El Madrid no conoce la derrota cuando Benzema marca
Siete victorias y un empate en los partidos en los que el '9' ha hecho gol esta campaña. Cuando no marca, los blancos sólo suman 10 puntos de 24 posibles.
Fernando S. Tavero
As
El Karim del Real Madrid nunca ha sido un delantero de números, era más bien un jugador de intangibles. De esos que tanto se valoran en baloncesto y tan poco se le reconocen a un delantero centro. O al menos no lo era. Desde que Cristiano marchase a Turín en julio de 2018, Benzema se ha encargado de hacer honor al dorsal que porta y ha incrementado su frecuencia goleadora hasta convertirse en un pilar sin el que no se entendería el Madrid actual. Sin ir más lejos, en la temporada que nos ocupa, el lionés ha perforado la red rival en ocho partidos, con un bagaje de siete victorias y un empate; mientras que en los ocho que no ha conseguido ver portería, los hombres de Zidane han sufrido mucho más: dos victorias, cuatro empates y las dos únicas derrotas del curso.
Y no es algo puntual. La falta de gol sufrida por el Real Madrid 2018-19 cuando el francés no acudía al rescate del equipo dejó una estadística similar. En los 21 partidos en los que Benzema marcó, los blancos acumularon 17 triunfos, 2 empates y 2 derrotas; números que chocan con las 16 victorias, 4 empates y 16 derrotas de los encuentros en los que Karim no inscribió su nombres entre la terna de goleadores.
Asimismo, si limitamos la estadística a la competición doméstica nos encontramos con un Madrid con seis partidos ganados y uno empatado en la temporada que nos ocupa, 19 puntos de 21 posibles, un 90,5%. Con este porcentaje extrapolado al total de los partidos, los del Paseo de la Castellana encabezarían LaLiga en solitario, dado que en este momento colideran el campeonato junto al Barça con 25 puntos en 12 jornadas (El Clásico fue aplazado), un 69,4%.
En tanto que LaLiga pasada hubiera arrojado una luz mucho más blanca de la acumulada si sólo se tienen en cuenta los 14 partidos en los que marcó algún gol el exjugador del Lyon. Así, los 11 triunfos, 2 empates y 1 derrota supusieron 35 puntos para la nave madridista, un 83,3%, números superiores al 76,3% (87 puntos) que sumarían los hombres de Valverde y con los que acabarían levantando el título liguero.
Como el buen vino, estamos presenciando la segunda juventud de Benzema, incluso mejor que la primera. Sin obviar esas intangibles de las que hablábamos en un principio, dado que su creciente rendimiento goleador no las penaliza. Ya lo decía Rodrygo el día de su sonado hat-trick: "Benzema es un crack, un '10' que juega de '9'". Frase que tiempo atrás solía utilizarse para menospreciar la labor de Karim, en este momento es un halago. Esa capacidad asociativa viene de la mano de una madurez que se palpa al observar al francés sobre el terreno de juego y al escuchar a uno de sus mayores valedores, Zinedine Zidane: "Está más maduro. Es padre y muchas cosas que le han pasado en su vida y eso se refleja en el campo", comentaba el marsellés tras el set que endosó el Madrid al Galatasaray en Champions.
El excelso estado de forma del galo ha avivado, además, la llama del debate que rodea su castigo con la selección francesa. "Él siempre ha querido jugar con el equipo nacional. Yo no sé exactamente qué es lo que pasa, pero, para mí, es el mejor futbolísticamente y tendría hueco", deslizaba el propio Zidane recientemente sobre su pupilo. A lo que Deschamps respondió tirando balones fuera: "No tengo ningún problema con que diga eso. Él es el entrenador del Real Madrid, por lo que su papel es hablar así".
El madridismo que no hace mucho musicalizó sus actuaciones, ahora las aplaude a rabiar y 'pide a Ramos' que no tiranice los penaltis del equipo. Así, mientras jóvenes como Rodrygo, Fede Valverde o Vinicius echan la puerta abajo (éste último con mayor trabajo) y fichajes como Mendy o Hazard justifican los millones desembolsados, Benzema sigue adelantando leyendas blancas (Puskas ha sido el último) en su carrera con la historia. Aunque el propio jugador no se considere una leyenda y dando la vuelta a las palabras de Rodrygo, ya nadie duda de ese '9' que ahora sí que juega de diez.
