GP DE BRASIL / Verstappen gana como Senna en Interlagos (VIDEO)
Enorme triunfo del holandés acompañado de un genial Gasly segundo y Hamilton tercero. El británico fue sancionado y el podio lo heredó con suspense Sainz.
Jesús Balseiro
As
El mejor homenaje posible al apasionado público de Interlagos y a la memoria de Ayrton Senna lo firmó Verstappen, de cabo a rabo para ganar, Pierre Gasly, logrando un podio histórico con el Toro Rosso que celebró hasta perder la voz, y... Carlos Sainz, remontando desde la última posición de la parrilla hasta una tercera plaza histórica, su primer podio en la Fórmula 1. Había acabado cuarto, pero Hamilton se llevó por delante a Albon en la penúltima vuelta y recibió una penalización de cinco segundos. Locura de carrera marcada por dos coches de seguridad en las últimas quince vueltas que dieron la vuelta a lo que ya estaba siendo un domingo memorable.
Empezando por el ganador, otra las actuaciones más espectaculares que se le recuerdan a un piloto ya de por sí espectacular. Grandiosa victoria desde la pole adelantando dos veces a Lewis Hamilton, primero tras un 'undercut' inesperado y después en la recta final de la carrera, en la penúltima resalida de 'safety car' bailando con todos los riesgos, lanzándose en las 'Eses' de Senna y dejando seco a Lewis. Emocionante duelo de genios, uno legendario y el otro llamado a hacer historia, y lo ganó el más joven.
Parecía que la carrera, brillante hasta entonces con una variedad de estrategias y adelantamientos brutales, había terminado. Pero quedaba lo mejor. En esa resalida con 15 vueltas para el final, Alex Albon había adelantado al Ferrari de Vettel y tras él acechaba Leclerc. El monegasco vio el hueco y la debilidad de 'Seb' y no lo dudó, fue a por él en las 'Eses' y le pasó. Se emparejaron de nuevo en la recta de atrás los dos coches rojos y se desencadenó una maniobra con consecuencias mastodónticas, como todo lo que pasa en la casa de Maranello. Se tocaron, Leclerc perdió el alerón y Vettel sufrió un pinchazo. Los dos fuera, segundo coche de seguridad y ridículo épico. Bottas no estaba en la pelea porque su motor se había roto antes, aunque el finlandés ya había pasado el trance de ir a por Leclerc con neumáticos muy superiores y salir de la intentona con las orejas gachas.
Para la última resalida sólo había dos vueltas de carrera y algún iluso pensó que no podía pasar nada más: Hamilton paró para montar gomas nuevas, salía cuarto y se le colaba un integrante de la zona media, Pierre Gasly, que corrió como un grande y también se estrenó en el ‘cajón’. Lewis fue a por él y le pasó. Luego lo intentó con Albon y le tocó descaradamente en la acción inicialmentedescrita. Gasly se repuso y agarró la segunda plaza, que mantuvo en un 'rush' final frente a Hamilton igual de legendario que la carrera entera. Sainz cruzaba la meta cuarto, feliz, 'smooth operator' pendiente de una decisión que los comisarios certificaron con suspense tras la carrera. Tras él, Raikkonen, Giovinazzi, Ricciardo, el castigado Hamilton, Norris, Pérez y Kvyat. Locura en Interlagos y homenaje a Senna de su único heredero legítimo. Y de toda la parrilla.
Jesús Balseiro
As
El mejor homenaje posible al apasionado público de Interlagos y a la memoria de Ayrton Senna lo firmó Verstappen, de cabo a rabo para ganar, Pierre Gasly, logrando un podio histórico con el Toro Rosso que celebró hasta perder la voz, y... Carlos Sainz, remontando desde la última posición de la parrilla hasta una tercera plaza histórica, su primer podio en la Fórmula 1. Había acabado cuarto, pero Hamilton se llevó por delante a Albon en la penúltima vuelta y recibió una penalización de cinco segundos. Locura de carrera marcada por dos coches de seguridad en las últimas quince vueltas que dieron la vuelta a lo que ya estaba siendo un domingo memorable.
Empezando por el ganador, otra las actuaciones más espectaculares que se le recuerdan a un piloto ya de por sí espectacular. Grandiosa victoria desde la pole adelantando dos veces a Lewis Hamilton, primero tras un 'undercut' inesperado y después en la recta final de la carrera, en la penúltima resalida de 'safety car' bailando con todos los riesgos, lanzándose en las 'Eses' de Senna y dejando seco a Lewis. Emocionante duelo de genios, uno legendario y el otro llamado a hacer historia, y lo ganó el más joven.
Parecía que la carrera, brillante hasta entonces con una variedad de estrategias y adelantamientos brutales, había terminado. Pero quedaba lo mejor. En esa resalida con 15 vueltas para el final, Alex Albon había adelantado al Ferrari de Vettel y tras él acechaba Leclerc. El monegasco vio el hueco y la debilidad de 'Seb' y no lo dudó, fue a por él en las 'Eses' y le pasó. Se emparejaron de nuevo en la recta de atrás los dos coches rojos y se desencadenó una maniobra con consecuencias mastodónticas, como todo lo que pasa en la casa de Maranello. Se tocaron, Leclerc perdió el alerón y Vettel sufrió un pinchazo. Los dos fuera, segundo coche de seguridad y ridículo épico. Bottas no estaba en la pelea porque su motor se había roto antes, aunque el finlandés ya había pasado el trance de ir a por Leclerc con neumáticos muy superiores y salir de la intentona con las orejas gachas.
Para la última resalida sólo había dos vueltas de carrera y algún iluso pensó que no podía pasar nada más: Hamilton paró para montar gomas nuevas, salía cuarto y se le colaba un integrante de la zona media, Pierre Gasly, que corrió como un grande y también se estrenó en el ‘cajón’. Lewis fue a por él y le pasó. Luego lo intentó con Albon y le tocó descaradamente en la acción inicialmentedescrita. Gasly se repuso y agarró la segunda plaza, que mantuvo en un 'rush' final frente a Hamilton igual de legendario que la carrera entera. Sainz cruzaba la meta cuarto, feliz, 'smooth operator' pendiente de una decisión que los comisarios certificaron con suspense tras la carrera. Tras él, Raikkonen, Giovinazzi, Ricciardo, el castigado Hamilton, Norris, Pérez y Kvyat. Locura en Interlagos y homenaje a Senna de su único heredero legítimo. Y de toda la parrilla.