El Estado Islámico volvió a la violencia tras la muerte de Abu Bakar al Bagdadi: reivindicó el brutal ataque en Mali que asesinó a 54 personas
Los terroristas atacaron la base de Indelimane y, tras ocupar durante horas el cuartel, mataron a decenas de soldados. Se trata del primer gran atentado de ISIS luego de que su máximo líder se quitara la vida durante un operativo de las fuerzas especiales de los EEUU en Siria
Infobae
El grupo terrorista Estado Islámico reivindicó hoy a través de sus canales habituales el ataque perpetrado este sábado contra un cuartel militar en el este de Mali, en el que se registraron 54 muertos, según cifras oficiales, aunque los yihadistas aseguran haber causado más de 70 bajas.
El ISIS, cuyo líder Abu Bakar al Bagdadi murió la semana pasada en Siria en una operación de las fuerzas especiales de EEUU, colgó su reivindicación en su “agencia de noticias” Amaq y en la red Telegram, en las que precisó que fue “un gran ataque” que dejó “más de 70 muertos y decenas de heridos” entre los soldados malienses.
Asimismo aseguró que sus combatientes destruyeron varios tanques y vehículos militares de la base de Indelimane y que, tras ocupar durante horas el cuartel, se retiraron sin sufrir aparentemente bajas, lo que coincide con la versión del Gobierno maliense.
Aunque no ofrecen otros detalles, algo que ISIS no suele hacer en sus reivindicaciones, el estilo del comunicado y el uso de sus canales habituales lleva a pensar en la autenticidad del documento. De ser así, se trataría del primer gran atentado del grupo tras la pérdida de su “emir” Al Bagdadi, aunque Amaq no haga la menor alusión a su difunto líder.
Asimismo, se trata de la primera operación de envergadura de ISIS en Mali, un territorio donde la principal organización yihadista con presencia y actividad era, al menos hasta ahora, Al Qaeda y sus distintas variantes locales aliadas.
La muerte de Abu Bakar al Baghdadi
La muerte del terrorista más buscado del mundo se produjo en la madrugada del domingo 27 de octubre en una operación conducida por comandos estadounidenses en la localidad de Barisha, a apenas seis kilómetros de la frontera de Siria con Turquía en Idlib, con información de inteligencia de las milicias kurdosirias aliadas de Washington. En otra operación ese mismo día, Estados Unidos acabó con la vida del ya exportavoz del EI, Abu Hasan al Muhayir, en la ciudad de Jarablus, en la frontera con Turquía, según anunció la agrupación de milicias liderada por kurdos Fuerzas de Siria Democrática y confirmó Washington.
Al Bagdadi dio su última prueba de vida el 16 de septiembre. Entonces, en un mensaje de voz de media hora, llamó a la batalla global y a liberar a las mujeres de los yihadistas que se encuentran encerradas en campamentos en el norte de Siria controlados por los kurdos.
Miles de yihadistas y sus familias se encuentran en campos de internamiento tras la derrota territorial del EI a manos de las FSD en marzo pasado, cuando las milicias kurdosirias conquistaron el último pueblo bajo control de los radicales en Siria.
De acuerdo con la versión ofrecida por Trump y que ha repetido el Gobierno estadounidense, Al Bagdadi trató de huir por un túnel y terminó inmolándose haciendo detonar un chaleco explosivo junto a dos de sus hijos, por lo que sus restos quedaron irreconocibles.
Los kurdos han ofrecido una versión en la que afirman que el líder de ISIS fue reconocido mediante un examen de ADN realizado a través de su ropa personal. El general Kenneth F. McKenzie Jr., que lidera el Mando Central de las Fuerzas Armadas de EEUU (CENTCOM), exhibió fotos y vídeos en blanco y negro de la localización del terrorista.
"Los restos de Al Bagdadi fueron 'enterrados' en el mar de acuerdo con la ley de conflictos armados dentro de las 24 horas que siguieron a su muerte", afirmó el alto mando estadounidense.
Casualidad o no, el apellido del nuevo líder de los yihadistas “Qurashi”, identifica a la tribu de la que formaba parte el profeta del islam, Mahoma, y cuyos principales clanes eran los omeya y los hachemitas.
Las referencias al profeta han sido parte integral del ideario que el ISIS ha difundido desde que Al Bagdadi rompió en 2013 con Al Qaeda para formar su propia organización. El hombre que se autoproclamó “califa”, título reservado en el pasado a los dirigentes que pertenecían al linaje de Mahoma, y el hecho de que vestía de negro, otro guiño a la estirpe del profeta, hizo de la imagen parte consustancial de la propaganda sangrienta de un grupo descabezado pero aún muy activo en Siria e Irak.
