El Estado Islámico llama a los “lobos solitarios” a hacerse pasar por periodistas y matar a líderes de todo el mundo
Lo hizo en un manual en el que también insta a sus milicianos a quemar bosques en Europa y Estados Unidos. Al mismo tiempo, publicó cuatro videos con subtítulos en español dirigido a sus seguidores de España y América Latina.
Gustavo Sierra
Especial para Infobae America
El ISIS no está derrotado y todavía puede causar mucho daño en todo el mundo. Esta semana publicó una “guía para matar líderes políticos” y llamó a los “lobos solitarios” de la organización a hacerse pasar por periodistas y de esa manera acercarse a sus objetivos con bombas escondidas en sus cámaras y desatar un ataque terrorista de envergadura. En el sitio de la agencia de comunicaciones Quraysh Media, que responde al Estado Islámico, se publicó este manual de recomendaciones con las “formas de asesinar líderes y provocar dolor al enemigo”. Y dice que los supuestos periodistas ”puede usar la cámara como un dispositivo explosivo o para esconder un arma dentro de ella”. Las organizaciones terroristas ya han utilizado esta estrategia en el pasado. Un ejemplo es el asesinato de Ahmad Shah Massoud, el líder de la resistencia afgana a los talibanes y que estaba destinado a ser quien condujera la democratización del país. Dos agentes de la red Al Qaeda se hicieron pasar por periodistas jordanos ocultando una bomba en la cámara de video. Cuando la hicieron explotar murió Massoud, varios de sus colaboradores y los dos terroristas. Fue el 9 de septiembre de 2001, apenas 48 horas antes de los atentados a las Torres Gemelas de Nueva York. Desde entonces, se adoptó en forma global el procedimiento de seguridad de la Casa Blanca. Para poder asistir a una conferencia de prensa de un líder importante, los periodistas se tienen que presentar en el lugar horas antes y someterse a un escrutinio muy exhaustivo que incluyen sofisticados detectores y perros que detectan explosivos.
En otro capítulo del manual, ISIS insta al uso de rifles de francotirador para atacar caravanas de autos oficiales desde puntos estratégicos. “Un lobo solitario puede interrumpir los convoyes de funcionarios o sus lugares de reunión atacándolos con ametralladoras o bombas molotov”, dicen. “También pueden llevar a cabo tales operaciones utilizando armas de otro tipo, como lanzamisiles”. Aclara que se debe tener en cuenta “un plan de escape” para el atacante, por lo que “hay que tener un conocimiento amplio de la zona por donde transitan los vehículos oficiales”.
En otro capítulo del infame manual, se insta a los combatientes sueltos por el mundo a “incendiar los bosques porque es muy doloroso para ellos”. Y nombra específicamente como objetivos los recursos naturales de Francia, Gran Bretaña, Alemania y Estados Unidos. Esta también es una vieja táctica terrorista que toma un hecho que está aconteciendo y lo hace aparecer como producto de sus acciones. En estos días se están produciendo grandes incendios en California y Australia. Con una acción sicológica como ésta, cualquiera puede pensar que no son provocados por el cambio climático o por alguien que no apagó apropiadamente una fogata, sino que son obra de terroristas. De esta manera dan la sensación de que cuentan con recursos, milicianos y simpatizantes que en realidad no tienen.
La publicación fue realizada apenas unos días después de la muerte del líder del ISIS, Abu Bakr al Baghdadi, quien hizo explotar la bomba que tenía en su chaleco para no ser atrapado por los comandos del ejército estadounidense que lo tenían acorralado en un pequeño pueblo del norte de Siria. Ese 26 de octubre, murieron junto a él dos de sus hijos y su posible sucesor, Abu Hassan al-Muhajir. Ocho meses antes, ISIS había perdido su último bastión del que fue el emirato autoproclamado en un territorio entre Siria e Irak más grande que el de Gran Bretaña.
