El Barça desentierra el culebrón Neymar
Barcelona, AS
Algo debió quedar pendiente en el asunto Neymar este verano. Eric Abidal admitió este domingo en Mundo Deportivo y Sport que el brasileño "siempre será una opción". Y en el Barça reconocen off the record hace meses que el culebrón Neymar no había terminado. La incógnita era cuándo se iba a desenterrar. Abidal lo ha hecho pronto, por más que el final de temporada esté lejos. Pero sus palabras suenan relevantes.
Parece difícil pensar que con la grieta que a nivel social abrió el posible regreso del brasileño el verano pasado, Abidal lo reabra gratuitamente. Genera, de nuevo, una expectativa. Incluso da la razón a la teoría que mantiene que este verano lo que el Barça dejó listo fue su regreso para julio de 2020. Desde el club azulgrana desmienten que haya un acuerdo con el jugador o con el PSG, pero el de Neymar es un caso abierto.
El tema es recurrente. La última semana había ido dejando piedrecitas por el camino. Neymar pasó el fin de semana previo al parón de selecciones en la Ciudad Condal y Piqué admitió durante su tour de entrevistas para vender la Copa Davis que los jugadores se habían ofrecido aplazar sus sueldos este verano para cumplir con el fair play financiero y así permitir el fichaje del exazulgrana. Pero seguramente quien mejor reflexionó sobre el asunto fue Messi. Primero, por los antecedentes ("creo que se arrepintió al irse del Barça"), por su deseo ("quería que viniese Ney"), por la problemática social de su fichaje ("entiendo que a Ney se le miraba por la manera que se fue, por dejarnos en ese momento y que hubiera socios que no querían que viniese") y por el futuro ("por lo que dijo el presidente, queda la puerta abierta. Puede pasar de todo").
Frente a quienes teorizan sobre un acuerdo cerrado entre el Barça y Neymar están los negacionistas. Dicha corriente mantiene que Bartomeu sólo se metió de fondo en el posible fichaje del brasileño cuando temió su marcha al Madrid, y que si el Madrid está desactivado de esa ecuación, no irá a por Neymar. La aparición de Rodrygo en el Bernabéu puede disuadir definitivamente a Florentino. Pero, sin duda, la historia de Neymar está llena de medias verdades.
El jugador, mientras, está en un discreto segundo plano esta temporada. Es cierto que nunca hizo una declaración concluyente, pero sí se encargó de que en todos los rincones del mundo supiesen que su sueño era regresar a Barcelona. Empezó la temporada en un ambiente irrespirable, con los ultras asfixiándole en París, pero haciendo goles y rindiendo como lo que es, un crack, en el terreno de juego. Una lesión, sin embargo, volvió a dejarlo en el dique seco y a dar la razón a aquellas voces que dentro del Barça llamaban la atención sobre la creciente propensión a las lesiones del brasileño. Neymar podría mantenerse en ese perfil bajo durante el curso, intentar ayudar a conseguir éxitos deportivos al PSG y, llegado al momento, pedir una salida amistosa al PSG en lugar de recurrir a un arbitraje de la FIFA para que fije un precio para el traspaso. Acabe concretándose o no en algo, la historia de Neymar y el Barça tiene todavía recorrido.
Algo debió quedar pendiente en el asunto Neymar este verano. Eric Abidal admitió este domingo en Mundo Deportivo y Sport que el brasileño "siempre será una opción". Y en el Barça reconocen off the record hace meses que el culebrón Neymar no había terminado. La incógnita era cuándo se iba a desenterrar. Abidal lo ha hecho pronto, por más que el final de temporada esté lejos. Pero sus palabras suenan relevantes.
Parece difícil pensar que con la grieta que a nivel social abrió el posible regreso del brasileño el verano pasado, Abidal lo reabra gratuitamente. Genera, de nuevo, una expectativa. Incluso da la razón a la teoría que mantiene que este verano lo que el Barça dejó listo fue su regreso para julio de 2020. Desde el club azulgrana desmienten que haya un acuerdo con el jugador o con el PSG, pero el de Neymar es un caso abierto.
El tema es recurrente. La última semana había ido dejando piedrecitas por el camino. Neymar pasó el fin de semana previo al parón de selecciones en la Ciudad Condal y Piqué admitió durante su tour de entrevistas para vender la Copa Davis que los jugadores se habían ofrecido aplazar sus sueldos este verano para cumplir con el fair play financiero y así permitir el fichaje del exazulgrana. Pero seguramente quien mejor reflexionó sobre el asunto fue Messi. Primero, por los antecedentes ("creo que se arrepintió al irse del Barça"), por su deseo ("quería que viniese Ney"), por la problemática social de su fichaje ("entiendo que a Ney se le miraba por la manera que se fue, por dejarnos en ese momento y que hubiera socios que no querían que viniese") y por el futuro ("por lo que dijo el presidente, queda la puerta abierta. Puede pasar de todo").
Frente a quienes teorizan sobre un acuerdo cerrado entre el Barça y Neymar están los negacionistas. Dicha corriente mantiene que Bartomeu sólo se metió de fondo en el posible fichaje del brasileño cuando temió su marcha al Madrid, y que si el Madrid está desactivado de esa ecuación, no irá a por Neymar. La aparición de Rodrygo en el Bernabéu puede disuadir definitivamente a Florentino. Pero, sin duda, la historia de Neymar está llena de medias verdades.
El jugador, mientras, está en un discreto segundo plano esta temporada. Es cierto que nunca hizo una declaración concluyente, pero sí se encargó de que en todos los rincones del mundo supiesen que su sueño era regresar a Barcelona. Empezó la temporada en un ambiente irrespirable, con los ultras asfixiándole en París, pero haciendo goles y rindiendo como lo que es, un crack, en el terreno de juego. Una lesión, sin embargo, volvió a dejarlo en el dique seco y a dar la razón a aquellas voces que dentro del Barça llamaban la atención sobre la creciente propensión a las lesiones del brasileño. Neymar podría mantenerse en ese perfil bajo durante el curso, intentar ayudar a conseguir éxitos deportivos al PSG y, llegado al momento, pedir una salida amistosa al PSG en lugar de recurrir a un arbitraje de la FIFA para que fije un precio para el traspaso. Acabe concretándose o no en algo, la historia de Neymar y el Barça tiene todavía recorrido.