Fernando S. Tavero
As
El Karim del Real Madrid nunca ha sido un delantero de números, era más bien un jugador de intangibles. De esos que tanto se valoran en baloncesto y tan poco se le reconocen a un delantero centro. O al menos no lo era. Desde que Cristiano marchase a Turín en julio de 2018, Benzema se ha encargado de hacer honor al dorsal que porta y ha incrementado su frecuencia goleadora hasta convertirse en un pilar sin el que no se entendería el Madrid actual. Sin ir más lejos, en la temporada que nos ocupa, el lionés ha perforado la red rival en ocho partidos, con un bagaje de siete victorias y un empate; mientras que en los ocho que no ha conseguido ver portería, los hombres de Zidane han sufrido mucho más: dos victorias, cuatro empates y las dos únicas derrotas del curso.
Y no es algo puntual. La falta de gol sufrida por el Real Madrid 2018-19 cuando el francés no acudía al rescate del equipo dejó una estadística similar. En los 21 partidos en los que Benzema marcó, los blancos acumularon 17 triunfos, 2 empates y 2 derrotas; números que chocan con las 16 victorias, 4 empates y 16 derrotas de los encuentros en los que Karim no inscribió su nombres entre la terna de goleadores.
Asimismo, si limitamos la estadística a la competición doméstica nos encontramos con un Madrid con seis partidos ganados y uno empatado en la temporada que nos ocupa, 19 puntos de 21 posibles, un 90,5%. Con este porcentaje extrapolado al total de los partidos, los del Paseo de la Castellana encabezarían LaLiga en solitario, dado que en este momento colideran el campeonato junto al Barça con 25 puntos en 12 jornadas (El Clásico fue aplazado), un 69,4%.
En tanto que LaLiga pasada hubiera arrojado una luz mucho más blanca de la acumulada si sólo se tienen en cuenta los 14 partidos en los que marcó algún gol el exjugador del Lyon. Así, los 11 triunfos, 2 empates y 1 derrota supusieron 35 puntos para la nave madridista, un 83,3%, números superiores al 76,3% (87 puntos) que sumarían los hombres de Valverde y con los que acabarían levantando el título liguero.
Como el buen vino, estamos presenciando la segunda juventud de Benzema, incluso mejor que la primera. Sin obviar esas intangibles de las que hablábamos en un principio, dado que su creciente rendimiento goleador no las penaliza. Ya lo decía Rodrygo el día de su sonado hat-trick: "Benzema es un crack, un '10' que juega de '9'". Frase que tiempo atrás solía utilizarse para menospreciar la labor de Karim, en este momento es un halago. Esa capacidad asociativa viene de la mano de una madurez que se palpa al observar al francés sobre el terreno de juego y al escuchar a uno de sus mayores valedores, Zinedine Zidane: "Está más maduro. Es padre y muchas cosas que le han pasado en su vida y eso se refleja en el campo", comentaba el marsellés tras el set que endosó el Madrid al Galatasaray en Champions.
El excelso estado de forma del galo ha avivado, además, la llama del debate que rodea su castigo con la selección francesa. "Él siempre ha querido jugar con el equipo nacional. Yo no sé exactamente qué es lo que pasa, pero, para mí, es el mejor futbolísticamente y tendría hueco", deslizaba el propio Zidane recientemente sobre su pupilo. A lo que Deschamps respondió tirando balones fuera: "No tengo ningún problema con que diga eso. Él es el entrenador del Real Madrid, por lo que su papel es hablar así".
El madridismo que no hace mucho musicalizó sus actuaciones, ahora las aplaude a rabiar y 'pide a Ramos' que no tiranice los penaltis del equipo. Así, mientras jóvenes como Rodrygo, Fede Valverde o Vinicius echan la puerta abajo (éste último con mayor trabajo) y fichajes como Mendy o Hazard justifican los millones desembolsados, Benzema sigue adelantando leyendas blancas (Puskas ha sido el último) en su carrera con la historia. Aunque el propio jugador no se considere una leyenda y dando la vuelta a las palabras de Rodrygo, ya nadie duda de ese '9' que ahora sí que juega de diez.