En una grabación de audio cargada en la aplicación Telegram hace dos semanas, el Estado Islámico anuncio que el nuevo líder es Abu Ibrahim al-Hashemi al-Qurayshi, a quien identificó como el “emir de los creyentes” y el “califa”. Aún no se sabe exactamente quién es este hombre. Daniele Raineri, periodista y analista que estudia la estructura de liderazgo de los terroristas desde hace más de una década, dijo al New York Times que “los líderes de ISIS a menudo adquieren un nuevo nom de guerre con el nombramiento para un nuevo puesto, lo que significa que al-Qurayshi pudo haber tenido un nombre completamente diferente la semana pasada”. La denominación de al-Qurayshi al final de su nombre indica que es descendiente de la tribu Quraysh a la que pertenecía el profeta Mahoma, un linaje que el Estado Islámico considera como requisito previo para convertirse en califa o gobernante de los musulmanes.
En la misma grabación de siete minutos y 37 segundos en la que proclamaron al nuevo califa, el ISIS juró vengar la muerte de su jefe. “No seas feliz América por la muerte de Sheikh al-Baghdadi, que Dios lo acepte a su lado, y no olvides las copas de la muerte en sus manos”, decía el anuncio. “Vamos a imponer nuestra fuerza de cualquier manera. ¿No ven en Estados Unidos que Daesh (el nombre en árabe del ISIS) está ahora en el umbral de Europa y África Central?”, continuó. Y al mismo tiempo publicó un fotomontaje en el que se ve al presidente Donald Trump de rodillas y a un miliciano detrás que recuerda las escenas de horror cuando le cortaban la cabeza a los extranjeros secuestrados en Siria.
También, en las últimas semanas se conocieron en España cuatro videos de predicadores del ISIS que hacen un llamado a los lobos solitarios a atacar. Todos subtitulados en español y dirigidos a jihadistas que no dominan el árabe y que viven en territorio español o de América Latina. El último, publicado en su sitio de Internet por “Furat Media, traducido por Al Andaluzia y editado por Muntasir Media”, llama a los musulmanes a sumarse a lo que denominan la “Caravana Iluminada”. Pide a todos los combatientes del mundo hispano a que se unan para combatir en la “guerra que ya comenzó”. “El sable brilla en todas partes, conmoviendo y acuchillando”, dicen. Se declaran nietos de famosos líderes yihadistas muertos, como el que fuera portavoz de ISIS, Abu Mohamed Adnani o el jefe de Al Qaeda en Irak, Abu Musad Al Zarkawi. Anuncian que van a implantar un “sistema coránico puro”, que serán misericordiosos con los que los apoyen y “un tormento para los enemigos”. A continuación, insertan las imágenes del asesinato de un soldado maniatado.
Apenas tres días antes, un “comandante” marroquí de Daesh, que dice llamarse Abu Usamah al Maghribi, publicó en la página de la Fundación Al Hayat, también controlada por los terroristas, un vídeo subtitulado en español en el que llama a los combatientes a cometer atentados ya que, “si no lo hacen, recibirán el castigo de Alá”. El “comandante”, aparece rodeado de un grupo de seguidores, y advierte a “los creyentes” que de mantenerse apegados a los asuntos terrenales, permanecer satisfechos con la vida que llevan y no siguen lo que se les ordena, “Alá te castigará con un castigo doloroso, te cambiará por otra gente y te lastimará. Alá lo sabe todo”, sentencia. Y en el sitio de la Fundación Adnaj, cercana al ISIS, otro video con textos en español hacía diversas invocaciones a “utilizar las espadas y llenarlas de sangre enemiga”. Ordena a sus seguidores a hacer temblar a Occidente con “truenos y relámpagos, con el rugir de los leones”. “¡Levántate y véngate ....y no vivas bajo la sombra de los monos¡”.
Y en todos los videos se insta a la reconquista del Al Andalus, el territorio de la Península Ibérica que fue controlado por los musulmanes (los moros) entre el 711 y 1492. Allí se creó el Califato de Córdoba del que todavía se conservan mezquitas y la fortaleza y palacio de La Alhambra.
