primeros partidos, y ahora es Draymond Green, aquejado de una lesión en el dedo índice de la mano izquierda. Les faltan Stephen Curry, Klay Thompson y Kevon Looney... y algo más. Son un equipo desangelado en estos momentos y cualquier rival se beneficia de ello. Hoy le tocó a Utah Jazz, que se fue del feudo warrior con una victoria sencilla: 108-122.
Russell, como se debe resaltar, está haciendo todo lo posible. Viene de un partido de 52 puntos en Minnesota que tampoco sirvió de mucho, pero sus destellos y competitividad son palpables. En esta ocasión hizo todo lo posible por buscar tiros, ejercer de señuelo para el beneficio de otros compañeros y hacer de base todoterreno. Mantuvo a los suyos en la pomada todo lo que pudo. A los Jazz también les salía todo: un triple desde más allá del medio campo de Mike Conley cuando se acababa una posesión, un alley-oop de concurso a mano cambiada acabado por el veterano Jeff Green, etc. No se les podía coger por ningún sitio. Y golpazo si se acercaban. Estaban acertados en ataque los de Quin Snyder y movían bien a las piezas que puso Steve Kerr sobre el tablero. Conley iniciaba jugadas con mucho pase, Gobert las finalizaba y Mitchell asestaba triples como puñaladas.
Al descanso ya eran quince puntos de ventaja. A los Warriors sólo les quedaba rezar. Todo se pintaba con trazos de espectáculo: triples de Poole y Russell por un lado y Bogdanovic por otro, matazos de Mitchell y Gobert... Lo único que hacía esta tendencia era que pasara el tiempo y no se viera un recorte en el marcador, sólo una mínima señal antes de que acabara el tercer periodo (once de distancia).
Fue el momento de protagonismo de Draymond Green, que llevaba cuatro puntos (2/7 en tiros) cuando terminó expulsado a ocho minutos del final tras la señalización de una segunda técnicaa. Dudoso honor al ser el primero al que le ocurre en el Chase Center: nuevo edificio, viejos vicios. No ayudó nada a la causa de su equipo.
Los Warriors cayeron y ya son el último clasificado de la Conferencia Oeste.
Mike Maestre
Olé
Los Warriors han recuperado en una semana a dos de las piezas que les faltaban, pero no les ha servido de mucho. Primero fue D'Angelo Russell, que ha vuelto con más protagonismo del que tenía en los primeros partidos, y ahora es Draymond Green, aquejado de una lesión en el dedo índice de la mano izquierda. Les faltan Stephen Curry, Klay Thompson y Kevon Looney... y algo más. Son un equipo desangelado en estos momentos y cualquier rival se beneficia de ello. Hoy le tocó a Utah Jazz, que se fue del feudo warrior con una victoria sencilla: 108-122.
Russell, como se debe resaltar, está haciendo todo lo posible. Viene de un partido de 52 puntos en Minnesota que tampoco sirvió de mucho, pero sus destellos y competitividad son palpables. En esta ocasión hizo todo lo posible por buscar tiros, ejercer de señuelo para el beneficio de otros compañeros y hacer de base todoterreno. Mantuvo a los suyos en la pomada todo lo que pudo. A los Jazz también les salía todo: un triple desde más allá del medio campo de Mike Conley cuando se acababa una posesión, un alley-oop de concurso a mano cambiada acabado por el veterano Jeff Green, etc. No se les podía coger por ningún sitio. Y golpazo si se acercaban. Estaban acertados en ataque los de Quin Snyder y movían bien a las piezas que puso Steve Kerr sobre el tablero. Conley iniciaba jugadas con mucho pase, Gobert las finalizaba y Mitchell asestaba triples como puñaladas.
Al descanso ya eran quince puntos de ventaja. A los Warriors sólo les quedaba rezar. Todo se pintaba con trazos de espectáculo: triples de Poole y Russell por un lado y Bogdanovic por otro, matazos de Mitchell y Gobert... Lo único que hacía esta tendencia era que pasara el tiempo y no se viera un recorte en el marcador, sólo una mínima señal antes de que acabara el tercer periodo (once de distancia).
Fue el momento de protagonismo de Draymond Green, que llevaba cuatro puntos (2/7 en tiros) cuando terminó expulsado a ocho minutos del final tras la señalización de una segunda técnicaa. Dudoso honor al ser el primero al que le ocurre en el Chase Center: nuevo edificio, viejos vicios. No ayudó nada a la causa de su equipo.
Los Warriors cayeron y ya son el último clasificado de la Conferencia Oeste.