"Fue una locura ver a un millón de hinchas de Flamengo"
Pablo Marí cuenta a AS las interioridades de una fiesta que encumbró a Flamengo por su doblete. El valenciano es el primer español en ganar la Libertadores.
Aritz Gabilondo
As
La imagen del autobús de Flamengo rodeado de cientos de miles de personas en la Avenida Presidente Vargas, a la altura de la Iglesia de la Candelaria, ha dado la vuelta al mundo. Pocas veces una celebración por un título contó con un apoyo tan masivo como este. Dentro del autobús viajaba el central valenciano Pablo Marí, quien cuenta, de primera mano, cómo vivieron una fiesta inolvidable.
Remontada. “Ha sido un fin de semana para recordar. Son 25 ó 26 horas inolvidables. El momento en el que pitó el árbitro el final en Lima, el éxtasis de nuestros aficionados, cómo conseguimos dar la vuelta a un partido increíble... Se demostró que en tres minutos todo puede cambiar. Yo sabía que la primera oportunidad que tuviera de poder ser campeón, lo conseguiría”.
Celebración. “Lo primero que hice fue buscar en la grada a mi familia. Había tanta gente que no conseguía verlos. Luego ya sí me junté con ellos. Son tantas cosas especiales que es imposible quedarse con una. Los compañeros enseguida me felicitaron, sabían que para mí era un momento único. Ellos han jugado Mundiales o en grandes equipos. Yo nunca había estado en una final. Me emocioné. Pensé en lo mucho que había luchado en mi carrera por poder llegar a esto”.
Felicitaciones. “Cuando vi el móvil comprobé que había recibido muchos mensajes desde España: amigos, excompañeros, gente de clubes de mis inicios en Palma, del Levante... Y sobre todo de mi familia. Ellos han estado ahí y me apoyaron siempre”.
Leyendas. “Muchos exjugadores históricos del club también nos dieron la enhorabuena. Zico, por ejemplo, estuvo apoyándonos incluso la semana antes de viajar. Nos hemos puesto a la altura de lo que hizo el Zico de Flamengo. Es increíble, pero es así (También han igualado al Santos de Pelé, que hizo doblete en 1963)”.
Hinchas. “La afición de Flamengo tiene fama de ser una de las más numerosas y lo demostró con creces. Ya en el estadio se les oía como si estuvieramos jugando como locales. Luego vino lo del paseo en autobús, Increíble”.
Autobús. “Había un millón de personas en la calle. El autobús no podía andar. Además de la alegría colectiva que suponía haber ganado la Libertadores 38 años después, yo tenía el sentimiento de estar representando a España al convertirme en el primer español en conquistarla”.
Y el Brasileirao... “Cuando el bus se dirigía a la ciudad deportiva para dejarnos, nos enteramos de que además éramos campeones del Brasileirao porque perdió Palmeiras. ¡Nos dio ganas de dar otra vuelta!”. Fue espectacular. Único. Sin palabras”.
Aritz Gabilondo
As
La imagen del autobús de Flamengo rodeado de cientos de miles de personas en la Avenida Presidente Vargas, a la altura de la Iglesia de la Candelaria, ha dado la vuelta al mundo. Pocas veces una celebración por un título contó con un apoyo tan masivo como este. Dentro del autobús viajaba el central valenciano Pablo Marí, quien cuenta, de primera mano, cómo vivieron una fiesta inolvidable.
Remontada. “Ha sido un fin de semana para recordar. Son 25 ó 26 horas inolvidables. El momento en el que pitó el árbitro el final en Lima, el éxtasis de nuestros aficionados, cómo conseguimos dar la vuelta a un partido increíble... Se demostró que en tres minutos todo puede cambiar. Yo sabía que la primera oportunidad que tuviera de poder ser campeón, lo conseguiría”.
Celebración. “Lo primero que hice fue buscar en la grada a mi familia. Había tanta gente que no conseguía verlos. Luego ya sí me junté con ellos. Son tantas cosas especiales que es imposible quedarse con una. Los compañeros enseguida me felicitaron, sabían que para mí era un momento único. Ellos han jugado Mundiales o en grandes equipos. Yo nunca había estado en una final. Me emocioné. Pensé en lo mucho que había luchado en mi carrera por poder llegar a esto”.
Felicitaciones. “Cuando vi el móvil comprobé que había recibido muchos mensajes desde España: amigos, excompañeros, gente de clubes de mis inicios en Palma, del Levante... Y sobre todo de mi familia. Ellos han estado ahí y me apoyaron siempre”.
Leyendas. “Muchos exjugadores históricos del club también nos dieron la enhorabuena. Zico, por ejemplo, estuvo apoyándonos incluso la semana antes de viajar. Nos hemos puesto a la altura de lo que hizo el Zico de Flamengo. Es increíble, pero es así (También han igualado al Santos de Pelé, que hizo doblete en 1963)”.
Hinchas. “La afición de Flamengo tiene fama de ser una de las más numerosas y lo demostró con creces. Ya en el estadio se les oía como si estuvieramos jugando como locales. Luego vino lo del paseo en autobús, Increíble”.
Autobús. “Había un millón de personas en la calle. El autobús no podía andar. Además de la alegría colectiva que suponía haber ganado la Libertadores 38 años después, yo tenía el sentimiento de estar representando a España al convertirme en el primer español en conquistarla”.
Y el Brasileirao... “Cuando el bus se dirigía a la ciudad deportiva para dejarnos, nos enteramos de que además éramos campeones del Brasileirao porque perdió Palmeiras. ¡Nos dio ganas de dar otra vuelta!”. Fue espectacular. Único. Sin palabras”.