El ISIS está vivo, busca nuevas tácticas para atacar y apunta ahora al mundo hispano para reclutar más combatientes.
Gustavo Sierra
Especial para Infobae America
El ISIS no está derrotado y todavía puede causar mucho daño en todo el mundo. Esta semana publicó una “guía para matar líderes políticos” y llamó a los “lobos solitarios” de la organización a hacerse pasar por periodistas y de esa manera acercarse a sus objetivos con bombas escondidas en sus cámaras y desatar un ataque terrorista de envergadura. En el sitio de la agencia de comunicaciones Quraysh Media, que responde al Estado Islámico, se publicó este manual de recomendaciones con las “formas de asesinar líderes y provocar dolor al enemigo”. Y dice que los supuestos periodistas ”puede usar la cámara como un dispositivo explosivo o para esconder un arma dentro de ella”. Las organizaciones terroristas ya han utilizado esta estrategia en el pasado. Un ejemplo es el asesinato de Ahmad Shah Massoud, el líder de la resistencia afgana a los talibanes y que estaba destinado a ser quien condujera la democratización del país. Dos agentes de la red Al Qaeda se hicieron pasar por periodistas jordanos ocultando una bomba en la cámara de video. Cuando la hicieron explotar murió Massoud, varios de sus colaboradores y los dos terroristas. Fue el 9 de septiembre de 2001, apenas 48 horas antes de los atentados a las Torres Gemelas de Nueva York. Desde entonces, se adoptó en forma global el procedimiento de seguridad de la Casa Blanca. Para poder asistir a una conferencia de prensa de un líder importante, los periodistas se tienen que presentar en el lugar horas antes y someterse a un escrutinio muy exhaustivo que incluyen sofisticados detectores y perros que detectan explosivos.
En otro capítulo del manual, ISIS insta al uso de rifles de francotirador para atacar caravanas de autos oficiales desde puntos estratégicos. “Un lobo solitario puede interrumpir los convoyes de funcionarios o sus lugares de reunión atacándolos con ametralladoras o bombas molotov”, dicen. “También pueden llevar a cabo tales operaciones utilizando armas de otro tipo, como lanzamisiles”. Aclara que se debe tener en cuenta “un plan de escape” para el atacante, por lo que “hay que tener un conocimiento amplio de la zona por donde transitan los vehículos oficiales”.
En otro capítulo del infame manual, se insta a los combatientes sueltos por el mundo a “incendiar los bosques porque es muy doloroso para ellos”. Y nombra específicamente como objetivos los recursos naturales de Francia, Gran Bretaña, Alemania y Estados Unidos. Esta también es una vieja táctica terrorista que toma un hecho que está aconteciendo y lo hace aparecer como producto de sus acciones. En estos días se están produciendo grandes incendios en California y Australia. Con una acción sicológica como ésta, cualquiera puede pensar que no son provocados por el cambio climático o por alguien que no apagó apropiadamente una fogata, sino que son obra de terroristas. De esta manera dan la sensación de que cuentan con recursos, milicianos y simpatizantes que en realidad no tienen.
La publicación fue realizada apenas unos días después de la muerte del líder del ISIS, Abu Bakr al Baghdadi, quien hizo explotar la bomba que tenía en su chaleco para no ser atrapado por los comandos del ejército estadounidense que lo tenían acorralado en un pequeño pueblo del norte de Siria. Ese 26 de octubre, murieron junto a él dos de sus hijos y su posible sucesor, Abu Hassan al-Muhajir. Ocho meses antes, ISIS había perdido su último bastión del que fue el emirato autoproclamado en un territorio entre Siria e Irak más grande que el de Gran Bretaña.