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El grupo terrorista Estado Islámico reivindicó hoy a través de sus canales habituales el ataque perpetrado este sábado contra un cuartel militar en el este de Mali, en el que se registraron 54 muertos, según cifras oficiales, aunque los yihadistas aseguran haber causado más de 70 bajas.
El ISIS, cuyo líder Abu Bakar al Bagdadi murió la semana pasada en Siria en una operación de las fuerzas especiales de EEUU, colgó su reivindicación en su “agencia de noticias” Amaq y en la red Telegram, en las que precisó que fue “un gran ataque” que dejó “más de 70 muertos y decenas de heridos” entre los soldados malienses.
Asimismo aseguró que sus combatientes destruyeron varios tanques y vehículos militares de la base de Indelimane y que, tras ocupar durante horas el cuartel, se retiraron sin sufrir aparentemente bajas, lo que coincide con la versión del Gobierno maliense.
Aunque no ofrecen otros detalles, algo que ISIS no suele hacer en sus reivindicaciones, el estilo del comunicado y el uso de sus canales habituales lleva a pensar en la autenticidad del documento. De ser así, se trataría del primer gran atentado del grupo tras la pérdida de su “emir” Al Bagdadi, aunque Amaq no haga la menor alusión a su difunto líder.
Asimismo, se trata de la primera operación de envergadura de ISIS en Mali, un territorio donde la principal organización yihadista con presencia y actividad era, al menos hasta ahora, Al Qaeda y sus distintas variantes locales aliadas.
La muerte de Abu Bakar al Baghdadi
La muerte del terrorista más buscado del mundo se produjo en la madrugada del domingo 27 de octubre en una operación conducida por comandos estadounidenses en la localidad de Barisha, a apenas seis kilómetros de la frontera de Siria con Turquía en Idlib, con información de inteligencia de las milicias kurdosirias aliadas de Washington. En otra operación ese mismo día, Estados Unidos acabó con la vida del ya exportavoz del EI, Abu Hasan al Muhayir, en la ciudad de Jarablus, en la frontera con Turquía, según anunció la agrupación de milicias liderada por kurdos Fuerzas de Siria Democrática y confirmó Washington.
Al Bagdadi dio su última prueba de vida el 16 de septiembre. Entonces, en un mensaje de voz de media hora, llamó a la batalla global y a liberar a las mujeres de los yihadistas que se encuentran encerradas en campamentos en el norte de Siria controlados por los kurdos.
Miles de yihadistas y sus familias se encuentran en campos de internamiento tras la derrota territorial del EI a manos de las FSD en marzo pasado, cuando las milicias kurdosirias conquistaron el último pueblo bajo control de los radicales en Siria.
De acuerdo con la versión ofrecida por Trump y que ha repetido el Gobierno estadounidense, Al Bagdadi trató de huir por un túnel y terminó inmolándose haciendo detonar un chaleco explosivo junto a dos de sus hijos, por lo que sus restos quedaron irreconocibles.
Los kurdos han ofrecido una versión en la que afirman que el líder de ISIS fue reconocido mediante un examen de ADN realizado a través de su ropa personal. El general Kenneth F. McKenzie Jr., que lidera el Mando Central de las Fuerzas Armadas de EEUU (CENTCOM), exhibió fotos y vídeos en blanco y negro de la localización del terrorista.
"Los restos de Al Bagdadi fueron 'enterrados' en el mar de acuerdo con la ley de conflictos armados dentro de las 24 horas que siguieron a su muerte", afirmó el alto mando estadounidense.
Casualidad o no, el apellido del nuevo líder de los yihadistas “Qurashi”, identifica a la tribu de la que formaba parte el profeta del islam, Mahoma, y cuyos principales clanes eran los omeya y los hachemitas.
Las referencias al profeta han sido parte integral del ideario que el ISIS ha difundido desde que Al Bagdadi rompió en 2013 con Al Qaeda para formar su propia organización. El hombre que se autoproclamó “califa”, título reservado en el pasado a los dirigentes que pertenecían al linaje de Mahoma, y el hecho de que vestía de negro, otro guiño a la estirpe del profeta, hizo de la imagen parte consustancial de la propaganda sangrienta de un grupo descabezado pero aún muy activo en Siria e Irak.