En una grabación de audio cargada en la aplicación Telegram hace dos semanas, el Estado Islámico anuncio que el nuevo líder es Abu Ibrahim al-Hashemi al-Qurayshi, a quien identificó como el “emir de los creyentes” y el “califa”. Aún no se sabe exactamente quién es este hombre. Daniele Raineri, periodista y analista que estudia la estructura de liderazgo de los terroristas desde hace más de una década, dijo al New York Times que “los líderes de ISIS a menudo adquieren un nuevo nom de guerre con el nombramiento para un nuevo puesto, lo que significa que al-Qurayshi pudo haber tenido un nombre completamente diferente la semana pasada”. La denominación de al-Qurayshi al final de su nombre indica que es descendiente de la tribu Quraysh a la que pertenecía el profeta Mahoma, un linaje que el Estado Islámico considera como requisito previo para convertirse en califa o gobernante de los musulmanes.
En la misma grabación de siete minutos y 37 segundos en la que proclamaron al nuevo califa, el ISIS juró vengar la muerte de su jefe. “No seas feliz América por la muerte de Sheikh al-Baghdadi, que Dios lo acepte a su lado, y no olvides las copas de la muerte en sus manos”, decía el anuncio. “Vamos a imponer nuestra fuerza de cualquier manera. ¿No ven en Estados Unidos que Daesh (el nombre en árabe del ISIS) está ahora en el umbral de Europa y África Central?”, continuó. Y al mismo tiempo publicó un fotomontaje en el que se ve al presidente Donald Trump de rodillas y a un miliciano detrás que recuerda las escenas de horror cuando le cortaban la cabeza a los extranjeros secuestrados en Siria.
También, en las últimas semanas se conocieron en España cuatro videos de predicadores del ISIS que hacen un llamado a los lobos solitarios a atacar. Todos subtitulados en español y dirigidos a jihadistas que no dominan el árabe y que viven en territorio español o de América Latina. El último, publicado en su sitio de Internet por “Furat Media, traducido por Al Andaluzia y editado por Muntasir Media”, llama a los musulmanes a sumarse a lo que denominan la “Caravana Iluminada”. Pide a todos los combatientes del mundo hispano a que se unan para combatir en la “guerra que ya comenzó”. “El sable brilla en todas partes, conmoviendo y acuchillando”, dicen. Se declaran nietos de famosos líderes yihadistas muertos, como el que fuera portavoz de ISIS, Abu Mohamed Adnani o el jefe de Al Qaeda en Irak, Abu Musad Al Zarkawi. Anuncian que van a implantar un “sistema coránico puro”, que serán misericordiosos con los que los apoyen y “un tormento para los enemigos”. A continuación, insertan las imágenes del asesinato de un soldado maniatado.
Apenas tres días antes, un “comandante” marroquí de Daesh, que dice llamarse Abu Usamah al Maghribi, publicó en la página de la Fundación Al Hayat, también controlada por los terroristas, un vídeo subtitulado en español en el que llama a los combatientes a cometer atentados ya que, “si no lo hacen, recibirán el castigo de Alá”. El “comandante”, aparece rodeado de un grupo de seguidores, y advierte a “los creyentes” que de mantenerse apegados a los asuntos terrenales, permanecer satisfechos con la vida que llevan y no siguen lo que se les ordena, “Alá te castigará con un castigo doloroso, te cambiará por otra gente y te lastimará. Alá lo sabe todo”, sentencia. Y en el sitio de la Fundación Adnaj, cercana al ISIS, otro video con textos en español hacía diversas invocaciones a “utilizar las espadas y llenarlas de sangre enemiga”. Ordena a sus seguidores a hacer temblar a Occidente con “truenos y relámpagos, con el rugir de los leones”. “¡Levántate y véngate ....y no vivas bajo la sombra de los monos¡”.
Y en todos los videos se insta a la reconquista del Al Andalus, el territorio de la Península Ibérica que fue controlado por los musulmanes (los moros) entre el 711 y 1492. Allí se creó el Califato de Córdoba del que todavía se conservan mezquitas y la fortaleza y palacio de La Alhambra.
El ISIS está vivo, busca nuevas tácticas para atacar y apunta ahora al mundo hispano para reclutar más combatientes.